El nuevo director del organismo señaló que su misión es hacer que el Fonca se adapte a la realidad del país, con el compromiso de ser más horizontal, al asumir el cargo.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- México no es tecnológica y socialmente, el mismo de hace 30 años, cuando nació el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), por lo que es momento de replantear y actualizar este espacio tan privilegiado, que ha sido ejemplo en todo el mundo, para que responda a la realidad concreta del país, consideró el nuevo director del organismo, Mario Bellatin.
Al asumir el cargo, el escritor destacó que su tarea y misión es hacer que esta instancia de la Secretaría de Cultura pueda adaptarse a la realidad, con el compromiso de ser más horizontal.
Edgar San Juan, subsecretario de Desarrollo Cultural, al dar posesión del nuevo cargo a Mario Bellatin, en representación de la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, celebró que ahora los creadores formen parte del nuevo equipo de la Secretaría de Cultura.
La designación del escritor al frente del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes se da en el contexto de lo expresado por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, al asumir la responsabilidad al frente de la institución en el sentido de que es propósito de la nueva administración acortar la ruta entre los recursos y sus beneficiarios, que son los creadores.
Mario Bellatin señaló que en esta coyuntura tenemos que volver a preguntarnos cuestiones básicas, como qué es una beca, qué es México, dónde empieza y dónde termina y hasta dónde podemos llegar. “Es volver a preguntarse absolutamente todo, no vamos a cambiarlo todo, es tratar de replantearnos, no dar por supuesto cosas, porque la realidad inmediata requiere ser acordes con este reto social”.
Sin sacrificar, reflexionó, un espacio tan privilegiado como el Fonca, “que sigue siendo modelo en el mundo para otros países, aquí existe esta posibilidad, que es copiado por muchos gobiernos, mal copiado o medio copiado”.
Muchos países –consideró el autor–, no llegaron a fondo como México, que sí apostó porque este sistema llegue hasta sus últimas consecuencias y ahora el reto es ver hasta dónde se puede llegar.
“El reto que yo tengo es ver hasta cuáles pueden ser las últimas nuevas consecuencias, qué cosa es lo que nos pide la sociedad y cómo podemos dialogar con esa fuerza del Fonca de los últimos 30 años para seguir adelante”, destacó Mario Bellatin.
El Fonca siempre está en peligro ante los cambios de gobierno y debemos “tratar de cimentarnos, hacernos necesarios para que no dependamos de decisiones externas, sino que ya seamos parte fundamental de la sociedad, no sólo del espacio cultural, sino también del espacio social mexicano, es un derecho para todos, tanto para los artistas como para el resto de la comunidad”, dijo.
De ahí que en su gestión al frente del Fonca, el escritor trabajará para extender las obligaciones de los artistas a la sociedad y dará un especial énfasis al tema de la retribución social, “porque el artista necesita ese apoyo y también la sociedad nos necesita”.
Recordó que en su papel de creador, gran parte de su trabajo ha sido desarrollado gracias a la complicidad del Fonca y su equipo de trabajo, durante tanto tiempo y en distintos órdenes: como jurado, como receptor de becas y hasta el apoyo de conversión, que obtuvo para la Escuela Dinámica de Escritores. “He pasado por muchas instancias, casi por todas”.
Mario Bellatin nació en 1960 en la Ciudad de México. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte de 1990 a 2005; en 2001 fundó la Escuela Dinámica de Escritores; en el año 2000 obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores por su novela Flores; en 2002 se hizo merecedor de la Beca Guggenheim; en 2008 fue reconocido en el Premio Mazatlán de Literatura por su novela El gran vidrio. Este 2018 le ha sido otorgado el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso. Es autor de obras como Mujeres de sal, Efecto invernadero, Salón de belleza, El libro uruguayo de los muertos.