¿Recuerdas la vida antes de Netflix? Lo que surgió hace dos décadas después de que su fundador perdiese la película de un videoclub hoy es un imperio multimillonario que ha revolucionado por completo el consumo de contenidos audiovisuales.
Por Andrea Núñez-Torrón Stock
Ciudad de México, 15 de agosto (TicBeat/SinEmbargo).– Si pudiésemos ver por una pequeña mirilla cómo consumíamos series y películas hace veinte o treinta años, nos toparíamos con un panorama totalmente diferente: un enorme televisor flanqueado por un aparato de vídeo, desbancado en el nuevo milenio por el reproductor DVD, visitas cargadas de ilusión al videoclub y series patrias o internacionales grabadas en cinta, los foros de los apasionados de la primera era de oro de las series encabezadas por propuestas como Lost o The Wire y desde luego, una oferta más reducida en comparación a la galaxia de contenidos actuales.
Hoy aquello parece cosa de otro universo y la gratitud de millones de personas cuando tras un episodio el siguiente se carga por si solo sin necesidad de salir de debajo de la manta o cuando existe la posibilidad de devorar una serie en formato maratón tiene un nombre que brilla por encima del resto: Netflix, abanderada de la innovación televisiva y que pasó del blockbuster a encabezar la revolución del streaming, brindando una completa oferta de contenidos a la carta que destaca especialmente por su elevado grado de personalización.
Y tú te preguntarás, ¿qué hace especial a Netflix? Abajo, las respuestas.
MIRADA VISIONARIA
Tal y cómo te contábamos en este artículo, Netflix supo estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, liderando la adopción de una novedosa industria que pronto se haría de oro gracias a la mirada visionaria de su CEO. Supo saltar por la borda del negocio del alquiler de películas antes de que el barco hiciese aguas, y los datos dan buena fe de ello: en 2010 Netflix valía más de 2 mil 200 millones de dólares mientras que Blockbuster se declaró en bancarrota y hoy, apenas subsiste con algunos locales en EU y México, gestionados por compradores que se hicieron con establecimientos por dos duros aprovechando la crisis de la empresa.
Gracias a su disruptivo modelo de negocio basado en suscripción online para visionar a la carta programas de televisión, series, películas, actuaciones como monólogos y documentales, tanto propios como de otras cadenas, Netflix comenzó en 1999 su andadura y tiene hoy en día más de 117 millones de suscriptores en 190 países del mundo. De hecho, si te atreves te invito a conocer el dinero que tendrías hoy si hubieras invertido mil euros en Netflix hace 10 años. Uno de sus puntos de inflexión se sitúa en 2011, cuando comenzó a invertir en sus propias series, como la fantástica comedia dramática carcelaria Orange Is the New Black y el drama político House of Cards, además de adquirir los derechos de programas como Lilyhammer y la cuarta temporada de Arrested Development.
El tirón de las plataformas de streaming como Netflix es tal que solamente hay que atender al descenso de la piratería. Según las encuestas, en 2008 el 51 por ciento de tráfico downstream en Internet lo ocupaba BitTorrent y la piratería. A finales de 2015 esta franja había disminuido hasta el 2.67 por ciento, siendo el 37 por ciento de los consumidores adictos al streaming. Nada mal, ¿eh?
TECNOLOGÍA Y PLANES PARA CONSUMIDORES EXIGENTES
Netflix sabe perfectamente cómo encandilar a los usuarios tanto a nivel de diseño como de contenido. En su interior, la plataforma se sirve en de una enorme cantidad de software libre, entre las cuales hay numerosas aplicaciones backend para mostrar a los espectadores todo lo que se puede visualizar. La calidad de visionado y la comodidad de la interfaz son algunos de los motivos por los que Netflix añade más de 5 millones de nuevos suscriptores por trimestre.
Por otra parte, Netflix cuenta con cuatro planes de suscripción: Básico, Estándar, Premium y Ultra, este último recién llegado a las pantallas y que incluye contenidos en 4K y formato HDR, con la posibilidad de reproducción simultánea hasta en cuatro dispositivos. Este Plan Ultra costará 239 pesos al mes, suponiendo una diferencia de 40 pesos con respecto al Plan Premium, que queda situado en 199 pesos mensuales. Por su parte, el Plan Básico es de 109 pesos y el Estándar, de 149.
Entre las claves de su puntera tecnología, Netflix emplea dos nubes diferentes: AWS y Open Connect, que trabajan juntas de forma impecable para poder ofrecer interminables horas de vídeos a sus clientes y que no tengan problemas con el streaming.
ALGORITMO PARA DOMINARLOS
El algoritmo de recomendaciones personalizadas que caracteriza la interfaz de Netflix parece casi mágico. De hecho, más del 80 por ciento de las series que los usuarios empiezan a ver surgen de las sugerencias de la plataforma, según dijo Todd Yelin, vicepresidente de productos de la plataforma en un comunicado oficial en 2017.
La fórmula del éxito del algoritmo reside en la estrecha unión del Big Data y el Machine Learning, capaces de acertar al máximo con las recomendaciones segmentadas que brindan a los usuarios. La compañía maneja amplia información sobre cada usuario, como el tiempo de consumo de los contenidos, el dispositivo usado, las horas del día y un largo etcétera. El aprendizaje automático extrae la información relevante gracias a la cual te han recomendado ese thriller belga, un nuevo documental de cocina o la película futurista de turno.
LA REINA DEL BINGE-WATCHING
Al margen del hardware, Netflix ha revolucionado radicalmente la manera de consumir contenidos, levantando grandes expectativas y generando fervor con el estreno o llegada de una nueva serie. Y es que la plataforma de vídeo bajo demanda se ha caracterizado por subir habitualmente todos los capítulos de una temporada de un plumazo, auspiciando la cultura del binge-watching, también llamada binge-viewing o marathon-viewing, que significan “acto de consumo excesivo o compulsivo” y que aluden a la típica expresión de ver un maratón de series.
De acuerdo a una encuesta de Deloitte de 2017, el 73 por ciento de los estadounidenses mayores de 14 años realizan una maratón de series de forma regular. Es notable así un cambio en los hábitos de consumo del espectador que, unidos a la programación personalizada, elevan las series a la categoría de droga sana del siglo XXI para cerebros insaciables.
PRODUCCIONES PROPIAS Y CULTURA POP
Netflix también ha creado toda una cultura pop en torno a sus series más icónicas, desde la inolvidable Sense 8 firmada por las hermanas Wachowski al furor desatado por Stranger Things -ideal para nostálgicos- a estrellas de la plataforma como Orange is The New Black o Narcos, producciones para amantes de los superheróes y el universo Marvel como Jessica Jones o Luke Cage. En torno a ellas ha surgido todo un fandom alimentado por las redes sociales como Twitter y al calor del cual se ha creado merchandising, conversaciones, expectación y un gran apego.
SIN MIEDO A HOLLYWOOD
Dentro de su amplia estrategia e inversión para la producción de contenidos propios también tiene cabida el séptimo arte, otrora de menor peso en la plataforma. En 2017, Netflix comenzó una incursión agresiva en la producción de largometrajes, con el objetivo de estrenar 80 largometrajes a lo largo de este 2018. A diferencia de otras productoras tradicionales, el objetivo de Netflix no es apelar a un público tan amplio como sea posible, sino más bien centrarse en nichos especializados.
De hecho, la industria del cine inició una cruzada contra la plataforma después de que al Festival de Cannes nominasen a dos de las películas de Netflix a la prestigiosa Palma de Oro, siendo la más destacada Okja. Por otro lado, según Los Angeles Times, la plataforma estaría dispuesta a comprar salas de cine en las principales ciudades estadounidenses para superar los obstáculos que impiden a sus películas optar a galardones como los Oscar o los Globos de Oro.