Miles de ciudadanos y miembros de distintas organizaciones sociales se unieron esta tarde en el Ángel de la Independencia y marcharon hacia el Zócalo capitalino bajo una misma consigna: “Fuera Peña”. Gente de Atenco, activistas de Ayotzinapa, estudiantes, niños y muchos otros simplemente atendieron la convocatoria realizado por redes sociales. Un cartelón dominó entre muchos: “Peña Nieto inepto. Por el bien de México renuncia”. La organización de esta marcha no quedó clara, pero fue ampliamente difundida en internet.
CORTE FINAL DE ESTA CRÓNICA: 19 HORAS
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).– Miles de ciudadanos, activistas y miembros de distintas agrupaciones civiles se reunieron hoy en el Ángel de la Independencia y marcharon hacia el Zócalo de la capital del país, en donde el Presidente Enrique Peña Nieto, encabezará, esta noche, la ceremonia de El Grito.
El contingente fue encabezado por un grupo representativo de Ayotzinapa y de Atenco, también participó gente que se ha unido llamada por la convocatoria hecha en redes sociales, así como activistas y miembros de la sociedad civil organizada. El reclamo fue uno: la renuncia del Presidente.
A la altura del monumento a Colón la cola de la marcha se perdió a la vista de quien mirara desde el frente y pasado el contingente, los presentes marcharon por momentos en silencio, como en una honra fúnebre.
No es un grito el que los reanimó sino aplausos entre los que han cambiado la fiesta de un día patrio por la denuncia. La primera parada fue el Antimonumento y se hizo presente el conteo hasta 43 para recordar a los estudiantes desaparecidos desde hace ya casi dos años en Iguala.
Decenas de banderas de México que cambiaron el rojo y verde por el negro se ondearon este 15 de septiembre.
“Fuera Peña, fuera Peña”, es lo que se repitió una y otra vez en coro.
Los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa encabezaron la marcha frente al asedio de los medios de comunicación.
“Yo creo que la gente está en su derecho de protestar. A nosotros nos encabrona mucho que haya renunciado Tomás Zerón [a la titularidad de la Agencia Criminal de Investigación] y que lo hayan vuelto a contratar. Pensamos que lo iban a poner en la Sagarpa [Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación] porque le gusta mucho sembrar [pruebas]”, dijo Omar García, uno de los normalistas de Ayotzinapa presente la noche del 26 y 27 de septiembre del 2014.
Aunque a los manifestantes los pinta la diversidad de edades, la mayor parte de los presentes fueron jóvenes, quienes corearon de forma errática: “El que no salte es Peña”.
Camiones de presuntos acarreados a la ceremonia de El Grito que pasaron por los carriles laterales recibieron una rechifla y se convirtieron en blanco del arrojo de vasos por parte de los manifestantes. Estos vehículos continuaron su paso gracias a la intervención de la policía de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
“Peña es un inepto. Nos traicionó. Es necesario que más gente nos acompañe. Muchos trabajan y por eso no piden venir. Yo porque soy un anciano y nadie me da trabajo”, dijo Guillermo Flores, uno de los manifestantes.
Una camioneta que iba a la vanguardia de la marcha con grandes bocinas recuerda las consignas de diversos movimientos sociales de Atenco y Ayotzinapa.
“Lucha , lucha, lucha, no dejes de luchar por un Gobierno obrero, campesino y popular”, gritó un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El efecto del candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber terminado de pasar factura a la imagen del Presidente, que de acuerdo con una encuesta del mes pasado, hecha por Reforma, cuente con la aprobación del 23 por ciento de la población.
“Ha sido un Gobierno de estupideces. Y el recibimiento de Trump fue la gota que derramo el vaso”, dijo Juan López, quien pidió no ser identificado por su verdadero nombre.
Vestidos de negro los manifestantes entrevistados mencionaron el caso de la “casa blanca” como algo que no sería tolerado en otros países.
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Unos cuantos policías en el Paseo de la Reforma se desviaron la marcha hacia el Zócalo. Sin embargo, un grupo de uniformados acompañó su paso por la banqueta del parque de la Alameda.
Unos 50 metros antes del Eje Central un fuerte contingente de granaderos detuvo el avance de la marcha.
Los presentes gritaron de forma insistente su deseo de ingresar a el Zócalo. No hubo incidentes de violencia. Aunque inconformes se acumularon en la avenida Juárez.
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