Se estima que cada año al menos 250 mil armas son traficadas ilegalmente de Estados Unidos a México, según datos del Gobierno y el informe de US Stop Arms. Con el inicio del segundo mandato de Donald Trump existe preocupación de que los avances en la regulación y control para detener el tráfico de armas puedan sufrir un retroceso.
Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).- El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría impactar en un tema clave para México en la agenda binacional y en el que se había avanzado durante las administraciones salientes de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador: el control del tráfico de armas.
La inseguridad que se ha recrudecido en estados como Sinaloa, Chiapas, y tras la masacre en Querétaro, el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar lanzó un reclamo a México por la inseguridad, acusando que la estrategia de seguridad y la política de “abrazos, no balazos” no ha dado los resultados esperados, además de advertir que la “austeridad republicana” iniciada durante el Gobierno anterior representa un riesgo grave en materia de seguridad.
Sin embargo, es importante recordar que la inseguridad en el país es perpetrada con armas que provienen de Estados Unidos, y que los esfuerzos para detener el tráfico ilegal de armas se han realizado principalmente por las autoridades mexicanas.
“Para nosotros, cada crimen que se registra en México es muy posible que sean armas de los Estados Unidos. Nosotros incluso pensamos que los datos se quedan cortos en términos de cuántas armas (traficabas ilegalmente) son las que se pueden contabilizar al año. ¿Qué tantos avances consideramos que han habido? Nosotros creemos que muy poco, creemos que lo único que se ha avanzado ha sido por parte de la demanda del Gobierno de México, pero por parte de Estados Unidos, hemos visto poca o nula acción, ua sea del lado del gobierno demócrata o del gobierno previo de Trump”, señaló Marco Castillo, de la organización binacional US Stop Arms, en entrevista con SinEmbargo.
Especialistas y organizaciones que han impulsado los esfuerzos para detener el ingreso ilegal de armas estadounidenses temen que el impulso para una regulación esté en riesgo y que los pocos logros en la agenda pueden incluso tener un retroceso.
“El panorama es negativo, nosotros tememos lo peor. Pensamos que con la administración de Trump se van a dar pasos hacia atrás en los esfuerzos que se habían ganado desde la sociedad civil de Estados Unidos, en términos de regulación de armas hacia México; va a retroceder en la regulación que ya existía hacia la venta de armas”, dijo Castillo.
Donald Trump llegará a su segundo mandato presidencial en Estados Unidos de la mano de un Partido Republicano fortalecido, ya que, además de ganar la Presidencia, alcanzará una mayoría en el Congreso. Los resultados electorales señalan que este partido lograría al menos 52 escaños en el Senado frente a 43 de los demócratas, y 205 escaños en la Cámara de Representantes, acercándose a los 218 necesarios para consolidar el control.
El hecho de que Trump pueda gobernar con ambas cámaras bajo control le permitiría avanzar en una agenda legislativa que, de acuerdo con los expertos y por la experiencia del mandato previo, beneficiaría a la industria armamentista.
León Castellanos Jankiewicz, experto en derecho internacional del Instituto Asser en Ámsterdam, consideró que el apoyo del Partido Republicano a empresas y fabricantes de armas podría traducirse en iniciativas legislativas encaminadas a desmantelar algunas de las reformas implementadas durante el mandato de Joe Biden y dificultar el combate al tráfico ilícito hacia México.
“Estamos viendo también que el control del Congreso estadounidense y del Senado van a estar bajo el Partido Republicano. A futuro, en los próximos al menos dos años (antes de las elecciones llamadas primarias legislativas de 2026), serán muy favorables a los fabricantes de armas, y eso, pues, hay que estar preparadas y preparados porque se vienen, a lo mejor, iniciativas que van a liberalizar el comercio y, quizá, desmantelar algunas de las reformas del presidente Biden”, expresó el especialista.
Aunque los expertos consideran que los mayores avances y lucha contra el tráfico ilegal de armas han venido desde el lado México, Castellanos señaló que durante el gobierno de Biden sí hubo esfuerzos, pues explicó que se promovió una reforma legal en 2023 que prohibió el tráfico transfronterizo de armas, una legislación federal que a consideración de Castellanos, permite a México avanzar en demandas presentadas en Massachusetts y Arizona contra actores negligentes de la industria armamentista.
“Esta ley establece que cualquier persona o comercio que coopere con traficantes de armas que transporten estos productos a través de la frontera puede enfrentar cargos federales en Estados Unidos”, detalló.
El propio embajador Salazar incluso reconoció que las armas que generan un baño de sangre en el país, provienen de Estados Unidos, pero insistió en que Estados Unidos, en la administración de Biden, sí ha realizado acciones.
“Es la realidad: las armas vienen de los Estados Unidos, más de 70 por ciento que matan a tantos, tantos heridos. La realidad nosotros hemos tenido programas, que tenemos que trabajar para reducir el de armas y afortunadamente sí hemos tenido éxito y lograr”, dijo el diplomático a pregunta expresa de SinEmbargo.
Además, cuestionado de si habrá continuidad o cree que haya un retroceso con la llegada de Trump, Salazar no lo descartó, pero dijo que será el nuevo gobierno quien tendrá que responder.
TRÁFICO DE ARMAS
Cada año, aproximadamente 250 mil armas cruzan de manera ilegal de Estados Unidos a México, de acuerdo con cifras oficiales del gobierno estadounidense citadas en el reciente informe Río de Hierro de Armas, realizado por el proyecto Alto a las Armas de Estados Unidos a México (Stop US Arms to Mexico en inglés), Sin embargo, solamente al menos 20 mil armas por año son recuperadas en México y sometidas para el rastreo.
“Nosotros incluso pensamos que los datos se quedan cortos en términos de cuántas armas son contabilizadas al año”, señaló Castillo, al considerar que la cifra de 250 mil armas anuales podría ser aún mayor, ya que considera que el tráfico de armas ocurre en todos los estados de México.
Marco Castillo destacó que el flujo constante contante de armas es alarmante, ya que el 70 por ciento de las armas recuperadas en escenas del crimen en México provienen de Estados Unidos, lo que agrava la situación de violencia en el país.
En México en todo el 2023 se registraron al menos 18 mil 046 víctimas de homicidio doloso perpetradas con armas de fuego, y al menos 8 mil 250 personas fueron heridas con algún arma de fuego, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública.
“Cada crimen que sucede en México es muy posible que esté relacionado con armas de Estados Unidos; no es una sorpresa que estas armas hayan sido encontradas en la escena del crimen”, comentó.
El impacto de este tráfico de armas ha mostrado un incremento notable en el último año, ya que el gobierno mexicano ha intensificado sus reportes al gobierno estadounidense sobre las armas recuperadas, detalló Castillo, quien dijo que el informe más reciente, se registró un incremento del 45 por ciento en las armas identificadas como provenientes de Estados Unidos, en comparación con años anteriores.
“Eso solo dice que están vendiendo armas de guerra a los cárteles y que saben que lo están haciendo, porque no están vendiendo pistolas a los estadounidenses para que practiquen tiro o se defiendan en sus casas. Estamos hablando de grandes cantidades de armas de alto calibre que cada vez más se están vendiendo de manera ilegal”, expresó.
¿QUÉ PASARÁ CON EL REGRESO TRUMPISTA?
El regreso del republicano Trump no genera muy buenas expectativas para quienes luchas contra el tráfico de armas hacia México y la migración, ya que durante su primer mandato, adoptó una postura que facilitó la venta de armas.
Marco Castillo, por ejemplo, recordó que una de las decisiones tomadas en la administración fue la eliminación de la supervisión del Departamento de Estado sobre las exportaciones de armas, trasladándola al Departamento de Comercio, medida que permitió que las ventas de armas se priorizaran por encima de la revisión sobre el destino de las mismas.
“Si Donald Trump hizo eso, eso te habla de que él tiene una posición de que las armas son un negocio y que no le interesará meterse en temas de a quién se le venden”, afirmó Castillo. El hecho de que el Departamento de Comercio no aplique regulaciones estrictas ha permitido que las armas se vendan sin los controles previos que existían en la administración anterior.
Por su parte, León Castellanos señaló que la política del flujo de armas con Trump podría estar estrechamente relacionada con su postura sobre la migración, uno de los temas más relevantes de su campaña.
“Hay una correlación directa entre el número de personas que se están movilizando, que están atravesando la frontera y llegando al vecino del norte. Entonces, toda esta movilización de personas se genera por la violencia que causan las armas. Yo creo que México ha hecho un muy buen punto introduciendo estas demandas al decir: ‘Miren, si ustedes quieren que nosotros les ayudemos a disminuir la migración, nos tienen que ayudar a disminuir el flujo de armas que viene de arriba para abajo’. Yo creo que esa es una carta que el gobierno mexicano tiene muy bien armada gracias a las demandas y competirá al gobierno actual de la presidenta Rainbow, la Cancillería y los demás funcionarios y funcionarias de darle seguimiento a esa política, porque yo creo que ha sido muy sensata, muy estratégica y muy bien plasmada para que las contrapartes en Estados Unidos puedan entender las implicaciones de por qué se está generando esta migración, que ellos también tienen que poner de su parte”, detalló el investigador de la Universidad de Amsterdam-
Castillo también coincidió con esta idea, afirmando que Estados Unidos no podrá regular la migración sin detener el tráfico de armas. “Si quieren de verdad regular la migración, tienen que detener el flujo de armas, porque esas armas son las que están expulsando a la gente de sus comunidades”, abundó.
LITIGIO DE MÉXICO
Las demandas presentada por el Gobierno mexicano contra, inicialmente ocho armerías de Estados Unidos en 2021 y 2022, pero que ahora solo es contra dos empresas: Smith & Wesson Brands, Inc. y Witmer Public Safety Group, Inc, sigue su curso y está en manos de la Corte de Estados Unidos. En agosto pasado, durante una audiencia celebrada por la Corte de Distrito de Boston, se analizaron las próximas etapas de la demanda, después de que el 7 de agosto, un Juez determinó que seis de ellas no podían ser juzgadas en dicho tribunal, a pesar de que realizan actividades comerciales en Massachussets.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que tal decisión “no absuelve de responsabilidad a las seis empresas por los daños ocasionados” a México, por lo que se estudiarían las alternativas legales que puedan tomarse para continuar con el proceso”.
Asimismo, Secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, declaraba el pasado 7 de octubre (antes de la jornada electoral estadounidense) ante el Senado de la República sentirse confiado en que el Gobierno de México saldrá victorioso de las demandas que presentó.
León Castellanos consideró que la demanda presentada por México contra las armadoras en Estados Unidos ha tenido un gran impacto en la industria de producción de armas en ese país.
“Yo creo que hay un antes y un después acerca de cómo se habla de comercio responsable o irresponsable de armas y estas empresas pero también otras compañías aquí en Europa han estado bastante pendientes y han dado muchos seguimiento a este tema”, dijo.
Ambos especialistas destacaron que el litigio es una cuestión de la rama judicial y no debería verse influenciado por la administración de Donald Trump, sin embargo, dado el control que Trump tiene sobre el Congreso y la Corte Suprema, no descartaron la posibilidad de que Trumpo intente presionar a favor de las empresas armamentistas
“Obviamente hay líneas ideológicas que las y los jueces de la Suprema Corte estadounidense siguen, y en este caso, y en este momento, hay una mayoría conservadora en la Suprema Corte, lo cual genera cierta inquietud. ¿Por qué? Porque esa ideología es la que da preferencia a los derechos de portación de armas y a las políticas liberales de venta de armas”, destacó Castellano.
“Que lo haga. Sí, podría hacerlo. Sería un acto de corrupción, por supuesto, sería ilegal, por supuesto que lo sería, y nosotros vamos a luchar y acompañar al gobierno de México en buscar que esas demandas sigan bajo derecho, lo que les corresponde”, añadió Castillo.
En cuanto a la postura de México, los especialistas destacaron la necesidad de que el gobierno mexicano continúe presionando a las contrapartes en Estados Unidos para evitar retrocesos en el litigio.
“El gobierno mexicano, pues, también tiene que poner presión a las contrapartes en Estados Unidos, para que ese trabajo que ya se viene haciendo no tenga un retroceso, y pues actuar de forma muy estratégica”, dijo el académico.
Castillo, por su parte, expresó que el nivel de violencia que enfrenta México no puede explicarse sin la presencia de las armas provenientes de Estados Unidos y que solo una negociación eficaz por parte del gobierno mexicano podría asegurar que se mantengan los pocos avances logrados hasta el momento.
“No vemos en Trump un ánimo de reforzar estos esfuerzos, y creemos que solo una negociación eficaz por parte del gobierno de México podría asegurar que, al menos, se mantenga el poco avance logrado hasta ahora”, expresó Marco Castillo.