Los familiares de las víctimas, exigieron castigo a los responsables, entre ellos el actual Alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil quien en aquel momento también estaba a cargo como delegado.
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Ciudad de México, 15 de octubre (EconomíaHoy/SinEmbargo).– Padres de las víctimas del News Divine, protestaron afuera de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para exigir justicia y castigo para los responsables a 10 años de la tragedia que cobró la vida de 12 personas, entre estas nueve jóvenes y tres policías.
Los familiares de las víctimas, exigieron castigo a los responsables, entre ellos el actual Alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil quien en aquel momento también estaba a cargo como delegado.
El 20 de junio de 2008 se realizó un operativo encabezado por el entonces por el secretario de Seguridad Pública (SSPDF), Joel Ortega y el director regional de la zona norte de la Secretaría de Seguridad Pública, Guillermo Zayas.
Elementos de la entonces SSPDF arribaron al antro ubicado en la delegación Gustavo A. Madero, con el fin de terminar con la venta ilegal de alcohol a menores.
Sin embargo, cuando se dio operativo, los asistentes a la ‘tardeada’ buscaron escapar del lugar, pero los elementos policiacos cerraron las puertas, creando un ‘tapón humano’ en el que varios jóvenes fueron aplastados.
Tras el hecho fallecieron:
Erik Jannete Rocha de 13 años,
Alejandro Piedras Esquivias de 14 años
Daniel Alan Ascorve Domínguez de 15 años
Isis Gabriela Tapia Barragán de 16 años
Rafael Morales Bravo de 18 años
Mario Quiroz Rodríguez de 19 años
Mario Alberto Ramos Muñoz de 22 años
Leonardo Amador Rivas de 24 años
Heredy Pérez Sánchez de 29 años
También los oficiales Remedios Marín Ruiz de 20 años, Pedro López García de 65 años y el Agente judicial Pablo Galván Gutiérrez de 55 años.
La menor Jennifer Jimenez Martinez, que en aquel entonces tenía 15 años, quedó en coma mes y medio, pero al despertar, no logró recuperarse al 100 por ciento.
Se le diagnosticó encelopatía anoxesquémica por falta de oxígeno a su cerebro, lo que le dejó secuelas irreversibles como la pérdida de movimiento, tiene que comer por una sonda y no puede comunicarse.
Hasta el momento, Alfredo Ortiz Maya, propietario del lugar, es el único que ha sido enjuiciado y sentenciado a 29 años de prisión.