Deshacernos de la forma correcta de los cubrebocas ayuda no sólo a protegerse de la mejor manera, sino a evitar la propagación del virus, así como de residuos en zonas públicas. Una experta aclara cómo desechar correctamente nuestras mascarillas.
Madrid, 15 de julio (Europa Press).- Parece que la cuenta atrás ha empezado y ya no es necesario el uso de las mascarillas a tiempo completo. Es un buen momento, por tanto, de revisar en primer lugar si guardamos bien nuestras mascarillas entre un uso y otro, y de saber si a ciencia cierta las desechamos correctamente.
Para ello nos echa una mano en una entrevista con Europa Press Irene Suárez, miembro de la dirección de los Servicios Técnicos del Consejo General de Farmacéuticos quien destaca, en primera instancia que, como regla general, las mascarillas se deben desechar en el contenedor de fracción resto (color gris) y no se deben tirar en el contenedor de envases.
En el caso de pacientes infectados, además, precisa que las mascarillas se deben depositar dentro de una bolsa de plástico cerrada, y después en el contenedor de basura orgánica; “con el objetivo de evitar la diseminación y que lo operarios del servicio de recogida de basura, o cualquier otra persona entre en contacto con las mascarillas desechadas”.
¿Se pueden tirar las mascarillas a las papeleras de la calle? Aquí la representante del Consejo General de Farmacéuticos indica que esto dependerá de las medidas locales, pero como medida general, siempre es recomendable depositarla en el contendor gris de nuestro domicilio.
SÍ A CORTAR LAS GOMAS DE LAS MASCARILLAS ANTES DE TIRARLAS
“Si no eliminamos las mascarillas de forma correcta pueden aparecen en entornos naturales y poner en riesgo la vida de animales salvajes. Por tanto, además de la recomendación anterior de depositar en el contenedor gris puede ser útil cortar las gomas de las mascarillas para que, en el caso de entrar en contacto con algún animal, estos no se queden retenidos o con parte de su cuerpo atrapado entre las mismas”, defiende Irene Suárez.
En este punto, a su juicio es importante que cada individuo asuma con responsabilidad la gestión y eliminación de las mascarillas, tanto para evitar la transmisión del virus, haciendo un uso adecuado de la mascarilla, como para realizar una correcta eliminación.
“Con independencia del tipo de mascarilla, para asegurar su efectividad es clave realizar un uso apropiado y si se reutiliza una mascarilla en aquellos casos en que esté admitido, debe hacerse siempre siguiendo las instrucciones del fabricante. Como norma general, las mascarillas deben cambiarse cuando estén sucias o mojadas. En este sentido, las farmacias comunitarias suponen un punto de información rigurosa y accesible para toda la población”, aclara.
Es más, avanza que no desechar las mascarillas de forma correcta puede favorecer la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, así como propiciar un aumento de los residuos en zonas públicas como, por ejemplo, playas o parques. “Nunca debemos tirar las mascarillas al suelo, en el punto SIGRE de la farmacia, o en el inodoro. En caso de duda, sobre el modo correcto de usar o desechar las mascarillas, en la farmacia le podrán proporcionar información al respecto”, incide la experta.
GUARDAR LA MASCARILLA ENTRE UN USO Y OTRO
En este contexto, la farmacéutica apunta que no es recomendable guardar la mascarilla directamente en el bolso o bolsillos entre un uso y otro, ya que se puede contaminar. “Una opción puede ser transportarla en una bolsa de tela o en un sobre de papel”, aconseja.
También Suárez recuerda que el uso de mascarillas es una medida más de prevención de la transmisión del virus, que no sustituye al resto de recomendaciones: “Es necesario mantener una higiene de manos frecuente con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado al toser o estornudar, usar pañuelos desechables (y tirarlos tras su uso), así como evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca”.
Por tanto, subraya que es necesario llevar siempre una mascarilla con nosotros (y recomendable también una de repuesto), y para que cumpla con su función y mantenga su eficacia debemos usarlas siguiendo las recomendaciones del fabricante y de las autoridades sanitarias respecto a su modo de empleo y conservación.
“Aunque el porcentaje de población vacunada sea cada más elevado, no debemos relajar las medidas de prevención y debemos seguir siempre las recomendaciones de las autoridades sanitarias”, sentencia Irene Suárez, miembro de la dirección de los Servicios Técnicos del Consejo General de Farmacéuticos.