El “no, ni mergas” reflexiona sobre lo bueno y lo malo que le ha dejado ese video, y llega a la conclusión de que han sido más cosas positivas que negativas: “lo malo fue nomás ese día que me agarraron y me sentía nervioso. Lo bueno es que antes no tenía amigos, y ahora me hablan y en todos lados me conocen. Ahora me saludan y me invitan…”.
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Pedro, mejor conocido como el “no, ni mergas”, se hizo famoso en 2007 gracias a un video que se viralizó en redes sociales, en el que aparece con sus copitas encima yendo por la calle para conseguir más cerveza. Después de trece largos años, el popular personaje explica qué pasó en aquel momento que quedó marcado en los annales de la historia del Internet y cómo ha lidiado con la fama.
Todos recordamos aquel mítico momento en que Pedro, con su bicicleta, su bolsa con botellas de caguama y esa inolvidable playera amarilla, arma un alboroto debido a la borrachera que traía, y desde luego, las inmortales frases “No, ni mergas” o “no me estés gritando la pinche madre”, que han servido para hacer infinidad de memes.
Pues resulta que el youtuber Yulay, quien ya entrevistó al “señor de la combi” y a “Mc Dinero” (otros emblemáticos de la Red), se dio a la tarea de buscar por todos los rincones de Torreón, Coahuila a Pedro y lo logró.
“Hola, buenas noches, soy ‘Pedrito ni mergas’, para servirte, cabrón”, así se presenta el emblemático personaje, con una playera de color similar al que vestía en aquella ocasión.
Pedro recuerda lo que estaba haciendo ese día que fue grabado y se hizo viral: “comprando caguamas clandestinas, nomás que no me dejaban los del alcohol. Los hijos de la chingada se me atravesaron y valió madres”, dice, mientras sostiene en su mano un tarro adornado con su foto y la famosa frase.
“No lo vendían, pero yo iba a comprar ‘guamas’ clandestinas, pero pues me torcieron y valió verga”, explica.
Pedro aprovecha la visita de Yulay para recrear la escena que lo catapultó a la fama, “”‘on ‘ta mi bici pa’ irme”, expresa. Después ríe al ver el video que lo hizo viral.
Juana, su hermana, dice que hasta la fecha, Pedro sigue tomando en grandes cantidades, que los fines de semana llega a desaparecerse hasta tres días. Incluso menciona que ha estado en grupos de rehabilitación, pero que termina abandonnándolos.
“Él tiene 35 años; de hecho, a él le dan convulsiones, él no debería de tomar. Toma medicamento para las convulsiones pero sigue tomando”, asiente.
El “no, ni mergas” reflexiona sobre lo bueno y lo malo que le ha dejado ese video, y llega a la conclusión de que han sido más cosas positivas que negativas: “lo malo fue nomás ese día que me agarraron y me sentía nervioso. Lo bueno es que antes no tenía amigos, y ahora me hablan y en todos lados me conocen. Ahora me saludan y me invitan…”.