Merrik B. Garland, Fiscal General de Estados Unidos, confirmó que Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán Loera, fue extraditado de México a EU luego de pasar nueve meses de prisión en México.
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Ovidio Guzmán López, narcotraficante del Cártel de Sinalo e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue sacado ésta tarde del penal del Altiplano, en el Estado de México (Edomex) por elementos de la Interpol con el fin de cumplimentar su proceso de extradición a los Estados Unidos.
El Fiscal General Merrik B. Garland, a través del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, confirmó el traslado, quien desde su detención buscó aplicar mecanismos legales para evitar su traslado hacia los Estados Unidos, donde se le acusará ante un tribunal por tráfico y distribución de drogas a dicho país.
De acuerdo con un comunicado oficial emitido la tarde de este viernes, Garland expuso que “hoy, como resultado de la cooperación policial entre Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, líder del Cartel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos. Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones del cartel”.
“La lucha contra los cárteles ha implicado un valor increíble por parte de las fuerzas del orden de Estados Unidos y de los miembros del servicio militar y de las fuerzas del orden mexicanas, muchos de los cuales han dado sus vidas en la búsqueda de la justicia. A ellos y a los fiscales del Departamento les agradezco su trabajo y su sacrificio. También agradezco a nuestros homólogos del Gobierno mexicano por esta extradición. El Departamento de Justicia seguirá responsabilizando a los responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha devastado demasiadas comunidades en todo el país”., concluyó.
Asimismo, Jesús García, corresponsal y editor del diario estadounidense La Opinión, confirmó el proceso de extradición de Ovidio Guzmán.
De acuerdo con el periodista, el hijo de “El Chapo” Guzmán posiblmente sería extraditado hacia Chicago, aunque también enfrenta cargos en la ciudad de Nueva York.
LAS DOS CAÍDAS DE “EL RATÓN”
El 17 de octubre de 2019, las Fuerzas Federales habían fallado en su intento por aprehender a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y líder de una de las células del Cártel de Sinaloa. Algunos lo llamaron “El Jueves Negro”, otros “El Culiacanazo”.
Lo capturaron y vino el caos: lo tuvieron por unos instantes, mismos que fueron grabados. La organización criminal presionó para su liberación y el Estado mexicano tuvo que ceder. La orden había sido dada por el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador para resguardar a la población. A la vuelta de tres años y poco más de dos meses —exactamente el 5 de enero de este año—, los militares lo intentaron de nuevo y lo lograron, pero no fue fácil. Ovidio Guzmán se resistió y Culiacán, Sinaloa, nuevamente ardió.
Aunque fue liberado en 2019, las autoridades –tanto mexicanas y estadounidenses– le siguieron la pista al joven capo. En Estados Unidos, “El Ratón” —como se le conoce— está acusado de conspirar para traficar y distribuir drogas a Estados Unidos desde México, particularmente heroína y cocaína, que importa desde Colombia, así como fentanilo. Además, también lo acusan de ser el autor intelectual del asesinato de un “popular cantante mexicano”, quien presuntamente se habría negado a hacer una presentación en su boda.
Estos señalamientos llevaron a que el Departamento de Estado de Estados Unidos emitiera en 2021 una ficha de búsqueda donde ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por información que llevara a su captura. También se le atribuye estar a cargo de al menos 11 laboratorios de metanfetamina ubicados en Sinaloa, los cuales al mes producen entre tres mil y cinco mil libras de esa droga.
La caída de Ovidio Guzmán López representa un golpe fuerte para el Cártel de Sinaloa y principalmente a la fracción de “Los Chapitos”, pero también tiene un valor de forma simbólica porque sería una afrenta a lo que ocurrió en 2019, que, desde entonces, siempre se le reprochó, por parte de la oposición a Gobierno federal, haber liberado al líder criminal.
“Es una captura muy importante porque es uno de los líderes criminales más relevantes, porque por un lado está Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, que podría decirte que es el objetivo número 1 a nivel nacional; por el lado del Cártel de Sinaloa, sin duda está el histórico [Ismael] ‘Mayo’ Zambada. Entonces, podríamos decir que Ovidio era el tercero o está en el top 3 de lo que podríamos llamar objetivos prioritarios de cualquier Gobierno en materia de seguridad”, expresó en entrevista con SinEmbargo, Víctor Sánchez Valdés, investigador especializado en temas de seguridad pública y crimen organizado de la Universidad Autónoma de Coahuila, en la Facultad de Jurisprudencia.
Pero eso no impidió una jornada violenta para Sinaloa.
LA CONTRAOFENSIVA REGRESÓ
La ofensiva del Cártel de Sinaloa nuevamente presionó. Durante la madrugada y a lo largo del 5 de enero se registraron más de 19 bloqueos que se extendieron por varias regiones. Aviones comerciales y de las Fuerzas Armadas de México (FAM) fueron baleados en el Aeropuerto de Culiacán. Se reportaron asaltos y despojos de vehículos a la población, que se tuvo que resguardar, por recomendación de las autoridades.
La gente vivió el terror mientras las autoridades sinaloenses trataban de calmarlas y atender la situación. “En recorridos en la ciudad, hemos visto civiles que se movilizan en sus vehículos ¡Por favor manténgase en resguardo hasta que informemos que ya existen las condiciones para circular ya que, continúan reportando despojos de unidades! Las autoridades seguimos trabajando”, señalaba uno de los múltiples tuits de Cristóbal Castañeda, Secretario de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa.
El narcoterror en las calles fue uno de los factores en común entre ambos operativos, según destacó Adrián López, director del periódico Noroeste al narrar los hechos en el programa Café y Noticias conducido por Daniela Barragán y Perla Velázquez.
“Los sinaloenses amanecimos con bloqueos, con narcoterrorismo, porque lo que vemos es al Cártel de Sinaloa realizando acciones para sembrar miedo”, señaló.
Como parte del balance, Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional, dio a conocer que la captura del hijo del “Chapo” Guzmán dejó al menos 10 militares, incluido un coronel en una agresión, muertos; así como otros 19 agresores que perdieron la vida.
Sandoval destacó que, a pesar de la respuesta del grupo criminal ante la detención de uno de sus líderes, así como los bloqueos, quema de vehículos y enfrentamientos con autoridades, no hay de “civiles inocentes que hayan perdido la vida”.
Sin embargo, el funcionario confirmó que 10 militares perdieron la vida durante la jornada y 35 uniformados más están lesionados. Asimismo, hay 19 agresores fallecidos, 21 detenidos, 17 de ellos junto a Ovidio Guzmán, que iban con él en varios autos en la localidad de Jesús María.
“Se detectó desde hace seis meses las áreas de influencia de Ovidio ‘N’, relacionado con trafico de anfetaminas y fentanilo, es la actividad principal a la que se dedicaba el detenido”, dijo Sandoval durante la conferencia de prensa diaria del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Detalló que la influencia de Guzmán López eran sobre todo las zonas al norte y noroeste de Culiacán.
El General aseguró que se tomó como experiencia la detención fallida del capo en octubre de 2019. “Hubo coordinación institucional de los tres niveles, reforzando seguridad, intensificando planes de defensa, adiestramiento, dotando a tropas con mayores medios previendo fuerzas de reacción rápidas en tierra y aire, todo para cumplir con el objetivo con las menores bajas”, expresó.
CPM Sedena Detención Culiacán, 06ene23LA CRÓNICA DE UNA DETENCIÓN ANUNCIADA
Ovidio viajaba la madrugada del jueves 5 de enero en seis vehículos a 45 kilómetros de Culiacán, en Jesús María. “Al estar alejado de la capital permite realizar la operación sin daños a la población”, dijo Sandoval. El grupo se defendió y agredió a las autoridades, que respondieron conforme a lo establecido.
“Los agresores huyen y se introducen en un domicilio en Jesús María, ahí continúa agresión. El personal del Ejército asegura a 18 personas armadas, entre las cuales está la cabeza del Cártel del Pacífico”. En esta detención hubo siete militares muertos y nueve heridos.
A partir de entonces, los supuestos integrantes del grupo criminal realizó bloqueos en diferentes puntos y accesos de Culiacán, y luego se extendieron a otras ciudades de Sinaloa. Sin embargo, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) extrajo a Guzmán López y lo envió a Ciudad de México antes de que pudieran rescatarlo. La intención de tomar el aeropuerto fue repelida y neutralizada por las autoridades.
En el proceso, dos aeronaves de la FAM, detalló Sandoval, “tuvieron que realizar aterrizaje de emergencia, pero por pericia de pilotos no hubo afectaciones”.
Tras el evento, actúan en Sinaloa tres mil 586 efectivos del Ejército y la Guardia Nacional, “entre los cuales está personal de fuerzas especiales y fusileros paracaidistas con alto grado de adiestramiento militar”.
Por la tarde del jueves, Sandoval confirmó el ataque contra personal del 43 Batallón de Infantería en Escuinapa, cuando se dirigía a reforzar la seguridad en Sinaloa, donde el Coronel Juan José Moreno Orzua perdió la vida. También murió un Comandante de Tropa y tres elementos más fueron heridos.
Con respecto a las agresiones, se registraron seis en la zona de Culiacán y localidades aledañas, sobre todo entre las 7:00 y 9:00 horas (tiempo local), cuando el rumor de la detención de Ovidio Guzmán comenzó a circular rápidamente.
Dos aeronaves, una de la FAM y una de línea comercial –Aeroméxico– recibieron agresiones. En total, fueron nueve bloqueos en la capital sinaloense, incluidas varias arterias principales, como boulevares, calzadas y carreteras de ingreso y salida a la ciudad.
En Mazatlán se presentaron también otros seis bloqueos, todas de carreteras, varias de ellas que conectan con Culiacán y otras ciudades importantes en Sinaloa. En Los Mochis se sumaron tres bloqueos más, dos de autopistas, así como las dos agresiones en Escuinapa donde fallecieron dos elementos militares.
En la lista de aseguramiento, se contabilizaron: cuatro fusiles Barret calibre 50; seis ametralladoras calibre 50 y 7.62; 26 armas largas; dos armas cortas; 111 cargadores abastecidos con cartuchos de diferentes calibres; 595 cartuchos de diferentes calibres; y dos chalecos antibalas.
Además, se aseguraron 13 vehículos y 40 automóviles más quedaron inutilizados. De estos últimos, 26 eran blindados. También se requisaron dos kilogramos de mariguana; 150 gramos de cocaína; y seis bolsas con pastillas de fentanilo.
El titular de Sedena también confirmó que mil elementos más de la Fuerza de Tareas conjunta –GN y Ejército– reforzarán operaciones en Sinaloa. En las afueras del Altiplano, el penal en Almoloya, Estado de México, donde se encuentra Guzmán López, ya hay un fuerte operativo con “dos círculos de seguridad” en el exterior de la prisión de máxima seguridad.
—Con información de Romina Gándara