El mandatario estadounidense ha instado a los legisladores a que aprueben leyes para que los compradores de armas pasen por un control de antecedentes penales, pero el Congreso lleva más de dos décadas sin limitar significativamente la posesión de armas.
Washington, 15 may (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo este domingo un llamamiento a “trabajar juntos” para enfrentar el “odio”, tras el tiroteo en un supermercado de Búfalo (Nueva York) perpetrado por un supremacista blanco que dejó al menos 10 muertos.
Durante un evento en el Capitolio para homenajear a los policías fallecidos en 2021, el mandatario aseguró que el Departamento de Justicia está investigando la masacre “como un crimen de odio motivado por el supremacismo blanco”.
“Todos debemos trabajar juntos para abordar el odio. Los corazones de los estadounidenses están heridos una vez más, pero nunca debe flaquear nuestra determinación”, expresó Biden.
Previamente, la Vicepresidenta de EU, Kamala Harris, lamentó a través de un comunicado que el país “está sufriendo una epidemia de odio”, que se traduce en “actos de violencia e intolerancia”.
“Debemos denunciarlo y condenarlo. Los delitos de odio por motivos raciales y los actos de extremismo violento son dañinos para todos”, declaró.
Un joven blanco fuertemente armado irrumpió el sábado en un supermercado de Búfalo y disparó indiscriminadamente matando a diez personas e hiriendo a otras tres, en su mayoría negras.
El atacante llevaba puesto un casco militar con una cámara que estaba transmitiendo en vivo la acción en la plataforma Twitch.
El FBI informó que investiga el ataque “como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales”.
El tiroteo trae a la memoria una serie de incidentes similares en EU, entre ellos el ocurrido el 23 marzo de 2021 con un saldo de 10 muertos en un supermercado de Boulder, en el estado de Colorado.
Biden ha instado a los legisladores a que aprueben leyes para que los compradores de armas pasen por un control de antecedentes penales, pero el Congreso lleva más de dos décadas sin limitar significativamente la posesión de armas, protegida en la segunda enmienda de la Constitución.