Aunque las vacunas pueden ofrecer cierto grado de protección a personas con un sistema inmune debilitado, los expertos piden mantener las restricciones aún después de la inoculación.
Por Carla K. Johnson
Los Ángeles, 15 de julio (AP).- ¿Funcionarán las vacunas contra la COVID-19 en un sistema inmunológico débil?
Probablemente no tan bien como en gente sana, pero deberían ofrecer cierto grado de protección.
Este es el motivo por el que se recomienda la vacunación de la gente con el sistema inmunitario debilitado por una enfermedad o por alguna medicación. También es importante que su familia, amigos y cuidadores se inmunicen, lo que reducirá la probabilidad de que le transmitan el virus.
Alrededor del 3 por ciento de los adultos estadounidenses tienen el sistema inmunológico debilitado. Entre ellos están quienes tienen VIH o sida, los receptores de trasplantes, algunos pacientes con cáncer y otros con patologías autoinmunes como artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal y lupus.
Las vacunas contra la COVID-19 no se han estudiado en un gran número de personas en esta situación. Pero los datos limitados y la experiencia con las de la gripe y la neumonía sugieren que no funcionarán tan bien como en el resto de la población. Esto supone que los afectados deben seguir tomando precauciones como utilizar mascarilla y evitar grandes multitudes.
“Es prudente tomar todas las precauciones que se estaban tomando antes de estar vacunado”, dijo el doctor Ajit Limaye, experto en trasplantes de la Universidad de Medicina de Washington en Seattle.
Aunque la mayoría de los pacientes con cáncer deben vacunarse tan pronto como les sea posible, quienes reciban un trasplante de células madre o una terapia de células T con CAR deben esperar al menos tres meses después de finalizar el tratamiento para inmunizarse, según los lineamientos de la Red Nacional Integral del Cáncer. Esta demora asegurará que los fármacos funcionan lo mejor posible.
En el caso de los receptores de trasplantes, los investigadores están estudiando si una dosis extra podría hacer que la vacuna sea más efectiva.
En Francia se recomienda una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 en pacientes inmunodeprimidos, incluyendo los receptores de órganos. Israel comenzó recientemente a poner una inyección extra de la desarrollada por Pfizer-BioNTech a personas trasplantadas y a otras con sistemas inmunológicos débiles. En Estados Unidos, algunos buscan una tercera dosis por su cuenta con la esperanza de obtener una mayor protección a pesar de que el gobierno federal no ha autorizado la vacunación extraordinaria.