En México se empleaba el telar de cintura, o el telar de marco rígido fijo en tierra, o el telar inclinado estacionaria para sacar el tejido en anillo. Los telares fijos se hallaban limitados al noroeste del país, donde hasta mediados de los años cincuenta siguieron en uso entre los Tarahumara de Chihuahua y los Mayo de Sonora.
Por Kirsten Johnson
Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).- Los tejidos en anillo constituyen fajas sin costura, las cuales forman, aún mientras quedan en el telar, un nudo continuo. Como indica el nombre, este tipo de tejado depende de la manera en que se sitúa el urdimbre sobre el telar. Existen dos modos básicos para armar el tejido en anillo. El primero requiere que se oville el urdimbre continuamente alrededor de los dos enjullos del telar para así crear dos niveles de urdimbre. La artesana trabaja en el enjullo superior, y mientras avanza su labor va desplazando hacia adelante el trozo de lienzo ya completado. Una vez acabada la tela, se desprende ésta del telar en forma de rollo o, si se corta, como trozo de tejido dos veces lo largo del telar mismo. Irmgard llamaba “spiral”, es decir, espiral o hélice, a este método de elaboración
El segundo sistema requiere una vara auxiliar (solo o con cordón) llamada la ‘varilla (o el cordón)de candado de urdimbre’. Esta varilla (o cordón) se introduce paralelo a las dos barras laterales. El estante del urdimbre es pasado por encima de las barras y alrededor de la varilla de candado para después regresar en dirección invertida. Luego se repite el proceso desde el otro extremo. La función de la varilla es conectar correctamente los dos ribetes horizontales del tejido. Si la varilla permanece en esta posición, entonces la tela formará un cilindro. Si se la quita, en cambio, el tejido se extenderá plano . Si el tejido no ha alcanzado hasta los orillos extremos, el borde llevará una un fleco de nudos sin cortar.
Hay indicios en muchos sitios del tejido en anillo prehistórico. Se han descubierto muestras en el antiguo Perú, en China, en Dinamarca y en el suroeste norteamericano. Aparte de México, la técnica queda documentada entre artesanos del telar del siglo veinte en Sudamérica así como en el sur y el noroeste de Norteamérica, en África del Oeste, en Madagascar, en el Medio Oriente, en India, Tíbet, las Islas Filipinas, Borneo y en el Pacífico del Sur.
Durante el siglo veinte eran conocidos los telares de tejido en anillo por el norte y el centro de México, donde se los empleaba para elaborar cintas, fajas, mamales, enredos, mantas y sarapes. El tejido en anillo se prestaba a una amplia variedad de técnicas, entre éstas el tejido simple, la tapicería, el bordado de urdimbre suplementaria, el labrado de urdimbre, la sarga, el tejido doble y los complejos tejidos de dos vistas.
En México se empleaba el telar de cintura, o el telar de marco rígido fijo en tierra, o el telar inclinado estacionaria para sacar el tejido en anillo. Los telares fijos se hallaban limitados al noroeste del país, donde hasta mediados de los años cincuenta siguieron en uso entre los Tarahumara de Chihuahua y los Mayo de Sonora. Antes de esta época habían sido mucho más comunes a través de la parte noroeste de México. Parece que también utilizaban este tipo de telar los Pima, los Papago, los Opata, los Maricopa y los Tepehuan, pero ya habían abandonado la práctica para mediados del siglo veinte.
El tejido en anillo mexicano fue producido, en su mayor parte, a base del telar de cintura empleando o el sistema “espiral” o el de la vara de candado de urdimbre.
Había telares de diferentes tamaños, siendo los de tamaño mediano más útiles para las telas más anchas, como por ejemplo los enredos, mientras los telares en miniatura servían para hacer cinturones más angostos, o fajas. Además de las estructuras comunes en toda clase de telar, los telares de tejido en anillo incluían una vara o palillo suplementaria llamado el espaciador de urdimbre, diseñado para mantener en secuencia correcta los hilos del urdimbre y para asegurar que permaneciera la tensión.
Con excepción de las cobijas y los sarapes tejidos por los Mayo y los Tarahumara, las prendas de vestir producidas en el telar de tejido de anillo eran en su mayor parte vendas angostas o fajas. Se encuentra, sin embargo, en los textiles resultantes una marcada complejidad y variedad de técnicas de tejer. Los artesanos usaban principalmente una combinación de algodón con seda.