La artista Andrea Arroyo denunció que empleados del lugar no permitieron a algunos padres de estudiantes desaparecidos permanecer en el recinto por portar las pancartas de las fotos de sus hijos.
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- La artista visual, Andrea Arroyo, escribió un comunicado dirigido al director del Instituto Cervantes, de Nueva York, en el que reclamó que empleados del lugar no permitieron a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, permanecer en el lugar por portar las pancartas de las fotos de sus hijos.
La artista mexicana, radicada en la ciudad de Nueva York, EU, escribió un comunicado al director del Instituto Cervantes, Ignacio Olmos, donde le manifestó su rechazo al trato otorgado a padres de los alumnos de la Normal de Ayotzinapa, cuando ellos habían asistido de manera pacífica.
En el documento se explica que cinco de las madres viajaron a Washington, EU, para poder reunirse con el Papa Francisco durante su vista a ese país, sin lograrlo. Después, viajaron a Nueva York para impulsar la lucha, lo que la artista Arroyo aprovechó para invitarlas a un par de eventos relevantes en su causa.
El primero era la presentación de la cantante Lila Downs en el Museo de Barrio, donde las madres fueron presentadas públicamente, y el segundo, la visita de la periodista Lydia Cacho en el Instituto Cervantes el 29 de septiembre pasado, en el evento “ Esclavitud Inc.: La historia no contada de tráfico sexual internacional”.
Al segundo evento arribaron las cinco madres y un padre de los estudiantes, con previo aviso al Instituto, asegura. Minutos después de que los padres tomaran asiento, trabajadores del lugar notificaron a Andrea Arroyo que no podrían permanecer en el auditorio si exponían sus pancartas que llevaban enrolladas, a lo que se les explicó que no contenían consignas políticas sino sólo el rostro de sus hijos, pero las autoridades explicaron: “No pueden sacar pancartas, esta es una institución cultural, no política”, expuso la artista visual en su comunicado.
Arroyo dijo que explicó que el evento, por el tema, era abiertamente político, además de los padres no tenían la intención de sacar las pancartas durante el acto, sino sólo conocer a la periodista.
En medio de lo ocurrido, Arroyo solicitó que los padres pudieran esperar en el patio del recinto a Lydia Cacho para poder platicar con ella, puesto que ya habían salido del auditorio, pero los elementos de Instituto se negaron e incluso, indicó, ordenaron que lo hicieron fuera de este.
Al final de su comunicado, la artista visual pide a Director del Instituto de Cervantes una explicación sobre la reacción que tuvieron los empleados del lugar con los padres que llegaron de manera pacífica para escuchar una importante defensora de derechos humanos.