Arturo Berlanga, director de AnimaNaturalis México, y Adriana Celada, de Animal Heroes, platicaron con SinEmbargo sobre los pros y contras que conlleva la exposición continúa de imágenes y videos en los que se exponen situaciones de maltrato animal, en redes sociales y otros medios de comunicación.
Ciudad de México, 15 de julio (SinEmbargo).- El pasado mes de mayo se hizo viral el caso de Benito, un perro en situación de calle que murió a manos de la crueldad animal luego de que Sergio “N”, actualmente recluido en el penal de Chiconautla, lo arrojara a un cazo de aceite hirviendo tras discutir y presuntamente amenazar al dueño de una carnicería ubicada en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. Como era de esperarse, las imágenes no tardaron en conmocionar a la sociedad.
Con la llegada de la era digital y las redes sociales cada vez es más común hallar videos de animales siendo violentados, muchos de estos con la finalidad de exigir justicia a las autoridades correspondientes para que este tipo de casos no se sigan replicando, pero ¿qué tanto puede llegar a ayudar la viralidad de imágenes crudas en la lucha por el bienestar animal?
En entrevista para SinEmbargo Arturo Berlanga, director de AnimaNaturalis México, destacó que hay que saber identificar la diferencia entre informar sobre un caso que “al escucharlo ya es fuerte” y, compartir videos que sólo generan morbo y “tienen un impacto perjudicial en la gente”.
“Yo lo considero innecesario y considero que no es conveniente [viralizar videos de crueldad animal] porque se está, justamente, visibilizando y viralizando más la violencia”.
En este sentido, explicó, que existe una línea muy delgada entre informar sobre casos de violencia legalizada como es la tauromaquia, y difundir imágenes de violencia hacia los animales con la “intención primaria de hacerles daño”.
“No es lo mismo lo que hacemos nosotros, las organizaciones animalistas, en subir los videos de la realidad que sucede a los animales víctimas de la violencia legalizada, que nuestro trabajo como activistas sí es visibilizar porque la violencia que sufren los toros en la Plaza es una violencia legalizada, permitida, el infierno que viven los animales en los rastros es una violencia legalizada, una muerte violenta que no cumple con las normas de sacrificio humanitario, y nosotros lo difundimos para mostrar que no se cumplen con las normas”.
“Es muy diferente eso a los casos de la violencia que no está permitida, legalizada ni institucionalizada, y que es una violencia hacia los animales meramente con la intención primaria de hacerles daño y esa violencia que se exhibe es un delito”, abundó.
En contraste, Adriana Celada, integrante de la ONG Animal Heroes, consideró, a través de una entrevista escrita, que el exponer videos explícitos de crueldad animal puede llegar a ser útil a la hora de querer crear un impacto emocional en el público.
“Puede ser útil en algunos casos porque crea un impacto emocional, creando indignación y ganando así la desaprobación que puede ayudar a cambiar el fenómeno ya sea de manera individual para la víctima, o impulsar políticas públicas que lo prevengan”.
“De la misma manera, en muchas ocasiones estos actos de crueldad son rutinarios, como solía ser la electrocución como método legal de sacrificio de perros en centros de control animal. El visualizarlos permite que el público conozca estas situaciones”, ejemplificó.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México dio a conocer en julio del año pasado que atendió más de 17 mil 600 reportes por maltrato animal entre 2020 y el primer semestre del 2022.
De acuerdo con la información publicada por el organismo, el 87 por ciento de dichos reportes estuvieron relacionados con el maltrato a perros. Después de los canes, los gatos representaron el 6.1 por ciento de los reportes, el 2 por ciento fueron por animales de abasto como gallinas o conejos, y el 1.6 por ciento por animales silvestres.
Con el caso de Benito, inicialmente conocido como Scooby, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado 19 de junio que enviará una iniciativa de reforma enfocada a la protección animal.
La propuesta en relación al “trato humano, respetuoso, a los animales”, que será lanzada y discutida en septiembre, formará parte de un paquete de reformas que el Jefe del Ejecutivo federal presentará al Congreso de la Unión durante el próximo periodo de sesiones.
Al ser cuestionada sobre si los videos, en los que se expone maltrato animal, compartidos con la finalidad de concientizar a la sociedad podrían llegar a ser contraproducentes, Adriana compartió que el mostrar de manera rutinaria este tipo de material puede llevar a la desensibilización, “el objetivo opuesto a lo que se busca”.
“Considero que el uso de material explícito debe ser utilizado de manera mesurada y cautelosa. Desafortunadamente en nuestro país el acceso a contenido gráfico es popular y ha llevado en gran medida a la desensibilización de la violencia, misma que se ve reflejada en la crueldad hacia los animales. No considero necesario hacer público cada uno de los videos de casos de crueldad”, apuntó.
Por su parte, Berlanga destacó a este medio que, en efecto, este tipo de material puede llegar a contribuir a las replicas.
“Hay muchísimos casos de esa relación entre la violencia a los animales que pasa a los humanos. Entonces una persona que hoy ya tiene una tendencia a un comportamiento violento, agresivo, al estar viendo todos estos videos de violencia hacia los animales, sí es de manera natural un impulso que puede tomar para llevarlo a los hechos o replicarlo”.
“Cabe destacar que en muchos estados de la República, no en todos, se considera una agravante al delito de maltrato animal precisamente grabar y difundir en medios este tipo de videos”, precisó.
Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, declaró en julio del 2022 que este tipo de comportamiento en el que se compromete el bienestar animal puede estar asociado a situaciones de violencia doméstica ya que los maltratadores de animales “son más proclives a violentar a integrantes de sus familias: parejas sentimentales, hijas e hijos y personas adultas mayores”.
En este tenor, la Doctora Claudia Edwards, veterinaria, etóloga y directora del programa Humane Society International (HSI) México, compartió a SinEmbargo en mayo del año en curso que “la violencia familiar, la violencia de género dirigida a las mujeres y a los niños es la que está más relacionada con el maltrato de los animales”.
Durante el primer Foro por los Derechos de los Animales “Por los que no tienen voz”, la diputada por Morena Leticia Varela Martínez informó que el 71 por ciento de las mujeres que acudieron a un albergue por violencia por parte de su pareja, señalaron que sus animales de compañía habían sido asesinados o maltratados por su agresor.
“México es el tercer lugar del mundo en casos de maltrato animal, y el 86 por ciento de los agresores son hombres”, señaló.
PUBLICAR SIN CAER EN EL AMARILLISMO
No cabe duda en que la mayoría de las personas que suelen publicar este tipo de material en redes sociales, lo hacen con el objetivo de denunciar y exigir justicia por los animales que son maltratados.
Sin embargo, el director de AnimaNaturalis México señaló que se debe tomar en cuenta en qué redes sociales se publica dicho material para que cumpla con el objetivo de denunciar y concientizar puesto que cada plataforma funciona de forma diferente.
“Creo que la parte central es la intención que lleve el difundir. Si sólo es difundir por difundir y no lleva ninguna intención de denuncia o de reclamo a una autoridad en específica pues sólo estás visibilizando y difundiendo violencia”.
“Twitter funciona como una gran red social en estos casos para denunciar, para hacer presión a las autoridades, o sea, la mayoría de estos videos van acompañados de arrobar a las autoridades, entonces sirven porque eso permite que pueda haber una acción a seguir, pero no opera de la misma forma en Facebook, donde el contenido se comparte sin una exigencia directa”, detalló.
En este sentido, Adriana Celada, de Animal Heroes, destacó que no se sabe con exactitud si la exposición de casos en redes sociales ha marcado una diferencia en cifras ya que “la mayoría de los casos de maltrato y crueldad animal no son denunciados a las autoridades”.
“No tenemos datos duros confiables en cuanto a la incidencia, o reincidencia, de delitos contra los animales. Eso abonado a que la mayoría de los animales de compañía en nuestro país se encuentran en situación de calle. Incluso, en muchos estados no hay autoridades especializadas en materia penal ni administrativa para perseguir este tipo de casos”.
En México, la mayoría de los estados se ha tipificado el maltrato animal como delito, sin embargo en entidades como Chiapas, Guerrero, Tabasco y Tlaxcala, a pesar de que se cuenta con reglamentos y leyes para el bienestar animal, únicamente se contemplan sanciones administrativas.
Por último, Arturo Berlanga insistió en que los medios de televisión deberían seguir ciertos lineamientos para no reproducir imágenes ni videos de maltrato animal a la hora de informar sobre un caso en específico.
“Tienen una gran responsabilidad porque ahí bien pueden informar, pueden decirlo como si uno lo estuviera escuchando en la radio. En la radio no ves imágenes ni videos, entonces creo que en la televisión debería de funcionar exactamente igual, puedes decir la nota, los hechos, pero no difundir todos estos videos de extrema crueldad”.