En un comunicado, Petróleos Mexicanos expuso que como informó el pasado agosto, la primera etapa de esos trabajos consistió en la generación de un tapón de hielo con nitrógeno en las conexiones superficiales del pozo.

Además, el cambio de las mismas como medida preventiva ante las condiciones a las que estuvieron sometidas durante la emergencia.

Después, continuó, se realizó la colocación de equipamiento de reparación para iniciar la etapa de aseguramiento que actualmente se ejecuta y que consiste en la instalación de equipo especializado conocido como “snubbing”, el cual permitirá iniciar la limpieza al interior del pozo para proceder a su taponamiento definitivo.

Esas acciones contemplan la remoción de residuos de gas y aceite, así como la eventual realización de quemas controladas, sin que ello represente riesgo alguno para la población ni el medio ambiente.

De los trabajos que se llevan al cabo tiene conocimiento la Procuraduría General de la República, toda vez que el incendio ocurrido en el pozo hace dos años, está sujeto a una averiguación previa y producto de estas actividades se recuperará evidencia tangible que servirá a la autoridad para continuar con la indagatoria.

Una vez concluida esta etapa de aseguramiento se procederá al taponamiento del pozo estimando concluir en aproximadamente seis meses.

Reportó que en la ejecución de estas labores participa personal especializado plenamente capacitado, cumpliendo con los protocolos de seguridad que establece la normatividad.