Debido a un menor ritmo de expansión desde la crisis financiera la economía mundial crecerá en 2019 un 3 por ciento.
En un comunicado, el FMI explicó que el recorte en las tasas de crecimiento reflejó un “balance de riesgos” en el que destacaron: menor crecimiento global, volatilidad en los mercados financieros internacionales y la incertidumbre por la relación comercial con Estados Unidos.
WASHINGTON, 15 de octubre (EUROPA PRESS).- La economía mundial crecerá en 2019 un 3 por ciento, su menor ritmo de expansión desde la crisis financiera y ocho décimas por debajo del crecimiento registrado el año pasado, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha recortado dos décimas su previsión para este año, mientras que en 2020 el crecimiento repuntará al 3.4 por ciento, una décima menos de lo anticipado el pasado mes de julio, como consecuencia del impacto adverso del proteccionismo y de la elevada incertidumbre geopolítica.
“La economía global se encuentra en una desaceleración sincronizada”, reconoce el FMI en la última edición de su informe “Perspectivas Económicas Mundiales”, donde advierte de que el frenazo de la economía mundial obedece al incremento de las barreras comerciales, la elevada incertidumbre geopolítica, factores estructurales, la baja productividad y el envejecimiento de la población en las economías avanzadas.
“Los riesgos a la baja son elevados”, advierte la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, para quien las barreras comerciales y el aumento de las tensiones geopolíticas, incluyendo los riesgos vinculados al ‘Brexit’, podrían perturbar aún más las cadenas de suministro y obstaculizar la conanza, la inversión y el crecimiento.
“La materialización de estos riesgos podría conducir a un cambio brusco en la percepción del riesgo y exponer vulnerabilidades financieras acumuladas durante años de bajos tipos de interés”, añade.
En este sentido, Gopinath subraya que, a diferencia de la desaceleración sincronizada, el repunte económico previsto para 2020 “no es generalizado y es precario”, añadiendo que el ritmo de expansión previsto para las economías avanzadas será del 1.7 por ciento este año y el siguiente, mientras que los mercados emergentes y en vías de desarrollo el crecimiento se acelerará desde el 3.9 por ciento de 2019 al 4.6 el próximo año.
“Alrededor de la mitad de esto se debe a recuperaciones o recesiones más superficiales en mercados emergentes estresados, como Turquía, Argentina e Irán, y el resto a recuperaciones en países donde el crecimiento se desaceleró significativamente en 2019 en comparación con 2018, como Brasil, México, India, Rusia y Arabia Saudí”, explica el FMI.
De este modo, la economista jefe del FMI alerta de que, ante una desaceleración sincronizada y una recuperación incierta, las perspectivas globales “siguen siendo precarias”, por lo que no hay margen de error e insta a los líderes políticos a cooperar en “desescalar” las tensiones comerciales y geopolíticas.
MÉXICO A LA BAJA
En un comunicado, el FMI explicó que el recorte en las tasas de crecimiento reflejó un “balance de riesgos” en el que destacaron: menor crecimiento global, volatilidad en los mercados financieros internacionales y la incertidumbre por la relación comercial con Estados Unidos.
Para el Fondo, México crecerá 0.4 puntos porcentuales este año 0.5 por ciento menos que la previsión hecha tres meses antes.
En 2020 el crecimiento corresponderá al 1.3 por ciento, una baja de 0.6 puntos para el FMI.
El dato se mantuvo cerca de las expectativas de crecimiento del PIB real que se revisaron a la baja por los analistas del Banco de México (Banxico) que consideraron, en comparación mensual, una baja del 0.79 en julio a 0.50 por ciento en agosto.