Investigadores de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou (China) han concluido que el contacto doméstico es el mayor riesgo de transmisión del COVID-19, mientras que las infecciones producidas en el transporte público también son bastante poco habituales.
MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) – Hasta el momento no se han registrado casos de transmisión de COVID-19 en la comida, según ha resaltado este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras la alerta de las autoridades chinas de que unas alas de pollo congeladas importadas de Brasil dieran positivo por coronavirus.
La doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS, ha explicado en rueda de prensa que entre los más de cien mil paquetes inspeccionados solo encontraron menos de diez infectados. El director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, ha añadido que las personas ya están suficientemente asustadas con la COVID-19, por lo que es importante hacer un seguimiento de cerca de estos hallazgos para que la gente continúe con sus vidas cotidianas sin más temores.
“No hay problema con la cadena alimentaria, por ahora ya hay suficientes problemas… Seguiremos investigando la situación, pero no hay evidencias de que la cadena alimentaria esté participando en la transmisión de este virus”, ha señalado al respecto.
Ante la cuestión de si hay evidencias de que alguna persona se haya infectado de coronavirus más de una vez, la doctora Van Kerkhove ha apuntado que algunos países sugirieron esa posibilidad pero que no se ha confirmado hasta el momento y que se está intentando encontrar los casos donde se hubiera producido esta situación.
EN CASA, EL MAYOR RIESGO
Investigadores de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou (China) han concluido que el contacto doméstico es el mayor riesgo de transmisión del COVID-19, mientras que las infecciones producidas en el transporte público también son bastante poco habituales.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’, los investigadores han rastreado más de más de 3 mil 410 contactos cercanos de 391 casos COVID-19 entre enero y marzo de 2020 para evaluar el riesgo de transmisión de la enfermedad en diferentes entornos.
Así, descubrieron que el riesgo de transmisión secundaria de COVID-19 era inferior al 4 por ciento entre los contactos cercanos de personas con COVID-19. Además, las infecciones secundarias adquiridas mientras se utilizaba el transporte público eran poco frecuentes. Por el contrario, se encontró que 1 de cada 10 contactos en el hogar estaba infectado.
Los investigadores también encontraron que los pacientes con COVID-19 más grave tenían más probabilidades de infectar a sus contactos cercanos que los casos menos graves. Aquellos con casos asintomáticos eran los menos propensos a infectar a sus contactos cercanos. La manifestación de ciertos síntomas, como la expectoración, en los positivos también se asoció con un mayor riesgo de infección en sus contactos cercanos.