El 10 de enero de 1989, a días de iniciado el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y en el marco de señalamientos de fraude electoral, elementos del Ejército mexicano irrumpieron en la casa del líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, y en las casas de los demás miembros de la familia en Ciudad Madero, Tamaulipas. Fue condenado a 35 años de prisión por posesión ilegal de armas.
El 23 de febrero de 2013, a meses de arrancado el sexenio de Enrique Peña Nieto y el Pacto por México que incluía la Reforma Educativa, autoridades detuvieron en un aeropuerto a la líderesa magisterial Elba Esther Gordillo por desvíos del sindicato por 2 mil millones de pesos.
Durante este proceso electoral de 2018 y de transición, el Presidente virtual Andrés Manuel López Obrador se comprometió a acabar con el “caciquismo” dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros y brindar libertad sindical al magisterio. Sindicatos, trabajadores disidentes de diversos sectores y académicos esperan certeza laboral mediante la sustitución de diversos líderes sindicales, asambleas democráticas para elegir nuevos representantes, y transparencia en las finanzas de sus organizaciones. La responsabilidad recae en la futura Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.
Ciudad de México, 16 julio (SinEmbargo).– Sindicatos y trabajadores exigieron una deuda de años al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a quien han manifestado su apoyo: democracia sindical que garantice derechos laborales a los trabajadores y productividad para los sectores que representan, así como transparencia en el uso de las cuotas y demás dinero.
Confían, basados en sus compromisos manifestados, que lo hará. López Obrador ya declaró que terminará con el “caciquismo” del sindicato petrolero y brindará libertad en el sindicato magisterial. ¿Y cómo los enfrentará? SinEmbargo solicitó el plan de la virtual Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, sobre todo contra los líderes denunciados penalmente. Pero no obtuvo respuesta.
El jueves dijo en Foro TV que “hemos venido planteado todo un plan en el tema sindical, porque claro, solo pensamos en sindicato y ya nos imaginamos corrupción. Algunos sí. Todo hay que verlo en su justo contexto. Lo que sí tenemos que hacer es empezar por una vía de democracia y libertad sindical, y que eso empiece a permear tanto en los sindicatos del sector público como del sector privado”.
–Yo quiero ver tu primera reunión con Carlos Aceves del Olmo para que lo convenzas de que se necesita democracia –le comentó el conductor Leo Zuckerman sobre el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
–No es que lo convenza yo, es que ya hay una reforma constitucional, y que próximamente va haber una la ley secundaria a esa reforma, que ya plantea esos mecanismos justamente que van ir permitiendo que exista eso [libertad y democracia sindical] que no ha habido y o ha habido en muy pocas ocasiones […]. El punto es que representen los intereses de los trabajadores.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM), que representa a unos 4 millones de trabajadores, surgió hace 82 años en febrero de 1936 para buscar mejores salarios y un mejor nivel de las familias de los trabajadores. Pero desde los primeros líderes Vicente Lombardo y (Don) Fidel Velázquez se volvió clave en el régimen corporativista del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al servicio más del sistema político que de sus agremiados, expusieron trabajadores disidentes y académicos.
Durante sus ocho décadas de historia, ha tenido relación institucional con 14 presidentes de la República. Ahora será con López Obrador. La CTM cuenta con 32 federaciones estatales y regionales, así como cientos de sindicatos nacionales y de industria, entre ellos los 45 mil ferrocarrileros representados por el líder Víctor Flores o los 75 mil electricistas dirigidos por Víctor Fuentes, ambos enlodados en señalamientos penales de enriquecimiento ilícito. La CTM contribuyó a la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Infonavit, instancias que también tienen a los líderes sindicales Manuel Vallejo Barragán y Rafael Rivapalacio Pontones, respectivamente.
“Vamos a respetar la libertad y la autonomía de las organizaciones de los trabajadores, ellos deciden cómo, cuándo, se organizan. Cualquier sindicato va a tener la garantía de que el gobierno no va a ser persecutor ni tampoco cómplice de nada”, declaró Alcalde Luján a El Economista en abril pasado. “Que ya no sea el gobierno el que controle el sindicalismo en México”.
“Parte de la permanencia de los sindicatos en el escenario político del país tiene que ver con la forma en como está estructurado el sindicalismo casi desde medio siglo XX a la fecha. Lejos de ser instancias que representaran los intereses de los trabajadores, en la década de los 70 se convirtieron en un engrane más del sistema político en donde los líderes se alejaron de sus comunidades y se acercaron al titular del Ejecutivo, ya sea en el ámbito local o federal, para fines de poder político (espacios en el Congreso) y económico (cuotas)”, afirmó el politólogo y especialista en gobierno, Maximiliano García Guzmán.
“También a cambio de la estabilidad dentro de sindicatos para que no haya conflictos laborales, han funcionado como una maquinaria de votos como se vio este primero de julio”.
Los líderes destacables de la CTM han sido el poblano Vicente Lombardo (1936-1940), quien en 1938 intervino en la fundación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM, hoy PRI); el mexiquense Fidel Velázquez (1950-1997), el mexiquense líder electricista Leonardo Rodríguez Alcaine (1992-2005) y el originario de la Ciudad de México Joaquín Gamboa Pascoe (2005-2016).
El líder cetemista actual es el legislador priista Carlos Aceves del Olmo, quien apoyó al candidato presidencial José Antonio Meade y estos días se reunió con el dirigente del PRI, René Juárez Cisneros, para mostrarle su apoyo tras la pérdida electoral del partido. En 2012, como presidente de la Comisión del Trabajo en el Congreso, fue clave para la aprobación de la Reforma del Trabajo que dio luz verde al outsourcing. La abogada Luisa María Alcalde dijo en la entrevista con El Economista que permanecerá la subcontratación, pero debe aplicarse conforme a la ley.
Por su parte, el virtual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a acabar con el “caciquismo” dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), conformado por 87 mil sindicalizados y dirigido desde 1993 por el priista Carlos Romero Deschamps, denunciado penalmente por enriquecimiento ilícito. Tomó el cargo tras la detención de Joaquín Hernández Galicia en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Arturo Flores, dirigente del grupo disidente Petroleros Activos en Evolución, expuso que en el caso petrolero “el sindicalismo moderno debe estar orientado a la productividad y a la competitividad para que nos permita transformar a nuestra empresa en una industria competitiva a nivel mundial, cambiando la cultura laboral con capacitación en tecnología de punta y cuidado al medio ambiente”.
Otros petroleros también han manifestado su simpatía por López Obrador dada su postura respecto a la Reforma Energética y la industria petrolera, y su rechazo a Romero Deschamps. Entre ellos, figuran la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, el Comité Nacional de Estudios de la Energía, el Sindicato Independiente de Trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo, la Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros o la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros.
Juan Carlos Chávez González, quien encabeza la Alianza Nacional Democrática, dijo que lo que su sector necesita es sustituir a la Secretaría General y líderes de secciones, además de una democracia sindical para elegir a los nuevos representantes en asambleas “no amañadas” y que haya “igualdad” de oportunidad entre los grupos que quieran participar.
Para determinar perfiles, el petrolero jubilado destacó la importancia de evaluar “la capacidad y experiencia” de cada uno de los que se postulen para ser los siguientes líderes petroleros nacional y locales. A pesar de que Romero Deschamps se reeligió en diciembre para el periodo 2019-2024, explicó que los estatutos permiten sustituirlo antes.
LA RELACIÓN CON LOS SINDICATOS
Además de prometer terminar con el “caciquismo” en el sindicato petrolero, el fundador de Morena Andrés Manuel López Obrador le dio un cargo plurinominal en el Senado al líder minero Napoleón Gómez Urrutia, exiliado en Canadá señalado por supuestos desvíos de recursos, y en un mitin estuvo acompañado de René Fujiwara Montelongo, nieto de la lideresa magisterial presa Elba Esther Gordillo, y de su yerno José Fernando González Sánchez. “La Maestra” fue detenida en febrero de 2013 acusada de desviar 2 mil millones de pesos de las cuotas sindicales, y permanece en prisión domiciliaria.
La próxima Secretaria del Trabajo Luisa Alcalde sostuvo en la entrevista con El Economista que “un pacto de impunidad sería si hubiera un proceso contra Napoleón Gómez Urrutia; hoy no hay ningún proceso en su contra, de todos modos está exiliado en Canadá”.
El politólogo Maximiliano García aseguró que en general “los políticos saben que el tener a los sindicatos de su lado es una ayuda importante. Quizá ya no como lo fue en la década de los 70 u 80 cuando el charrismo estaba en su esplendor, pero siguen agremiando millones de trabajadores; una moneda de cambio con la que los líderes sindicales saben jugar muy bien”. Visualizó que “un paro de electricistas, de la educación o de trabajadores del Seguro Social pone en jaque a la autoridad y a sectores económicos que dependen de ellos”.
A la par, “las condiciones laborales se han visto cada vez más afectadas por los intereses económicos, lo cual se suma a que las reglas laborales se han flexibilizado, lo que se traduce en una afectación a sus bolsillos”. En el caso de los líderes sindicales con acceso al Congreso, agregó García, “han sido cómplices” de ello, por ejemplo, en la aprobación de la Reforma del Trabajo de 2012.
El académico de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Marco Fernández, dijo que habrá que esperar a la acción de la Secretaría de Trabajo para determinar si los compromisos de gobierno se concretan. La próxima Secretaria será Luisa Alcalde, quien fue Diputada Federal y participó como Secretaría en la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
Frente a un sindicalismo estructurado desde hace décadas, Fernández expuso la importancia de garantizar la transparencia en las finanzas de los sindicatos y en la libertad para elegir a sus representantes.
Por su parte, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), conformada por más de 200 organizaciones sindicales, también espera que su gobierno brinde democracia y libertad sindical, así como una real contratación colectiva. Presididos por el líder telefonista, Francisco Hernández Juárez, buscarán reunirse con la futura Secretaria de Trabajo para dialogar sobre los cambios a la ley secundaria en materia de justicia laboral pendiente en el Senado.
Francisco Hernández, 69 años, es líder de los telefonistas desde 1976, en 1982 fue demandado ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por disponer de 500 millones de pesos de las cuotas obreras y en 1990 permitió la privatización de Telmex. En estos últimos años se ha manifestado en contra de la Reforma de Telecomunicaciones y a favor de “un cambio de régimen”.
El Día del Trabajo los sindicatos aglutinados en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y el Frente Amplio Social Unitario (FASU) se reunieron en el Zócalo de la Ciudad de México. Desde Canadá y en plenos señalamientos electorales, el líder minero “El Napo” llamó a tomar “la decisión correcta” para transformar a México, para reconstruir la economía y al país.
“Tenemos que acabar con la corrupción, tenemos que acabar con la desigualdad y pobreza, en que unos cuantos de las mafias del poder político y económicos de México nos han hundido a todos”, declaró.
Este miércoles Día del Minero, el líder sindical y próximo Senador plurinominal, Napoleón Gómez Urrutia, emitió un mensaje a través de su Facebook por los 84 años de vida sindical tras su fundación en 1934 en Hidalgo. Recordó el liderazgo de su padre Napoléon Gómez Sada y llamó a mantener la unidad, y espíritu de lucha.
“Hoy se inicia la cuarta transformación histórica de México”, declaró. “Somos el único sindicato nacional que decidimos compartir y luchar por estos objetivos que Andrés Manuel López Obrador se trazó para transformar al país […] ¡Que viva el Sindicato Nacional de Mineros, compañeros!”, afirmó “El Napo”.
No obstante, el politólogo de la UNAM Maximiliano García dijo que ningún sindicato se salva de ser “sinónimo de corrupción” en vez de salvaguardar los derechos de los trabajadores.
“Es el caso de los sindicatos de ferrocarrileros, telefonistas, electricistas y también muy poderosos como el de la Educación, el del Seguro Social, de Trabajadores al Servicio del Estado, el de la UNAM”, enlistó.
EL ABRAZO DEL MAGISTERIO
En febrero pasado desde Zacatecas, el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador prometió en un mitin libertad sindical para los docentes en cuanto a elegir a sus dirigentes. Este miércoles, el tabasqueño expuso posibles modificaciones al marco legal que enviará al Congreso cuando entre en funciones, entre los cuales destacan considerar a la corrupción como delito grave; modificar o revocar leyes de la Reforma Educativa (en materia laboral) y aunque ningún trabajador de base será despedido, se ajustará a la estructura administrativa de gobierno al plan de austeridad.
Como parte de la ola de felicitaciones que ha recibido el morenista, este domingo en un comunicado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) oficial, conformado por más de un millón de integrantes y dirigido por Juan Díaz de la Torre, expresó su reconocimiento, le deseó éxito y le confirmó su voluntad de trabajar de manera institucional con su próximo gobierno.
López Obrador también es apoyado por la parte disidente del SNTE.
“Esos sindicatos corruptos que se dedicaron a chantajear al gobierno y partidos, y a explotar a los trabajadores ya no deben de existir”, afirmó Venancio Morales Zúñiga, de la sección 15 de Hidalgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), miembro de la parte cercana a la ex lideresa presa Elba Esther Gordillo e inconforme con “el impostor” Juan Díaz de la Torre. “El país necesita una renovación sindical, un nuevo compromiso de los sindicatos y de los trabajadores con el Proyecto de Nación. Requerimos una entrega más efectiva hacia el desarrollo”.
Morales Zúñiga manifestó su creencia en un sindicalismo vertical que atienda las necesidades de los trabajadores, por lo que en el caso del sector educativo exigen la renuncia del Secretario General Juan Díaz al cargo de Presidente del Consejo que, afirman, no le pertenece y también demandan que regrese “la Maestra”, la que reconocen como presidenta del Consejo, a convocar a un Congreso Nacional para elegir democráticamente al representante sindical.
“Un sindicato vertical es el en que desde el dirigente más alto hasta el afiliado que tiene menos beneficios económicos en el escalafón de salarios todos tengamos los mismos derechos y la misma oportunidad de desarrollo profesional, laboral y de derechos. Que no haya trabajadores de primera y de segunda”, expuso. Para la elección de los dirigentes, agregó, deben existir asambleas democráticas “sin coacción ni amenazas”.
Con el arribo del nuevo gobierno, afirmó, “no solo tenemos esperanza, estamos seguros de que se va a transformar el sindicalismo”, confió al enfatizar “el compromiso” de Andrés Manuel tanto con el pueblo mexicano como con la creación de un marco educativo con la meta de una educación de calidad y equidad en la escuela pública. Recordó que con la Reforma Educativa de 2013 aprobada en el sexenio de Enrique Peña Nieto se acabó con el contrato colectivo. “Hoy queremos recuperarlo para dar certeza laboral a los maestros”, dijo.
Sin embargo, para la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que también ha mostrado su apoyo a López Obrador, “Juan Díaz de la Torre así como Elba Esther Gordillo representan el entreguismo de nuestro Sindicato ante los gobiernos […] Les ha permitido enriquecerse de manera ilícita a costa de las cuotas sindicales de los trabajadores”, acusó en un comunicado en los meses en que se hizo pública la existencia de dos bastiones dentro del SNTE.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con 56 secciones en el país está compuesto por 1 millón 400 mil activos y por 400 mil maestros jubilados con derechos vigentes tras 30 o 40 años de servicio, lo que lo convierte en el más grande de América Latina en su sector. Sin embargo, durante el proceso electoral se manifestó una parte que está inconforme con el dirigente Juan Díaz de la Torre, a quien consideran “ilegítimo”, y a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Venancio Morales Zúñiga, de la sección 15 de Hidalgo del SNTE y presidente del Grupo de Análisis Jurídico y Dignidad Magisterial, dijo en entrevista que alrededor de 1 millón 100 mil apoyaron a López Obrador, a pesar de ser “perseguidos” por Nueva Alianza y por Díaz de la Torre. En febrero lo acusó de “presidente ilegítimo” por adelantarse y llamar al VII Congreso Nacional para reelegirse, el cual estaba programado para octubre y que, dijo, solo la maestra tiene derecho para convocar.
“El magisterio se volcó en apoyo al licenciado Andrés Manuel. Fue mucha la respuesta frente a un Sindicato que no nos representó para nada, un candidato que no representaba los intereses de los maestros. José Antonio Meade se dedicó a golpearlos y el propio sistema durante muchos años”, afirmó vía telefónica.
Ahora, los docentes exigen “la derogación de la mal llamada Reforma Educativa”, aseguró Morales. “El maestro no está en contra de ser evaluado, sino en la forma en como lo hicieron: perseguidos, golpeados… 650 millones de pesos que [el ex secretario de Educación Aurelio] Nuño le dio a Juan Díaz para impulsar la Reforma y no hicieron otra cosa más que golpear a los maestros”, evocó.