El estadio Al Thumama en Qatar, contará con un diseño e innovaciones tecnológicas que ayudarán al medio ambiente para demostrar que se puede generar energía de manera limpia y eficiente mientras se disfruta de uno de los eventos de futbol más grandes del mundo.
Madrid, 15 de octubre (EFE).- El Mundial de Catar 2022 es casi una realidad. Apenas queda un año para que eche a rodar el balón y la construcción de las infraestructuras marcha viento en popa. Sobre el terreno, las inauguraciones de los estadios se suceden con cuentagotas y el próximo en abrir sus puertas será el Al Thumama, una mezcla de tradición y modernidad con un sistema de refrigeración generada con energía solar puntero en sostenibilidad.
Proyectado por el estudio de arquitectura madrileño Fenwick Iribarren Arquitects junto con el arquitecto catarí Ibrahim Jaidah, el estadio Al Thumama se abrirá oficialmente el próximo 22 de octubre en Doha para acoger la final de la Copa del Emir, que enfrentará a los equipos de Xavi Hernández y Laurent Blanc: Al Sadd contra Al Rayyan.
26 GRADOS CON REFRIGERACIÓN LIMPIA
Los jugadores de ambos equipos se encontrarán con un escenario espectacular lleno de innovaciones. Y, una de las más relevantes apunta a uno de los sistemas más importantes y necesarios en un Mundial que necesita refrigerarse en el interior de los estadios. El calor de Catar, incluso en noviembre, era un reto para los arquitectos y diseñadores, que debían conseguir una temperatura óptima para los jugadores y el público. Y en el Al Thumama, han conseguido su objetivo. Además, de forma limpia.
El proyecto de la firma española se basa en la preservación y el respeto hacia su entorno medioambiental. Incluye la certificación del Sistema de Evaluación de las Sostenibilidad Global (GSAS) de cuatro estrellas, tanto en diseño como en construcción. Y, su tecnología de refrigeración de energía solar permite una significativa disminución de la huella de carbono de la estructura a largo plazo.
El arquitecto Mark Fenwick afirmó a EFE que la temperatura en el interior del estadio, tanto en el césped como en la grada, será de 26 grados. Y eso pese a que es abierto. El secreto, como confiesa, es a la vez difícil pero también fácil.
“Lo bueno del aire frío es que se queda abajo y el aire caliente se va. Hacemos dos cosas: una, echar desde debajo de los asientos y del campo para generar una capa de aire frío, casi como una piscina, de tres o cuatro metros. Y ahí se queda. La otra es más complicada, hay que hacerlo con sistemas de túneles de viento e informáticos, porque lo más importante es que el aire no entre en el estadio”, dice.
Y, para eso, la aerodinámica de la cubierta, ha sido diseñada para que el viento no entre dentro del estadio y saque el aire frío fuera. De ese modo, mediante sistemas mecánicos el frío sale y gracias a la arquitectura, el aire caliente no entra. “Funciona espectacularmente”. Y todo, a partir de energía solar, todo un hito.
LA “GAHFIYA”, TRADICIÓN AL SERVICIO DEL DISEÑO
Aparte de su sistema de refrigeración, el estadio Al Thumama es el más peculiar de los ocho que acogerán el Mundial por otra razón. Tal vez, es el más vistoso. Pero, sobre todo, será el más sentimental para la población de Catar, que verá en su diseño un guiño hacia su cultura y sus tradiciones. Concretamente, en la cubierta, con forma de “gahfiya”, una gorra tradicional árabe de punto normalmente utilizada por los jóvenes de Oriente Medio.
Será el segundo de los tres estadios diseñados por el estudio español que comenzarán su andadura oficial. Antes, ya abrió el Estadio Qatar Foundation, inaugurado el 15 de junio de 2020, mientras que el 30 de noviembre lo hará el Ras Abu Aboud, el primer campo desmontable en bloques que puede utilizarse en cualquier parte del mundo.
El Al Thumama será diferente a los otros dos. En el Qatar Foundation, el diseño, con forma de diamante irregular, no tiene tanto simbolismo. Y el Ras Abu Aboud el concepto importante no es el diseño, es la funcionalidad. El próximo 22 de octubre, los jugadores dirigidos por Xavi Hernández y por Laurent Blanc comprobarán en directo cómo el significado de una cultura prima sobre el resto de las innovaciones de un estadio con capacidad para 40 mil espectadores.
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Fenwick explicó cómo y por qué surgió la idea de diseñar un recinto con forma de una de las partes típicas de la vestimenta en Oriente Medio: El “gafihya” es un gorro hecho con ganchillo que llevan los niños de los países árabes. La idea del gorro nos vino a la cabeza para simbolizar la juventud de Catar. Eso les gustó mucho”, explica.
“El inicio del dibujo lo plasmó Ibrahim Jaidah. Esa fue la idea que enganchó a los clientes. Un estadio que simboliza la juventud de Catar, que es el futuro del país. La gente de los países árabes, cuando ven la imagen, la identifican al instante. Es la visión árabe más directa de todos los diseños de los estadios. Las connotaciones culturales son evidentes”, añade.
Para Fenwick, el simbolismo del diseño será “muy potente” para Catar, pero sobre todo, dejará un mensaje claro: “El futuro del fútbol o de la sociedad siempre es la juventud. Ese es el mensaje del estadio”, apunta.
ESTADIOS “ELEFANTES BLANCOS”
Además, el final del Mundial traerá cambios para el estadio, que ya se ha preparado para el cambio. La grada alta, con capacidad para unos 20 mil espectadores, se desmontará por completo para hacer oficinas y academias destinadas a clubes de fútbol y a la comunidad en forma de comercios y restauración.
Y es que a Fenwick, la idea de que los diseños de su estudio tengan un uso útil cuando finalicen los eventos para los que son creados, es fundamental. No quiere estadios fantasma, como en Brasil o en Sudáfrica. Por eso, se ha esforzado en que más allá del mes que dure el Mundial, sus recintos sigan en servicio.
En este sentido, el estadio Ras Abu Aboud será desmontable y se podrá instalar en cualquier parte del mundo; y, el Al Thumama, tendrá una grada reorganizable enfocada a la comunidad y a un par de clubes de la zona.
“Queremos que sea la solución a lo que llaman ‘elefantes blancos’, esos estadios de Sudáfrica y Brasil que están absolutamente obsoletos. Es vergonzoso que en países con tanta pobreza hayan dilapidado dinero. Es curioso que uno de los países más ricos del mundo haga la propuesta que tenía que haber llegado del país más pobre. Ahí queda”, afirma.
Ahora, mientras el estudio de Fenwick afronta otros proyectos, disfrutan de un trabajo que comenzó en 2008. Desde entonces, han diseñado y construido tres estadios del Mundial de Catar. En pocos días, se estrenará el Al Thumama, que antes de iniciar su andadura oficial ya ha recibido un premio, el prestigioso “MPIM/AR Future Project Award” en la categoría Deporte y Estadios.
Pero, sin duda, más allá del diseño, las innovaciones tecnológicas marcadas por la sostenibilidad del recinto serán el punto fuerte del estadio Al Thumama. En tiempos en los que el ecologismo empieza a abrirse paso como remedio al deterioro del planeta, en Catar, uno de sus estadios, pone su granito de arena para demostrar que se puede generar energía de manera limpia y eficiente.