La industria minera subió un 0.3 por ciento; las industrias de electricidad, calefacción, gas y agua lo hicieron un 0.2 por ciento. La cifra quedó muy por encima de las previsiones de los analistas, pero representa un descenso de 1.5 puntos porcentuales.
Pekín, 15 de mayo (EFE).- La producción industrial de China aumentó un 3.9 por ciento en abril y puso fin, al menos por el momento, a las caídas registradas en los anteriores meses del año debido al impacto de la crisis del coronavirus en la economía nacional.
La cifra, hecha pública hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), está muy por encima de las previsiones de los analistas, quienes apuntaban a un crecimiento de cerca del 1.5 por ciento en este período.
No obstante, los datos publicados hoy representan un descenso de 1.5 puntos porcentuales con respecto al crecimiento del 5.4 por ciento experimentado en el mismo mes del año anterior.
Y esta primera subida de 2020 no es suficiente -como era de esperar- como para revertir los descensos que registra la producción industrial en el acumulado del año, que se sitúa ahora en un -4.9 por ciento en los primeros cuatro meses.
Este indicador se había desplomado un 13.5 por ciento interanual en los dos primeros meses de 2020, mientras que en marzo arrojó un 1.1 por ciento negativo.
También cabe recordar que, al contrario que en otros indicadores que compila, la ONE no emplea los precios actuales ni el crecimiento nominal, sino que se centra en el “crecimiento real usando precios comparables” para la producción industrial.
MÁS PRODUCCIÓN QUE DEMANDA
Entre las tres principales categorías en las que la ONE divide este indicador destaca el crecimiento de la industria manufacturera (5 por ciento interanual).
Por su parte, la industria minera subió un 0.3 por ciento, mientras que las industrias de electricidad, calefacción, gas y agua lo hicieron un 0.2 por ciento.
La producción industrial, recordó la ONE, se usa para medir la actividad de grandes empresas con una facturación anual de, al menos, 20 millones de yuanes (2.8 millones de dólares, 2.6 millones de euros).
Según la consultora británica Capital Economics, la mejora en este indicador se debe en parte “a la continuada presión política sobre las fábricas para que reanuden la producción”.
“La producción parece estar yendo más rápido que la demanda, lo que se traduce en mayores inventarios”, indican Julian Evans-Pritchard y Martin Lynge Rasmussen, analistas de esa empresa.
El órgano estadístico oficial también compara los datos de 41 subsectores industriales, de los que 28 experimentaron un aumento de su actividad en abril al compararlos con el mismo mes de 2019.
Entre los productos cuya manufactura avanzó más destacan la maquinaria especial (14.3 por ciento interanual), los ordenadores y otros equipos electrónicos (11.8) o los vehículos (5.8).
En el caso de esta última industria, la patronal ya había hablado esta misma semana de un aumento en la producción en abril debido a un “entusiasmo productor” por la recuperación tras el virus y las políticas de apoyo del Gobierno, aunque advertía de que el consumo doméstico no sería suficiente para compensar la caída de las exportaciones en 2020 por el impacto internacional de la COVID-19.
En el extremo opuesto, los equipos generadores y de suministro de energía perdieron un 0.2 por ciento.
¿REGRESO A LA NORMALIDAD ECONÓMICA?
La ONE también hizo públicos otros indicadores hoy, como las ventas minoristas, importante dato de cara a la medición de la demanda de los consumidores nacionales y uno de los pilares del cambio de modelo económico propugnado por Pekín.
Este apartado registró una caída interanual del 7.5 por ciento que, no obstante, supone una mejora después de haberse desplomado un 15.8 por ciento en marzo; tras el dato de abril, el acumulado de los primeros cuatro meses del año arroja una bajada del 16.2 por ciento.
Esto, para Capital Economics, refleja la “presión constante sobre las finanzas de los hogares”, algo en lo que también parece pesar la tasa de desempleo, que oficialmente solo se elevó levemente hasta el 6 por ciento en abril, pero que para la consultora podría ser realmente del doble debido a que “un quinto de los trabajadores migrantes no ha vuelto a las ciudades”.
Abril también registró una pequeña mejora en la inversión en activos fijos del 0.6 por ciento interanual (-10.3 en el acumulado desde enero) que los analistas atribuyen a un mayor gasto en infraestructura (+4.6), campo que será clave en los estímulos pronosticados para la recuperación de la economía china.
La ONE asegura que los datos publicados hoy muestran que “la economía nacional está regresando paulatinamente a la normalidad”, aunque advierte de que la estabilidad de esa recuperación podría verse afectada por la continua expansión de la COVID-19 en el mundo.
De cara al futuro inmediato, el organismo apunta que las prioridades de Pekín se centran principalmente en “mantener la estabilidad” en diversos apartados clave de la economía como el empleo o las cadenas de suministro.
Capital Economics cree que la política de estímulos que parece estar tomando Pekín seguirá impulsando la construcción de infraestructuras y la producción industrial, aunque apunta que la recuperación del consumo y de la actividad en el sector servicios probablemente llevará más tiempo.