El índice Merval, que agrupa a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, subió 3.71 por ciento a las 15:45 tras caer 1.86 por ciento la víspera y desplomarse 38 por ciento el lunes, el día después de las primarias.
Por Almudena Calatrava
Ciudad de México, 15 de agosto (AP).- El peso se recuperó el jueves en Argentina luego del diálogo entre el Presidente Mauricio Macri y el opositor kirchnerista Alberto Fernández, con el que buscaron llevar calma a los mercados de cara a las elecciones generales del 27 de octubre.
Fernández, ganador junto a la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) de las primarias del domingo para las presidenciales, dijo el jueves a Radio Mitre que la charla de la víspera fue “fructífera y sincera”. “Tenemos miradas diferentes pero los dos entendemos que el país está en una situación crítica”, señaló el opositor.
El triunfo del kirchnerista fue seguido de un derrumbe de la moneda de 35 por ciento en los últimos tres días.
El acercamiento entre ambos contendientes y las declaraciones de Fernández parecieron surtir efecto, porque el dólar cotizó en 59 pesos la unidad respecto de la víspera, cuando cerró en 63 pesos.
En tanto, el índice Merval que agrupa a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subía 3.71 por ciento a las 15:45 tras caer 1.86 por ciento la víspera y desplomarse 38 por ciento el lunes, el día después de las primarias.
Fernández se impuso con 47.6 por ciento de votos y por más de 15 puntos sobre Macri, situándose a los ojos de los mercados como favorito para la primera vuelta electoral en la que el conservador mandatario busca su reelección. Los inversores temen que el ganador reinstale las políticas populistas que caracterizaron la presidencia de Fernández de Kirchner, en cuyo primer gobierno ejerció como jefe de gabinete.
“Argentina tiene que saber que voy a ayudar con todo lo que pueda, pero el Presidente tiene que ocuparse de gobernar”, remarcó Fernández, quien al referirse a la corrida del dólar tras su triunfo consideró que su valor en 60 pesos “es razonable”.
El opositor intentó diferenciarse de la impronta fuertemente intervencionista del último mandato de Fernández de Kirchner. “Yo le digo a los mercados que vengo a empezar algo nuevo. No vengo a fundar la Argentina ni a restablecer un sistema del pasado. Porque yo he sido crítico de ese sistema del pasado”, sostuvo.
Fernández contó que le dijo a Macri que “no insista” con la idea de que el país puede derivar en una situación similar a la de Venezuela ante su eventual triunfo y se distanció del Presidente Nicolás Maduro al señalar que ha sido “muy crítico” de su gestión.
El Presidente había dicho poco después de la charla que ambos acordaron mantener una “línea abierta de comunicación” y que Fernández “se mostró con la vocación de intentar llevar tranquilidad a los mercados”.
La abrupta devaluación traerá aparejada una aceleración de inflación y de la recesión, según economistas. La inflación alcanzó en junio un acumulado de 22.4 por ciento y se estima que a fin de año superará largamente la proyección de 40 por ciento.
El Banco Central dispuso el jueves que los bancos reduzcan sus tenencias en divisas para que vendan dólares y eso contribuya a estabilizar el mercado de cambios.
El analista Roberto Bacman, director del Centro de Estudios de Opinión Pública, señaló a The Associated Press que en estos momentos “no puede haber más que una charla. Era precandidato y ahora es candidato, pero no está electo y no tiene poder”.
También indicó que dado que la inflación tenderá a acelerarse Macri no tiene mucho margen de maniobra para revertir su derrota en la primera vuelta electoral, donde ganará quien se imponga con 45 por ciento de los votos o al menos 40 por ciento y una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado. En caso de no alcanzarse esas cifras se celebrará una segunda vuelta en noviembre.
El Gobierno procura dar una imagen de control para revertir el descalabro del mercado cambiario. “Estamos acá para sostener la gobernabilidad, cuidar la institucionalidad y para que sepan que el que está al frente del gobierno es el Presidente Macri”, dijo a periodistas la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Una avenida céntrica de Buenos Aires se llenó de manifestantes el jueves en protesta por la crisis y el deterioro de su situación. La pobreza se incrementó en los últimos meses, afectando a más de 32 por ciento de la población.
El Presidente anunció la víspera una serie de medidas para aliviar el bolsillo de los trabajadores y pequeñas y medianas empresas al reconocer que la derrota sufrida fue un voto castigo de una población que tuvo que soportar un ajuste económico con subas de tarifas de servicios y despidos en un contexto inflacionario y de caída de la actividad.
El paquete de ayuda por algunos meses incluye la reducción de las retenciones aplicadas a los salarios, partidas extras para trabajadores informales y desocupados con hijos y un incremento del salario mínimo.