Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).– Los alimentos, las bebidas, el tabaco, los productos agropecuarios, la carne y los energéticos son los productos que más se han encarecido en lo que va del año, según la Minuta número 31 de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
Los productos que han aumentado su precio de manera relevante han sido las mercancías (alimentos, bebidas y tabaco) en un 5.30 por ciento, los productos agropecuarios un 8.53 por ciento, mientras que la carne (o pecuarios) ha incrementado 12.36 por ciento.
Este aumento a los precios, en especial el de la carne, se debe principalmente a choques de oferta a nivel global sobre estos productos, lo que a su vez ha generado que la inflación se haya ubicado por arriba del 4 por ciento estimado. De esta manera, la inflación general anual pasó de 4.07 por ciento en la primera quincena de agosto de 2014 a 4.32 por ciento en la primera quincena de octubre, según el banco central.
En el caso del incremento en los productos agropecuarios, el cual enfrentó presiones al alza fueron por efecto de los choques de oferta sobre los precios de la carne de res y de cerdo.
Por su parte, el subíndice de precios energéticos continuó registrando tasas elevadas de crecimiento anual, aunque hayan presentado una ligera reducción. Durante el primer cuarto de 2014 en el caso de los energéticos se encontraba en 7.81 por ciento y aumentó a 7.86 por ciento en el primer cuarto del mes de octubre.
Jorge Gordillo Arias, director de análisis económico de CIBanco, dijo a SinEmbargo que “en México se subieron los precios agrícolas por la temporada de tormentas. En el mundo ha pasado algo similar y es un tema más estacional. Lo que sí creo es que por un lado después de este clima deberían de recuperarse los precios.”
No obstante, Alfonso Ramírez Cuellar, líder nacional de El Barzón, dijo que “la carne esté a 111 pesos el kilo y cuando la humedad ha permitido una cantidad de pastizales muy grande, es decir la base alimenticia del ganado es una base cuyos precios están desplomados y no se entiende por qué tiene unos precios que no se habían visto antes”.
“No se están sacando por los ciclos de producción, tampoco se está sacando ninguna utilidad en el trabajo diario que se desarrolla en los ciclos. Es una situación que debe de llamar la atención. La inflación está controlada en bienes y servicios, lo real es que a lo que se refiere a alimentos la inflación se salió de control y rompió las metas del Banco de México”, agregó el líder de El Barzón.
El estudio de la OCDE-FAO de Perspectivas Agrícolas 2014-2023 afirmó que “el aumento esperado en los precios del Pacífico abrirá un margen más alto respecto de los precios del Atlántico”.
Agregando que “ los precios de la carne de ovino alcanzaron niveles récord en 2012, porque la competencia con los productos lácteos para el pastoreo en Australia y Nueva Zelanda redujeron las exportaciones”.
Actualmente el consumo de carne está creciendo proporcionalmente a la caída de frijol y tortilla, en el caso de México. Sin embargo esto no justifica el aumento al precio del consumidor de carne.
“Hay una distorsión porque para el alimento del ganado ha alcanzado los precios más bajos de los últimos 20 años, además las lluvias han generado demasiado pasto en todas las regiones, entonces no se vale que la carne esté a 111 pesos el kilo”, afirmó Ramírez Cuellar.
En este sentido, el consumidor sufre precios muy altos y adquiere a precios a la canasta básica que son desproporcionados porque los márgenes de intermediarios que están bajo las cadenas comerciales son arbitrarios e inaceptables que le pagan muy poco a los productores y lo vende muy caro.
AUMENTO DE LOS ALIMENTOS
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó que “el aumento esperado en los precios del Pacífico abrirá un margen más alto respecto a los precios del Atlántico, pues el mercado basado en pasturas de este último ha sostenido suministros más altos en los años recientes”.
Jorge Gordillo afirmó que “esto tiene que ver con los conflictos geopolíticos con Rusia y Ucrania, ellos tienen una ganadería importante y a lo mejor tienen una influencia en el precio. Esperaríamos que el conflicto tendría un impacto importante en el precio”.
Asimismo, Alfonso Ramírez, de El Barzón, afirmó que “el problema es que tendremos un ciclo medianamente largo de desplome de precios al productor y el grado del problema es que tenemos un ciclo extremadamente largo de altos precios al consumidor esa es la característica fundamental”.
En este sentido, Banxico en su minuta afirmó que “como riesgo al alza existe la posibilidad de que, en su caso, incrementos en los salarios mínimos mayores a la inflación y al crecimiento de la productividad esperados afecten la evolución de la inflación”.
No obstante, Jorge Gordillo afirmó que “los precios que engloban la carne, aceites y azúcar tienen crecimientos anuales del -7 por ciento. Los lácteos son los que más han bajado pero la carne tiene un incremento anual del casi 12 por ciento todo lo demás está estabilizado”.
“Además del tema estacional que es uno de los que está en contra y a favor, la debilidad económica debería de jugar a favor de los precio en adelante”, dijo Jorge Gordillo. Esto debería de provocar que en el corto plazo los precios deberían de ir a la baja.
El director de análisis de CIBanco afirmó que “la economía global se está desacelerando y esto debe de provocar una disminución en los precios, los precios de los insumos, es algo que hemos visto incluso en el precio del petróleo en los últimos dos meses”.
Tanto la FAO como la OCDE esperan que “los márgenes de precios de la carne para el consumo, así como los índices de conversión de forrajes, mejoren, comparados con los observados en los tres años pasados en que los costos alcanzaron sus cimas recientes”.
Las perspectivas anticipan que el crecimiento en la productividad continuará. Los estimados en la tendencia de largo plazo sugieren que tanto la carne de cerdo como de las aves caigan una tasa de 1.5 por ciento anual y de 0.8 por ciento anual, respectivamente.
En este sentido, los países en desarrollo representarán 83 por ciento de la carne adicional consumida en 2023. De este porcentaje, los mercados asiáticos consumirán más de 50 por ciento.
Sin embargo, “para el mediano plazo, los índices de precios de carne para alimento permanecerán a la par, o quizá por encima de los niveles de tendencia, como resultado de los costos no alimentarios más altos, debido particularmente a factores relacionados con energía, servicios y regulaciones ambientales”.
Se prevé que el comercio de carne crezca más lento que en la década pasada, y en términos globales, representará apenas 10. 6 por ciento de la producción. De igual manera, el consumo de los países desarrollados será más lento que el de los países en desarrollo, pero en términos absolutos el consumo de estos se mantendrá en más del doble, 69 kilos per cápita, del nivel que éstos tienen.
El titular de El Barzón afirmó que esto se debe a que “empresas que han constituido una oligarquía en el mercado alimentario, se han negado sistemáticamente aceptar medidas de regulación para ordenar la oferta y generar mejores condiciones de vida a productores y consumidores”.
De igual manera, Jorge Gordillo afirmó que “el clima es lo que está encareciendo, sin embargo el precio va a bajar porque las economías emergentes y las economías desarrolladas están dando malos números, como es en el caso de Europa y China tampoco”, concluyó.