Los cuerpos ya no caben en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, Guerrero, y el olor que desprenden llega a las zonas aledañas. Son más de 600 cuerpos que ha dejado la violencia en el estado, el cual, según las propias palabras del Gobernador Héctor Astudillo Flores, no tiene recursos humanos, materiales ni económicos para hacerle frente.
Guerrero es el estado más violento del país con mil 726 homicidios dolosos registrados de enero a septiembre de este año, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. La inseguridad ya rebasó todas las estrategias implementadas para contenerla, por lo que ahora el mandatario priista le exige al Gobierno federal– del mismo partido– atender el problema.
Por Daniel Velázquez y Luis Blancas
Guerrero/Ciudad de México, 15 de noviembre (ElSur/SinEmbargo).- El Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, declaró que la entidad vive un grave problema de inseguridad que requiere ser atendido “con la mano” de la federación, pues el estado no tiene recursos humanos ni materiales para enfrentarlo.
En entrevista con Denisse Maerker, en Radio Fórmula, Astudillo Flores aceptó que en la entidad ha crecido el problema de la violencia.
Dijo que el problema de la inseguridad en Guerrero “brilla negativamente” y que esto es consecuencia de la tragedia que vivió la entidad, sin especificar cuál, pero se entendió que se refiere a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala en septiembre de 2014: “No se debe olvidar que el caso Guerrero es un asunto de seguridad nacional y así tienen que verlo y aprovecho tu medio para expresarlo. Ojalá y sea escuchado”.
De los recursos con que cuenta el estado para enfrentar el problema de inseguridad, el gobernador reconoció que “no tengo los recursos humanos ni materiales para enfrentar el tamaño del problema que tengo en Guerrero, pero lo hago todos los días con lo que tengo. Estoy en todos los problemas, voy a hacer una tarea titánica pero la voy a hacer y van a regresar a la escuela” en los municipios de Zitlala y Chilapa. Luego Astudillo Flores añadió que como gobernador de Guerrero “estoy con la calidad moral para decir y exigir que hay un grave problema en este estado que hay que atender con la mano de la federación”.
A la pregunta de si se siente abandonado por la federación, Héctor Astudillo respondió que no. “No, no estoy abandonado pero creo que necesitan poner más los ojos en Guerrero”.
–¿No le agobia despertar y ver las cifras del fin de semana, cuando se registraron 16 homicidios y se encontró una fosa con 14 cuerpos?
–Me preocupa, me lastima, me hace sentir en ocasiones con un sentimiento de impotencia, pero trato todos los días de darme ánimos porque soy el gobernador y tengo enfrentar. Soy el primero que lo tengo que enfrentar pero también haría muy mal en pensar que solo lo voy a resolver.
–¿Se siente abandonado?
–No, no estoy abandonado pero creo que necesitan poner más los ojos en Guerrero.
Insistió en que no puede bajar la guardia, que Guerrero vive una situación complicada y que todos los días debe intentar atender el problema de la inseguridad.
Del cierre de escuelas, Astudillo Flores explicó que a consecuencia del sismo del 19 de septiembre se suspendieron clases en las escuelas para esperar que los edificios fueran revisados y descartar riesgos y fue en ese lapso cuando grupos de la delincuencia organizada dejaron mensajes en los planteles, “para espantar a maestros fundamentalmente”.
Agregó que las fuerzas federales de seguridad pública le darán seguimiento al problema del cierre de escuelas en Chilapa y Zitlala para hacer sentir a los maestros, alumnos y padres de familia “que hay toda la determinación de la federación y el estado” para resolver el problema.
Astudillo Flores reiteró que la ubicación geográfica de Chilpa y Zitlala “está al pie” de una zona donde se siembra, produce y se saca amapola y eso genera una “competencia salvaje” entre grupos de la delincuencia organizada que deriva en asesinatos y amenazas.
Ofreció hacer “todo lo que sea necesario” para devolver la confianza a los maestros, alumnos y padres de familia para que reanuden clases.
LOS CUERPOS AMONTONADOS EN SEMEFO
Ayer, trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) pararon labores, cerraron las oficinas y denunciaron el mal olor que desde hace más de un mes desprenden más de 600 cuerpos que están en las instalaciones contiguas del Servicio Médico Forense (Semefo), y que afecta su salud.
El delegado sindical de la sección Séptima del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), José Luis Nava Delgado informó que están saturadas las morgues, que tienen más de 600 cuerpos, una de las dos cámaras de refrigeración está inservible y cada uno de los depósitos tiene capacidad sólo para 180.
A las 12 del día los trabajadores administrativos abandonaron las oficinas donde laboran debido al mal olor que desprenden los cuerpos, y exigieron que intervenga el fiscal general, Javier Olea Peláez.
Algunos de los trabajadores que salían de sus oficinas con sus manos se tapaban las narices y boca, otros se cubrían con su suéter, playera y cubrebocas.
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El delegado sindical del SUSPEG, José Luis Nava Delgado se quejó de que desde hace más de un mes han solicitado a las autoridades el cambio del Semefo, para evitar focos de infección que afectan a los 500 trabajadores administrativos, debido a que las instalaciones están saturadas con más de 600 cadáveres sin identificar.
Comentó que el mal olor del Semefo es debido que está inservible una cámara de refrigeración donde se encuentran los cuerpos de las víctimas sin identificar.
“Pedimos el cambio de Semefo, la verdad afecta la salud de los 500 trabajadores, porque esta saturado con 600 cuerpos, una cámara de refrigeración se encuentra inservible y la capacidad tiene de cada cámara de 180 cuerpos, pero tiene 250 cadáveres, más los que se encuentran en el suelo”, indicó.
Nava Delgado dijo que peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense llegaron al Semefo hace 15 días, y con peritos de la Fiscalía trabajan para la identificación de las víctimas en el acceso, y eso provoca el mal olor que llega a las oficinas de la FGE.
Señaló que han solicitado la intervención desde hace más de dos meses al fiscal general Olea Peláez y los vicefiscales, pero no han tenido respuesta para atender sus peticiones y “como presión abandonamos las oficinas, suspendimos labores y tomamos la entrada de las oficinas de la Fiscalía”.
“Por ejemplo en el caso de nuestro jefe y el mismo fiscal tiene sus oficinas acondicionadas, con aires acondicionados y nosotros como trabajadores las áreas de trabajo están en pésima condiciones y entra el mal olor del Semefo, esto ha causado que mis compañeros sufran dolores de cabeza y náuseas”, declaró.
Otra trabajadora exigió al Gobernador Héctor Astudillo Flores y a la Secretaría de Salud estatal que trasladen a otro lugar las instalaciones, y a los trabajadores les otorguen un receso laboral cuando los peritos hagan los trabajos de identificación de los cuerpos, “con el fin de no afectar nuestra salud y respetar nuestro trabajo, porque con el mal olor no podemos realizar nuestra chamba”.
A la Fiscalía llegó el vicefiscal de Control, Evaluación y Apoyo a la Procuración de Justicia, Francisco Javier Hernández Ruiz quien dio la autorización para que los trabajadores se retiraran de la institución, pero no atendió las demandas.
HACEN LOS PERITAJES EN EL ÁREA DE DESCARGA
Después un grupo de fotógrafos y reporteros entraron al Semefo, en el acceso donde las camionetas descargan los cuerpos de las víctimas para depositarlos en las planchas y cámaras de refrigeración se constató que había unos seis peritos y trabajadores vestidos de blanco, haciendo las pruebas de identificación de los cadáveres a la intemperie.
Al notar presencia de los comunicadores los empleados metieron las bolsas de los cadáveres que se encontraban en el suelo de este acceso ubicado al aire libre, y uno tomó fotos a los reporteros y fotógrafos.
Consultado por teléfono el delegado sindical de la sección Séptima del SUSPEG, José Luis Nava informó que fueron atendidos por el fiscal general Javier Olea Peláez, y acordaron la suspensión de labores para hoy porque peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y del institución continuarán sus trabajos.
Señaló que los funcionarios de la FGE les informarán cuándo regresarán a trabajar a sus oficinas, y Olea Peláez les informó que la institución comprará una cámara frigorífica para que “no haya mal olor” y los cuerpos estén conservados.
Del cambio del lugar de las instalaciones de Semefo tendrán una reunión con el gobernador Héctor Astudillo Flores, agregó.