“Estados Unidos no cuenta para nosotros”, dice Álvaro García Linera desde México

15/10/2015 - 12:00 am
El renombrado político boliviano ofreció una encendida conferencia en el Foro Eduardo Galeano de la FIL Zócalo. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
El renombrado político boliviano ofreció una encendida conferencia en el Foro Eduardo Galeano de la FIL Zócalo. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

El vicepresidente de Bolivia ofrece una encendida conferencia ante mil personas en la Feria del Zócalo, donde explica los lineamientos del Gobierno de Evo Morales y da cuenta de la nueva situación en Latinoamérica

Ciudad de México, 15 de octubre (SinEmbargo).- En una conferencia que resultó casi un discurso, de pie, con el micrófono en la mano -rodeado del escritor Paco Ignacio Taibo II, el intelectual argentino Ricardo Forster, el poeta venezolano Luis Britto y el antropólogo Héctor García Polanco- el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, habló ante casi mil personas que abarrotaron el Foro Eduardo Galeano, en la Feria Internacional del libro en el Zócalo.

Organizadas por la directora de la Brigada para Leer en Libertad, Paloma Saiz, las charlas en torno a «Qué es Latinoamérica hoy», en un contexto sudamericano con gobiernos de democracia popular, entre ellos Bolivia, al mando de Evo Morales, propiciaron una visión distinta, alejada de la que ofrecen los medios de comunicación hegemónicos, del continente.

Nacido en Cochabamba el 22 de enero de 1962, Álvaro García Linera es el joven intelectual considerado el cerebro de la experiencia popular en Bolivia, donde las comunidades indígenas han cobrado un papel protagónico, en el marco de un estado de las cosas que en Sudamérica ha sido llamado “el ciclo progresista” de la historia contemporánea, iniciado por Hugo Chávez en Venezuela, Lula Da Silva en Brasil y Néstor y Cristina Kirchner, en Argentina, entre otros.

La vida de Álvaro García está marcada por la lucha por el poder de los pueblos indígenas y las clases trabajadoras. Uno de los momentos que recuerda permanentemente, como un hito en la construcción de su pensamiento y accionar político, es noviembre de 1979.

Un instante de unidad y sublevación del proletariado minero y las comunidades indígenas, todos los elementos que confluyen a través de su vida: “Armé una imagen epopéyica de lo que sucedía. Era el despertar indígena. Se me convirtió en una obsesión entender qué significaba eso, era y hasta ahora soy un marxista seducido por la insurgencia indígena”, dice la página oficial del Vicepresidente boliviano.

Se identifica como “marxista clásico” y la elaboración de su pensamiento proviene de sus primeros años de juventud, cuando se acercó a varios clásicos del conocimiento universal, como Kant, Hegel, Gramsci, Nietzsche y, por supuesto, Marx y Lenin.

En 1981, partió con destino a México, para continuar con sus estudios en matemática en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde obtuvo su pregrado y postgrado. Allí encontró, además, respuestas a algunos de sus interrogantes, gracias al influjo de las guerrillas indígenas campesinas de El Salvador, Guatemala y por el movimiento nicaragüense.

“En ese periodo hallé otra veta. Encontré explicaciones a muchas cosas que no pude con la izquierda boliviana de la Unidad Democrática Popular (UDP), del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), del Partido Socialista 1 (PS-1)”, dice.

En la FIL Zócalo, donde además trajo algunos de sus libros (entre ellos,  Socialismo Comunitario, Las tensiones creativas de la revolución e Identidad Boliviana)  fue recibido con grandes ovaciones y aplausos por un público esencialmente joven que lo escuchó con suma atención durante los 40 minutos que ocupó su alocución. Luego “huyó” literalmente en Metro, para seguir su viaje rumbo a China.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LATINOAMÉRICA?

¿Qué está pasando en Latinoamérica?, es una de las grandes preguntas que se plantean en el continente, destinada a saber si el ciclo progresista concluye, cómo evolucionarán las economías del área y si, en el caso específico de Bolivia, el actual sistema financiero basado fundamentalmente en las exportaciones y en el gas, crecerá hacia formas más armónicas y genuinas.

Para García Linera, Latinoamérica ha vivido en los últimos 10 años “una década virtuosa” precedida por los golpes militares, neoliberalismo que se resumen “en 40 años de retroceso social, político y económico”, al que se suma “un proceso de desindustrialización y sometimiento a los circuitos de la economía mundial”.

La privatización de los recursos públicos, el asesinato de los intelectuales y el exilio de las voces disidentes, pérdida de soberanía, pérdida de los bienes comunes, dieron sustancia a lo que el político boliviano considera “el continente más castigado en la última mitad del siglo XX”.

Sin embargo, el siglo XXI comenzó distinto para Latinoamérica, mediante un proceso diverso, plural, de articulación social, política y gradualmente económica.

“En términos históricos, es muy poco tiempo”, a pesar de lo cual los recientes 10  años han servido para lograr “una serie de conquistas que no podemos menos que celebrar”, afirmó.

Esos logros iniciaron con una recomposición social que si bien no se ha manifestado como el heroico movimiento obrero de los ’40 y ’50, se propone como “un nuevo potenciamiento de la condición obrera”, ahora nómada y fragmentada, en un mundo laboral donde la mujer es líder activa.

Álvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia y Ricardo Forster, intelectual argentino: el debate latinoamericano. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Álvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia y Ricardo Forster, intelectual argentino: el debate latinoamericano. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

En la sociedad latinoamericana del siglo XXI, la juventud tiene un papel también preponderante, ya sea asociándose a los partidos políticos, ya sea generando espacios culturales en forma independiente, pero siempre integrada a los movimientos por los derechos humanos y el medioambiente.

“En el caso de Bolivia, se da además una reemergencia de lo indígena, que desde el centro jala tanto a la juventud como a las fuerzas obrera y universitaria”, explicó Álvaro García Linera, para quien esa recomposición social constituye “una virtud que nos permite pensar en un horizonte revolucionario para adentro y en una articulación regional para afuera”.

Si en el pasado reciente, Latinoamérica vivió el despojo de los bienes públicos estatales, mediante el saqueo a las empresas de gas, telecomunicaciones, petróleo y otras, la primera década del siglo XXI se caracteriza en muchos países del área, incluido Bolivia, por la recuperación de esos bienes que son comunes a todos los habitantes de dichas naciones.

“Ya vivimos en el pasado la vieja receta neoliberal: “estrangulas a las empresas públicas y luego dices que son deficitarias y pesadas y por tanto las privatizas y las saqueas”, dijo García Linera.

En su concepción, quien hoy defienda en el continente la privatización de los bienes comunes del Estado corre el riesgo de ser visto como un “dinosaurio” ideal para aumentar la población en un “Jurassic Park”.

“Un Estado fuerte que controle excedente económico constituye la base material de un Estado soberano”, sentenció, para definir lo que considera “Estados post-neoliberales de gestión económica, a los que no llamo ni comunistas ni socialistas”, que generan tasas de interés distintas a las del mercado, privilegiando en algunos países el valor de uso en el sentido marxista del término sobre el valor de cambio y en otros basándose en el valor de cambio del mercado.

“Soy un leninista convencido, la política es economía concentrada y la economía es política concentrada”, afirmó el mandatario boliviano.

A este proceso se unen los bienes comunes no estatales, como los usos y costumbres para administrar el agua, los bosques y la energía, que dan como resultado la gestión de lo que a todos pertenece, para beneficio de todos, remarcó.

LA POLÍTICA EN LAS CALLES

Para Álvaro García Linera, esta nueva Latinoamérica ha creado también un nuevo contexto de participación política que se da incluso por fuera del Estado, con la gente movilizándose en las calles.

Así es en Bolivia, donde la fuerza del Gobierno no se mide en el Parlamento, sino en las carreteras y en las plazas, describió el Vicepresidente, quien define a este tipo de gobernabilidad como “dual”, desde el Parlamento a las calles, desde el sistema de partidos políticos a sindicatos y organizaciones no gubernamentales.

El Foro Eduardo Galeano abarrotado para escuchar al político boliviano. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
El Foro Eduardo Galeano abarrotado para escuchar al político boliviano. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

“En el caso de Bolivia, los sectores sociales se han convertido en sectores de poder”, manifestó, al tiempo de considerar que gran parte del debate latinoamericano contemporáneo está dado por la paradoja de articular monopolio estatal con movimiento social, cómo se articulan esas dos fuerzas en apariencia contradictoria.

Ese debate ha rejuvenecido a su juicio a las democracias latinoamericanas, dejando sin efecto lo que él llama “democracia fósil”, que es aquella en la que un ciudadano vota cada cinco o seis años y luego deja que los gobernantes decidan sobre las cuestiones esenciales de la sociedad.

Para el político boliviano ya no sirven los textos de Giovanni Sartori ni los de Norberto Bobbio. Para entender la Latinoamérica contemporánea, hay que leer sobre movimientos sociales y avistar la renovación democrática, la reinvención de la política participativa, que caracteriza hoy a gran parte del continente.

“El que esto haya sucedido en forma más o menos simultánea en distintos países latinoamericanos, ha cambiado sin duda la geopolítica continental”, remarcó.

CON O SIN LOS ESTADOS UNIDOS

“Antes de esta última década, ¿cuándo los países de Latinoamérica se reunieron sin la presencia de los Estados Unidos?, denme un solo ejemplo”, desafió Álvaro García Linera.

“En los últimos 10 años, ¿cuándo los países de Latinoamérica se reunieron con la presencia de los Estados Unidos?”, agregó.

“Estados Unidos no cuenta para nosotros. Nos reunimos los latinoamericanos para arreglar nuestros problemas entre nosotros”, afirmó el político sudamericano, logrando con ello un largo aplauso por parte de los asistentes a su conferencia.

Dijo que en su adolescencia creció pensando que las leyes para Bolivia debían leerse en inglés y que viene de los tiempos en que para hacer política en su país una persona debía primero tener la bendición de la embajada de los Estados Unidos.

La sociedad latinoamericana del siglo XXI, en la lupa de los intelectuales. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
La sociedad latinoamericana del siglo XXI, en la lupa de los intelectuales. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

“Nosotros hemos botado al embajador norteamericano y estamos muy contentos sin el embajador norteamericano”, destacó.

“Ahora en Bolivia, si usted quiere ser político, ya no tiene que vestirse de vaquero o de cowboy para ir a las fiestas de la embajada”, agregó.

LA CAMPAÑA FEROZ CONTRA EVO MORALES

En otro tramo de su alocución, Álvaro García Linera contó la “campaña feroz” orquestada por los Estados Unidos contra el Gobierno de Evo Morales, neutralizada por la acción de la UNASUR (organización internacional formada por 12 países latinoamericanos), sin cuya acción “ahora estarían hablando de mí in memoriam”, dijo.

“Sin el Presidente Kirchner, sin el Presidente Hugo Chávez, sin el Presidente Lula Da Silva a nosotros nos hubieran aniquilado. Por tanto, ¿cómo no voy a valorar a esta Latinoamérica emancipada que no le pregunta a los Estados Unidos qué es lo que tiene que hacer?”, afirmó con entusiasmo.

Con respecto al futuro del llamado “ciclo progresista”, Álvaro García Linera afirmó que “todo puede suceder”, porque hay circunstancias como las crisis económicas o la caída de los precios de los minerales, el gas y el petróleo ponen a prueba los distintos procesos revolucionarios de la América Latina.

“Veremos cómo atravesamos esta prueba. Hay la posibilidad de ampliar los procesos, hay la posibilidad de que esos procesos caigan. Todo es posible. En todo caso, ¿qué es lo que hace un revolucionario colocado en un punto de bifurcación? Ve el abanico de opciones y elige la revolucionaria”, dijo.

“Eso es lo que tenemos que hacer. Cada día lo hacemos. Toda revolución es confusa y caótica, corres el riesgo de que te maten, pero no nos atemorizamos, seguiremos haciendo revolución mientras nos quede vida”, concluyó.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas