El futuro Secretario de Seguridad Pública detalló que para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador será prioridad "perseguir el dinero del narcotráfico que a los propios narcotraficantes", debido que eso es lo que "da capacidad de operación al narco".
También anunció que no se creará una Guardia Nacional, la cual fue anunciada por López Obrador durante su campaña. Explicó que tras ser analizada esta propuesta se determinó que se pueden optimizar las corporaciones policiacas.
Ciudad de México, 15 de agosto (SinEmbargo).– Alfonso Durazo, futuro titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), dijo que para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador la prioridad será ir por el dinero de los narcotraficantes y ya no continuará con la estrategia de perseguir a objetivos prioritarios, pues ésta no ha dado resultados.
“La estrategia de perseguir a objetivos prioritarios no ha dado el mejor resultado; de 122 objetivos prioritarios se han detenido a 120, sin embargo, la inseguridad ha ido creciendo”, dijo Durazo a medios de comunicación la mañana de este miércoles.
“Para nosotros es más importante perseguir el dinero del narcotráfico que a los propios narcotraficantes, porque lo que da capacidad de operación al narco son los liderazgos, el recurso financiero para corromper y operar”, abundó.
El futuro Secretario de Seguridad Pública también anunció que no se creará una Guardia Nacional, la cual fue anunciada por López Obrador durante su campaña. Explicó que tras ser analizada esta propuesta se determinó que se pueden optimizar las corporaciones policiacas.
“Implicaba una serie de modificaciones legales que no tienen sentido para nosotros impulsar porque hay otras prioridades”, dijo y añadió que la optimización de los recursos se va a garantizar a través de la coordinación.
De acuerdo a la agencia Associated Press (AP), autoridades antidrogas de Estados Unidos y México revelarán este miércoles en Chicago nuevos planes para combatir a los cárteles de la droga mexicanos. Citando a una fuente de la DEA, dijo que los nuevos planes incluyen poner mayor énfasis en atacar la infraestructura financiera de los grupos del narcotráfico, y la creación de un grupo especial con base en Chicago que se concentrará en las investigaciones internacionales de los cárteles.
Matthew G. Donahue, director de la DEA para Norteamérica y Centroamérica, dijo el martes a la AP que Estados Unidos quiere confiar más en los cambios en el sistema legal mexicano de los últimos años, diseñados para hacer más eficiente la recopilación de pruebas y enjuiciamientos. Agregó que Estados Unidos también tiene la intención de hacer más para ayudar a detener el flujo de armas hacia México que contribuye a la violencia mortal en el país. Donahue dijo que unas 31,000 personas fueron asesinadas en México el año pasado, un nuevo récord anual.
El pasado 7 de agosto, López Obrador dijo en Ciudad Juárez que hará todo lo que sea necesario por la paz. Llamó a la reconciliación nacional e insistió en que todo lo que sea bueno para México, se va a llevar a cabo: “No es que no vamos a tocar un tema porque no le conviene a un Gobierno extranjero: no nos importa, se va a llevar a la práctica”, dijo.
El Gobierno de Donald Trump dijo hace el 18 de julio pasado que no estaba de acuerdo con la propuesta del nuevo Gobierno de explorar la posibilidad de legalizar todas las drogas. “No apoyaríamos la legalización de todas las drogas en ningún lugar, y ciertamente no querríamos hacer nada que pudiera permitir que más drogas entraran en nuestro país”, afirmó en una conferencia de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
La portavoz respondía así a una pregunta sobre los presuntos planes de López Obrador para legalizar “todas las drogas” en México, aunque eso no es exactamente lo que ha propuesto el futuro Ejecutivo mexicano. La próxima Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sugirió despenalizar el uso recreativo de la marihuana y la amapola para “pacificar” el país, que sufre de altos índices de criminalidad y violencia por el narcotráfico.
VIOLENCIA INÉDITA
El 30 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer las estadísticas preliminares, a nivel nacional y por entidad federativa, de los homicidios registrados en el país durante 2017. Los datos confirman un país que va de mal en peor en seguridad. De hecho, no existe el registro de un año más violento en la historia. Y 2018, por lo que adelantan las cifras, será peor.
El Instituto reveló que en 2017 se registraron 31 mil 174 homicidios en México, lo que representa 25 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esa tasa no sólo supera los 20 homicidios por cada 10 mil habitantes de 2016, sino que es 50 por ciento superior a la de 2014, y la mayor en 27 años, de acuerdo con su serie que data de 1990.
“Las estadísticas revelan que en 2017 se registraron 31 mil 174 homicidios en México. Es decir, una razón de 25 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, tasa que es superior a la registrada en 2016, que fue de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes”, informó INEGI.
Los datos revelan que 2017 fue el peor año para la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional desde 1990. Las series proporcionadas por el Instituto muestran claramente cómo los homicidios se dispararon desde el cambio de estrategia en el combate a la inseguridad con Felipe Calderón Hinojosa, y no sólo se mantuvieron altas con Enrique Peña Nieto, sino que superaron incluso el repunte del sexenio anterior.