Ciudad de México, 15 de julio (SinEmbargo).– Si el Gobierno mexicano no captura en dos o tres días más al líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, el siguiente paso es operar una ofensiva por parte del Estado en territorio sinaloense con la intención de desactivar las células del grupo delictivo, anticipó Jeremy McDermott, codirector y cofundador de Insight Crime, una fundación dedicada al estudio del crimen organizado en América Latina y El Caribe.
“El problema es que el mundo va a ir encima del Cártel de Sinaloa si no lo capturan [al capo] en dos o tres días: el Gobierno federal va a tratar de presionar a las redes vinculadas con el cártel y se puede ver una reacción por parte del brazo armado de Sinaloa”, expresó.
“Podríamos ver un aumento en la violencia si no lo capturan en los próximos días, porque la fuerza pública va a atacar con todas sus redes políticas al territorio de Sinaloa y si hay una ofensiva de la fuerza pública en México podríamos ver una respuesta de Sinaloa defendiendo a ‘El Chapo’”, agregó.
El experto explicó que aún con Guzmán Loera en prisión, el Cártel de Sinaloa nunca perdió su lugar como el más importante del país, a pesar de que otras organizaciones como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se hicieron más mediáticas. Lo que se puede esperar ahora, continuó, es que el grupo criminal sinaloense siga manteniendo su acostumbrado “bajo perfil” que le permite hacer negocios millonarios al año –que según una estimación hecha en 2012 por The New York Times Magazine alcanzaría los 3 mil millones de dólares al año–, para así poder enfocarse en nuevos mercados y negocios, ante la baja en el consumo de cocaína en Estados Unidos, y encontrar nuevos abastecedores, además de los tradicionales grupos colombianos, en Bolivia y Perú.
“En términos del negocio, en el Cártel de Sinaloa no vamos a ver un cambio inmediato porque “El Chapo” apenas está llegando y se está asentando en un sitio donde se sienta cómodo. Creo que será hasta dentro de unas semanas, cuando ya se sienta cómodo, que podría asumir otra vez el control sobre sus redes y sus estructuras e intentar reconstruir y consolidar el negocio del cártel, pero va a ser muy difícil que se vean señales obvias porque siempre han preferido actuar de manera clandestina”, expuso McDermott en entrevista con SinEmbargo.
El sábado pasado por la noche, Guzmán Loera se fugó del Penal de Alta Seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel, después de casi hace año y medio de haber sido atrapado en Mazatlán, Sinaloa, por elementos de la Marina. En 2001 también escapó del complejo de Puente Grande, en Jalisco y el Gobierno federal tardó 13 años en reaprenderlo.
Transcurridos cuatro días de la fuga, según el entrevistado, el capo podría estar en cualquier lugar de México o el mundo. “Yo creo que ya se fue, entonces hay que ver cuál será la respuesta del Estado, cuando ya se dieron cuenta que podría estar en cualquier parte dentro o fuera del país. En este punto, me imagino, para lograr su captura van a tener que estar muy en contacto con los estadounidenses”.
TODO UN MUNDO POR EXPLORAR
Jeremy McDermott, un ex oficial del Ejército Británico que hizo parte de su servicio activo en Irlanda del Norte y Bosnia, expresó que ante los problemas que tenía el Cártel de Sinaloa para que grupos colombianos como “Los Rastrojos”, los abastecieran de cocaína, ahora existirá también un reacomodo en las cadenas de proveeduría que apuntan hacia Bolivia y Perú.
Prueba de ello es el decomiso de 3.3 toneladas de cocaína peruana que se realizó en marzo pasado en Ecuador y que tenía como destino el puerto de Manzanillo, en Colima, México.
Otro de los pasos a seguir por Guzmán Loera, según McDermott será fortalecer la presencia del cártel en zonas donde la cocaína es más cara, ante la baja que se registra en Estados Unidos en el consumo de esta droga.
En su Informe Mundial sobre Drogas 2010, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) informó que la demanda de cocaína en ese país disminuyó dos tercios en la década pasada y un cuarto entre el año 2000 y 2010.
“Los cárteles (mexicanos de la droga) se disputan un mercado en retroceso. Es una lucha violenta en medio de la sequía provocada por menos adictos, el precio de la droga es más alto y las dosis son menos puras”, señaló en un comunicado el organismo, fechado el 23 de junio de 2010, y la caída no se ha detenido en los últimos cinco años, a pesar de que a nivel continental sigue liderando en este rubro.
Cifras proporcionadas por McDermott muestran que junto con la caída en el consumo, también ha habido una baja en los precios en relación con otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde al año se consumen 300 toneladas de esta droga, un kilo de cocaína tiene un precio de 25 mil dólares, mientras que en Europa alcanza los 40 mil dólares, en Moscú, Rusia, más de 60 mil dólares y en Australia y Japón más de 100 mil dólares, por lo que es previsible que el capo mexicano empiece a trazar su estrategia para ampliar la presencia del cártel en esos mercados.
“El reto para ‘El Chapo’ es que la demanda en Estados Unidos va a la baja, entonces está intentando diversificar sus mercados hacia otros más lucrativos”, porque aún tiene en Estados Unidos a su principal cliente y aunque Colombia es uno de los países pioneros en el tema de la cocaína, en Bolivia y Perú existen territorios donde se pueden sembrar insumos en grandes cantidades.
“El Cártel de Sinaloa tenía problemas para conseguir producto, ahora ha habido un reacomodo, con trabajo en Bolivia y Perú, pero a pesar de eso tenemos la sensación de que México está desesperado por conseguir producto”, planteó el codirector y cofundador de Insight Crime.
“Colombia, Bolivia y Perú son ahora los proveedores para los cárteles mexicanos, porque el mercado de Estados Unidos ya no es tan lucrativo porque no tienen sus propias redes de distribución y el producto lo están comprando a otros países. En Honduras están pagando entre 8 y 12 mil dólares por kilo de cocaína, los colombianos ganan en transporte entre 5 y 7 mil dólares que no es mucho, entonces, si ellos mueven un kilo de coca desde Bolivia y lo venden en Buenos Aires en Sao Paolo o Río de Janeiro, ganan casi lo mismo”, explicó.
LA OPCIÓN B
El experto en crimen organizado vaticinó que otro de los pasos que podría dar Guzmán Loera es explorar más el mercado de la heroína, que no sólo está creciendo en Estados Unidos sino que distintas regiones de México, entre ellas, Sinaloa, muestra condiciones adecuadas para la cosecha de amapola.
Un informe publicado en Morbidity y Mortality Weekly Report del CDC [Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos] dado a conocer la semana pasada reveló que el consumo de heroína aumentó en la última década. Las cifras muestran que 2.6 de cada mil residentes de Estados Unidos mayores de 12 años usaron heroína entre el 2011 y 2013, lo que representa un incremento del 63 por ciento en la tasa de uso de heroína entre 2002 a 2004.
Las muertes causadas por sobredosis de heroína casi se cuadruplicaron entre 2002 y 2013, reclamando 8,257 vidas en 2013.
En total, más de medio millón de personas usó heroína, más de la mitad que en 2013, un alza de casi 150 por ciento desde 2007, según el informe. La principal razón es que se trata de una droga más barata que la cocaína.
LA FUGA
El co fundador de la organización especializada en asuntos de seguridad, dijo por último que la manera en la que se fugó el capo muestra que se trata de una persona que planea las cosas hasta el último detalle y al haber transcurrido ya tantos días desde su escape lo único que se puede decir es que “lo estamos perdiendo”.
Cuestionó el hecho de que entre su fuga y la activación de los mecanismos de seguridad para su búsqueda hayan transcurrido más de ocho horas, tiempo durante el cual “fácilmente” pudo llegar a un país como Guatemala.
El lunes por la noche, 48 horas después de la fuga del capo, Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, aseguró en conferencia de prensa un operativo en coordinación con la Interpol para buscar al capo en todo el mundo, mientras que la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de hasta 60 millones de pesos a quien o quienes proporcionen información que lleve a la captura de “El Chapo”.
También se ofreció el número 01 800 008 5400 para aportar información a las autoridades federales.