El documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, de Netflix, se centra en los dos años de lucha en los que Marisela tuvo que enfrentarse a todo para exigir justicia ante un sistema que la ignoraba. Junto a su hijo Juan Manuel, esta mujer volcó su vida a la investigación que por propia cuenta llevaba para dar con Sergio.
La cinta muestra toda la impunidad en el caso, la omisión de las autoridades, pero sobre todo muestra a una aguerrida y valiente mujer que con cada marcha y lucha escribía una historia de amor para su hija.
Ciudad de México, 15 de octubre (SinEmbargo).– El documental de Netflix Las tres muertes de Marisela Escobedo muestra el peregrinar de una mujer tras el feminicidio de su hija en la búsqueda de justicia en un México donde no parece haber leyes, donde la impunidad e intereses reinan y revictimizan a las víctimas.
Diez años han pasado desde el asesinato de Marisela Escobedo y 12 del feminicidio de su hija Rubí a manos de su expareja. El documental dirigido por Carlos Pérez-Osorio y producido por Laura Woldenberg muestra cómo Marisela tuvo que recorrer ciudades del país en busca de justicia cuando unos jueces decidieron que a pesar de las pruebas, y que incluso el asesino admitiera su culpa, lo absolvieran. Su hija tenía 16 años y acababa de ser madre.
“Desde el momento en que personalmente yo escuché la historia quedé muy impresionado, con mucha admiración de escuchar de lo que hizo por aquí por allá, en Chihuahua, en Juaréz. Evidentemente había un interés de contar esta historia porque ya de entrada suena extraordinaria sin realmente conocer nada en la intimidad, en la familia. Conforme fuimos descubriendo todas las cosas que hizo, la integridad que tenía, cómo seguía el proceso legal que tenía que seguir pero paralelamente seguía sus investigaciones”, cuenta en entrevista con SinEmbargo, Pérez-Osorio.
El documental se centra en los dos años de lucha en los que Marisela tuvo que enfrentarse a todo para exigir justicia ante un sistema que la ignoraba. Junto a su hijo Juan Manuel, Marisela volcó su vida a la investigación que por propia cuenta llevaba para dar con Sergio, el hombre con quien se había casado su hija más pequeña.
Marisela hacia marchas, viajaba a muchas ciudades, dejó la vida que llevaba para seguir los pasos de Sergio que se escondía. Ella aseguraba que no se iba a conformar con el veredicto de los jueces, a la par que el caso llamaba la atención de los medios de comunicación.
Antes no se hablaba de feminicidio, esa palabra no existía en el vocabulario de nadie. Las muertas de Juárez eran algo centralizado que no pasaba en un ningún otro lugar de México. Marisela quería que el caso de su hija fuera el último, pero no fue así.
“En aquella época se hablaba de las ‘muertas de Juárez’ como este caso aislado que nadie entendía muy bien y que había como diferentes teorías de qué era lo que pasaba allá. Hoy nos damos cuenta que no son sólo las ‘muertas de Juárez’, sino que es un problema está a lo largo y ancho del país, y que no es un problema de unos cuantos. Esto afecta a todas capas de la sociedad, y lo que demuestra es la urgencia de las demandas, que son justas y urgentes, que muestran que debería haber un acceso a la justicia real, y donde debe existir la reparación de daños, pero también donde debe haber medidas de prevención porque al final de cuentas no podemos estar exigiendo nada más por reparación de daños para que las víctimas no se estén enfrentado a estos problemas sino realmente tenemos que atacar esto de la raíz”, comenta para este diario Laura Woldenberg.
El documental recoge que actualmente en el país son asesinadas 10 mujeres al día y que la impunidad en este tipo de casos se mantiene en un 97 por ciento de los casos.
Ver Las tres muertes de Marisela Escobedo significa llenarte de rabia al observar toda la impunidad que permea. Hay nombres, hay señalados y aún nadie ha pagado por sus delitos.
“Nosotros no intentamos politizar nada, sino al revés. Queremos que la audiencia saque sus propias conclusiones de entender la historia cómo sucedió. La revictimización en el sistema de justicia es constante. Maricela tiene que estar todo el tiempo repitiendo la historia, todo el tiempo repitiendo la historia cuando encuentra avances en su propia investigación, esto queda claro en los diarios que nos compartió la familia del puño y letra de Maricela, de Juan Manuel, de las declaraciones que hace, en las entrevistas que da a diferentes medios contacte está declarando eso ‘me hacen repito la historia una y otra vez’, esto habla de cómo estamos tratando a las víctimas en nuestro país, desde la pensión jurídica, la atención psicológica, creo que hay que revaluar completamente esto para que para que las víctimas primero tengas acceso a la justicia del que tiene derecho, pero también tengan un acompañamiento emocional porque también todo lo que conlleva a por esto, tener una ausencia en casa, tener un feminicidios, pues tremendo, cómo encuentras el espacio mental para estar bien, para hacer también todo lo demás que tengas que hacer. Lo que queremos con esta documental es que se abra la reflexión no solamente a nivel personal de la familia sino qué necesitamos de las instituciones para protegernos entre todos y todas”, declara Pérez-Osorio.
LA VALENTÍA DE MARISELA
Marisela murió tres veces: La primera, cuando asesinaron a su hija; la segunda, el momento en que dejaron en libertad al asesino; y la tercera cuando le arrebataron la vida afuera del Palacio del Gobierno de Chihuahua mientras se manifestaba una noche de invierno para exigir justicia.
Es imposible ver el documental y no sentir el dolor y la rabia por el actuar de las autoridades en el caso. No obstante la cinta muestra aún más la entereza de Escobedo. Una mujer valiente que aún teniendo todo en contra no se dejó vencer.
“Nosotros justo cuando empezamos a hacer el documental lo que queríamos era evitar era revictimizar a Marisela y a su familia. Nos parece que el enfoque que le queríamos dar es que la audiencia acabara sintiendo que Marisela tenía coraje y fuerza, y un valor excepcional que al final de cuentas sirva de inspiración porque si bien Maricela se enfrentó a faltas del debido proceso, tuvo violación de derechos humanos, en su caso se construyeron falsos culpables, y al final se convirtió en show mediático su asesinato y cómo se resolvió ‘entre comillas’, realmente el documental muestra esa parte humana pero de fortaleza y de lo que es capaz de hacer una madre para exigir justicia por el feminicidios de su hija”.
Las tres muertes de Marisela Escobedo es sobre todo una carta de amor de una madre a su hija a la que han arrebato la vida que tenía por delante. Una historia que inspira y que es contada por las entrevistas que Escobedo dio a medios, los diarios que la familia escribió para seguir el caso, grabaciones de los juicios y testimonios de personas que estuvieron cerca del caso.
“Es un tema de urgencia. La historia de Marisela Escobedo es una historia extraordinaria. No solamente por todos los feminicidios, el doble feminicidio, sino por todo lo que hizo Marisela y en lo que se convirtió. No sólo por ser una madre de cinco, sacándolos a todos adelante, y que se convirtió en una investigadora muy astuta. Una mujer extraordinaria que inspiró a toda una ciudad, a todo un estado y ahora esperemos que todo un país. La historia de Marisela Escobedo desde el inicio entendimos que tenia que ser contada y que tenía que llegar al mayor público posible”, comenta Pérez-Osorio.
El trabajo documental que inició desde desde hace 4 años llegó esta semana a las pantallas de Netflix y se tradujo a 30 idiomas para llegar a todo el mundo, pues lamentablemente el tema no es local como lo recalca Woldenberg:
“Nos parece que es una historia muy universal, se trata de lo que es capaz de hacer una madre para conseguir justicia por el feminicidio de su hija. Al final de cuentas es una historia del amor de una madre hacía su hija, y creo que eso es un tema lo suficientemente universal para generar empatía con diferentes tipos de audiencia, y en muchos países esto se va ver evidentemente como si fuéramos unos extraterrestres. Si tú ves esto es inaudito que pueda ver sistemas de justicia que estén así de podridos y otros países sentirán identificados. Lamentablemente en América Latina este tipo de negligencias y de faltas al debido proceso son muy comunes y yo creo que va a generar indignación también, va a evidenciar que las demandas feministas pues son justas y son urgentes, y va a meter presión a que las instituciones pongan más atención a este tipo de problemáticas”.
El caso se encuentra en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y se espera, que con el documental, vuelva a tomar la fuerza que necesita para hacer justicia.