México

Chuchos lamen sus heridas

ENTREVISTA ¬ Zambrano insiste en que hubo fraude: Claudia será “la Calderona” de AMLO

15/06/2024 - 11:50 pm

La virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum ganó la elección del 2 de junio con 35.9 millones de votos frente a los 16.5 para Xóchitl Gálvez, candidata del PAN-PRI-PRD, sin embargo, el dirigente del PRD Jesús Zambrano insiste en que será una Presidenta “ilegítima” y compara los resultados con el 2006, cuando el panista Felipe Calderón asumió el cargo entre señalamientos de fraude y con sólo medio punto porcentual de ventaja sobre López Obrador.

Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).– Después de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no alcanzó el mínimo de votación para mantener su registro a nivel nacional, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, creadores de la corriente política Nueva Izquierda que predomina en el partido, reconocieron que no actuaron a tiempo ante las crisis internas que enfrentaron. Ambos afirman que el segundo triunfo de Morena a nivel federal, con Claudia Sheinbaum Pardo como candidata, es resultado de una elección de Estado y, en los hechos, siguen atribuyendo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, experredista desde 2012, el momento de quiebre que hoy viven.

Jesús Zambrano reconoció en una reunión con militantes de 17 estados que la candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez Ruiz, impulsada por el PRD y los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), no creció por la falta de coordinación entre los dirigentes y el equipo de campaña de la exsenadora, pero aseguró que el PRD le sigue mostrando su apoyo al acompañarla a promover recursos legales contra irregularidades detectadas en la elección, pues, aún cuando Sheinbaum Pardo ganó con una diferencia de 32 puntos porcentuales frente a Gálvez Ruiz, opinó que su Presidencia será “ilegítima”.

Las cifras finales del Instituto Nacional Electoral (INE) muestran que 35 millones 924 mil 519 personas votaron para elegir a Sheinbaum Pardo como la primera Presidenta de México en la elección del 2 de junio (59.7 por ciento de las y los votantes), frente a los 16 millones 502 mil 697 que optaron por Xóchitl Gálvez (27.4 por ciento), pero Zambrano compara los resultados con el 2006, cuando el panista Felipe Calderón asumió la Presidencia con sólo medio punto porcentual de ventaja sobre el entonces perredista López Obrador, y entre señalamientos de fraude.

“Nosotros sostuvimos la candidatura de Xóchitl Gálvez y la estamos acompañando hasta el final, tan es así que fuimos a presentar un recurso en contra de la constitucionalidad de la elección que pretende darle a la Sheinbaum la Presidencia de la República. Sheinbaum es una candidata ilegítima, y si la declaran constitucionalmente Presidenta será una Presidenta ilegítima, será la ‘Calderona’ de López Obrador, ilegítima desde el principio hasta el final“, expuso en entrevista.

Como en esta ocasión, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez han recibido comentarios que las minimizan como políticas, pese a que las dos tienen experiencia en cargos públicos y fueron electas candidatas presidenciales en procesos abiertos a simpatizantes de sus respectivos partidos aliados.

Esta misma semana, la exsenadora por el PAN Xóchitl Gálvez reveló en distintas entrevistas que la noche de la elección presidencial recibió malos tratos de Marko Cortés, dirigente del PAN, quien le gritó cuando supo que llamó a Claudia Sheinbaum para felicitarla por su triunfo.

“Muchos hombres creen que gritando, que ofendiendo a las mujeres, resuelven los problemas […] Lo correcto era felicitar a Claudia. No lo dudé”, dijo sobre ello a Reforma el 12 de junio.

–Si ella [Xóchitl Gálvez] quisiera denunciar estos tratos misóginos desde la alianza, ¿ustedes la acompañarían sabiendo que el PRD ha respaldado luchas históricas de las mujeres? –se le cuestionó a Zambrano.

– A ver, no hay misoginia. Hay una discusión o hubo un debate político. Y nosotros acompañamos a Xóchitl hasta el final, y la estamos acompañando hoy con la presentación del recurso en contra del reconocimiento constitucional de la elección presidencial, respondió al finalizar la Reunión Nacional de Nueva Izquierda realizada este 15 de junio en la Ciudad de México, donde aceptó que el PRD, heredero del registro del Partido Comunista Mexicano, “ya no existe”.

En los 35 años desde su fundación, el PRD pasó de ser la segunda fuerza política del país a apenas mantener su registro como partido local en trece estados después de la elecciones de este 2024. Pero desde 2012, el año en que López Obrador fue su candidato presidencial por segunda ocasión y también en el que dejó el partido, los votos federales a favor del PRD disminuyeron drásticamente.

El PRD ha sido clave en la historia política de México no sólo porque nació al agrupar distintos grupos de izquierda, también porque funcionarios y funcionarias con sus siglas impulsaron políticas clave en el avance de los derechos humanos. Por ejemplo, las legisladoras perredistas Marcela Lagarde y de los Ríos y Angélica de la Peña Gómez impulsaron la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que desde 2007 reconoce la violencia feminicida y más recientemente la violencia política contra las mujeres en razón de género.

Con el paso de los años, el PRD no sólo perdió millones de militantes –pasó de  de tener 5 millones 254 mil 778 personas afiliadas en 2017 a 999 mil 249 en 2023, según datos del INE–, también salieron de sus filas varias y varios de sus fundadores, como Amalia García y Cuauhtémoc Cárdenas.

Ahora, aunque Jesús Zambrano y Jesús Ortega, conocidos como “Los Chuchos”, reconocen que no se renovaron a tiempo, no dejan de señalar el daño que al salir del PRD, y ya como Presidente, les causó López Obrador, fundador de Morena, el partido que este año gobernará al menos 23 estados.

Jesús Zambrano y Jesús Ortega, cabezas de la corriente interna del PRD Nueva Izquierda. Foto: Cuartoscuro.

“No tomamos las medidas audaces que en su momento se requería, y que pagamos, en lo que al PRD se refiere, las consecuencias. Pero no dejo de ninguna manera a un lado el peso de una elección de Estado, del papel que jugó el delincuente electoral, el jefe de la delincuencia electoral llamado López Obrador en la Presidencia de la República para imponer estos resultados”, mencionó Zambrano.

Durante el encuentro con militantes, el dirigente aceptó que el partido no logró superar sus “debilidades estructurales”, además de asumir el error de ceder a presiones internas y pausar el proyecto Futuro 21, que en 2019 impulsaron distintos perredistas y panistas para crear un nuevo partido que utilizara el registro nacional del PRD e hiciera competencia a Morena.

“Nunca pudimos superar [nuestras debilidades estructurales] porque no tomamos a tiempo las decisiones radicales que urgían y terminamos cediendo a las presiones internas de liderazgo de las otras corrientes y hasta de compañeros de Nueva Izquierda. Por ejemplo, el proyecto de Futuro 21 que echamos a andar impulsado por el PRD fue una oportunidad de renovación audaz, pero la dejamos escapar. ¿Qué hacer entonces en las nuevas circunstancias? No tengo ninguna duda de que debemos reinventarnos”.

Por su parte, Jesús Ortega admitió que debieron terminar “el ciclo agotado del PRD” antes de que las y los votantes lo hicieran por ellos.

” [Alargamos] la crisis del PRD hasta que en lugar de tomar la decisión nosotros, los electores la tomaron por nosotros. En lugar de desaparecer nosotros al PRD para construir una alternativa diferente los electores dijeron: ‘Ustedes ya no’. Y no nos dieron los votos necesarios. Sí, hubo elección de Estado, pero no nos dieron los necesarios porque no tuvimos la valentía, la determinación, la convicción de tomar las decisiones a tiempo: ¿saben por qué? Porque nos invadió un espíritu conservador”, dijo en un discurso ante militantes.

– ¿Esta actitud conservadora también la tenían integrantes de esta corriente Nueva Izquierda o de otras? –se le preguntó al término del encuentro.

–Principalmente de otras, pero también al interior de Nueva Izquierda había resistencias bajo la idea de mantenerse más fiel a la idea originaria del PRD, pero todo va cambiando y no es lo mismo el propósito originario de 1989 –el año de su fundación– al nuevo siglo. Todas las cosas van cambiando y el PRD también necesita cambiar. Debió cambiar el PRD, hora lo vamos a tener que hacer en circunstancias más complejas, más difíciles –dijo.

Con la llegada de Jesús Ortega a la dirigencia en 2008 se consolidó la influencia de Nueva Izquierda dentro del PRD. Cuestionado sobre la responsabilidad de ese grupo en la debacle del partido, el exsenador se limitó a recordar que desde 2018 propusieron crear una nueva fuerza política, “pero no hubo disposición”; también responsabilizó a López Obrador de las crisis que enfrentan.

– ¿Qué le dice a estas voces que mencionan a la corriente Nueva Izquierda, que encabeza usted y Jesús Zambrano, como responsable de llevar al partido al momento en el que está?

– Yo propuse que resolviéramos el tema estructural a partir de cambiar el ciclo del partido y de cambiarnos de nombre y de cambiarnos de formato, y de esquemas para crear una nueva visión de izquierda social demócrata. ¿Cuál fue la causa fundamental del deterioro del PRD?: la división que hizo López Obrador.

Si usted observa el desarrollo de las elecciones, el proceso de mayor deterioro del PRD se inicia en 2015 –un año después del registro de Morena como partido y año en que hubo elecciones intermedias–, cuando López Obrador fractura al PRD. Ahí también nosotros debemos de tomar una decisión, si López Obrador se va, nosotros hagamos una gran reforma del PRD, no lo hicimos, no nos atrevimos a hacer esa reforma, le estoy hablando del conjunto del partido.

Militantes del PRD llamaron este 15 de junio, desde el hotel Fiesta Inn de Paseo de la Reforma, a renovarse y escuchar voces diversas incluidas las de juventudes, personas con discapacidad y de la comunidad LGBTIQ+, además, pidieron que se tomaran en cuenta las dificultades que enfrentaron al realizar campañas con políticos de la alianza PAN-PRI-PRD, por ejemplo en la Ciudad de México.

En días previos, Jesús Zambrano había anunciado que dejarán abierto el registro del partido “al servicio de la construcción de algo nuevo”, por lo que estará abiertos a dialogar con los grupos que conforman la Marea Rosa, movimiento convocado desde 2022 por organizaciones civiles cercanas al empresario Claudio X. Gónzalez, promotor de la coalición PAN-PRI-PRD.

Zambrano, quien termina su ciclo como dirigente del PRD en agosto, aseguró que está dispuesto a hacerse a un lado durante la creación de otra fuerza política: “No voy a ser parte de la cabeza de un nuevo proceso”.

Mientras que Jesús Ortega opinó que él participaría en esta nueva fuerza pero “como otro perredista”, porque lo fundamental, dijo, “es atraer a nuevas personas, a nuevos grupos, a nuevas ciudadanas, a nuevos ciudadanos a este esfuerzo que ahora reinicia un grupo de militantes del PRD”.

Montserrat Antúnez
Periodista. Comprometida con comunicar temas sobre acceso a la justicia y derechos humanos. Trabaja por un periodismo con perspectiva de género y que respete la dignidad de las personas.
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