Franz Beckenbauer se zafa de las acusaciones de evasión fiscal. Sin embargo, aún no se aclara la presunta compra de votos para el Mundial de 2006.
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- La fiscalía de Frankfurt explicó que Franz Beckenbauer no es sospechoso de haber participado en la declaración de hacienda que causó la investigación por delito fiscal que llevó el martes al allanamiento de las dependencias de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
"Franz Beckenbauer no es blanco de una pesquisa por fraude fiscal relacionada con la Copa del Mundo de 2006", dijo un portavoz.
La leyenda del futbol alemán presidió el comité organizador de ese campeonato, pero los fiscales señalaron que no tuvo nada que ver con la declaración de impuesto y por lo tanto no es investigado.
Beckenbauer ha dicho que fue culpa suya el pago de 6.7 millones de euros (alrededor de 120 millones de pesos) que la federación alemana realizó a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) supuestamente a cambio de asegurar un financiamiento para el comité organizador.
Presuntamente dicho pago se transfirió disimulado en el pago de una gala de la FIFA y es es la base del caso fiscal.
El pretexto de la gala, que finalmente no llegó a celebrarse, permitió a los directivos de la DFB evadir los impuestos correspondientes a esa transferencia de dinero.
La fiscal Niesen dice que el pago, "de hecho, tenía otro propósito", que les habría obligado a pagar tasas elevadas.
Se desconoce aún cuál era ese otro propósito del que habla la fiscal, pero la DFB y el comité organizador del Mundial de 2006 están bajo el escrutinio mediático desde que el semanario Der Spiegel publicó hace unas semanas que la candidatura alemana utilizó esos 6.7 millones para comprar los votos necesarios en el comité ejecutivo de la FIFA para hacerse con el evento.
La revista sostiene que la candidatura alemana abrió unos años antes del Mundial una caja B en la que Robert Louis-Dreyfus, entonces dueño de la empresa Adidas, ingresó 10 millones de francos suizos. El dinero, agrega la publicación, se utilizó probablemente para asegurarse los votos de los miembros asiáticos del comité ejecutivo.
Cuando el magnate francés pidió que se le devolviera el préstamo un año antes del Mundial, lo que según la revista coincide con los 6.7 millones de euros, el comité organizador habría utilizado una triangulación financiera con la FIFA para hacerle llegar el dinero. Es este movimiento es el que está ahora bajo la lupa de los fiscales de Frankfurt.
Esta semana las autoridades locales allanaron la sede de la federación alemana de futbol y las casas de su presidente, Wolfgang Niersbach, su predecesor Theo Zwanziger y el ex tesorero Horst R. Schmidt, quienes son blancos de la investigación.
Unos 50 funcionarios del fisco alemán registraron, además, la vivienda del presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, la de su predecesor Theo Zwanziger y la del antiguo secretario general Hort R. Schmid, quienes son sospechosos de evasión de impuestos, un un delito especialmente grave en el país teutón, que es castigado por el código penal alemán con hasta 10 años de prisión.
–Con información de AS México