El tifón Vongfong ocasiona una muerte en Filipinas; la COVID-19 limita maniobras de evacuación

15/05/2020 - 6:23 am

En una de esas salas, que antes podía dar cabida a unas 40 familias, ahora hay apenas cuatro para evitar infecciones, y los ocupantes tienen que conocerse entre ellos y reportar si hay alguien enfermo, dijo Claudio Yucot, director de la Oficina de Defensa Civil.

Por Jim Gomez

MANILA, Filipinas (AP).— Los fuertes vientos y lluvias del tifón Vongfong causaron al menos un muerto y dañaron cientos de viviendas y centros de aislamiento contra el coronavirus, además de campos de arroz y maíz, en cinco de las localidades afectadas por su paso por el este de Filipinas, dijo un Gobernador el viernes.

Ben Evardone, Gobernador de la provincia de Samar Oriental, donde el meteoro tocó tierra en la víspera, contó que algunos residentes en los pueblos que visitó lloraban desesperados luego de que Vongfong arrancó o destrozó sus viviendas. Un vecino angustiado después de perder su hogar se cortó las muñecas pero fue tratado a tiempo, añadió.

Un hombre murió desangrado luego de ser alcanzado por restos de vidrios en una escuela abierta para dar cobijo a residentes, explicó Evardone.

“Los daños que vi eran muy extensos. El tejad de una iglesia fue arrancado de cuajo, sus vigas de acero quedaron retorcidas por el tifón”, dijo Evardone a The Associated Press por teléfono.

Él y su grupo de militares, policías y autoridades locales no pudieron acceder a dos de las localidades alcanzadas por el tifón, Jipapad y Maslog, por los árboles caídos en la carretera. Las comunicaciones celulares y de radio con esas zonas estaban cortadas y el dirigente pidió al ejército que movilice un helicóptero para inspeccionar y llevar comida si los solados no logran llegar hasta allí antes del sábado.

Residentes caminan por una calle anegada en una aldea tras el paso del tifón Vongfong por la provincia de Sorsogon, en el este de Filipinas, el 15 de mayo de 2020. Foto: Melchor Hilotin, AP

En la región de Bicol, en el noroeste de Samar Oriental, más de 145 mil personas se enfrentaban el viernes a un debilitado tifón en albergues de emergencia, luego de una evacuación masiva complicada y ralentizada por el coronavirus

Vongfong se debilitó hasta convertirse en una tormenta tropical severa luego de tocar tierra el jueves, y avanzaba en dirección noroeste hacia la populosa isla de Luzon, en el norte del país, dijeron meteorólogos gubernamentales.

Los vientos máximos sostenidos del tifón se redujeron a 110 kilómetros por hora (68 millas por hora) con ráfagas de 150 km/h (93 mph) pero seguía siendo peligroso, especialmente en zonas costeras, según meteorólogos. Se espera que Vongfong salga por el norte del país el domingo.

En la región nororiental de Bicol, más de 145 mil residentes huyeron o fueron trasladados por equipos de respuesta a desastres a refugios de emergencia, en su mayoría habilitados en escuelas, explicó Miles más fueron evacuados a un lugar seguro en las provincias de Samar, a donde llegó el meteoro, agregaron funcionarios.

La evacuación de la población se demoró más tiempo porque los rescatistas y voluntarios tuvieron que ponerse mascarillas y trajes de protección y no podían trasladar a muchos residentes de una vez como medida de protección contra la COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, apuntó el director de la Oficina de Defensa Civil, Claudio Yucot.

“Nuestra facilidad de movimiento se ha visto limitada por el COVID”, dijo Yucot a The Associated Press en una conversación telefónica desde la provincia de Albay, en la región de Bicol, donde hay docenas de contagios confirmados y cuatro decesos, y que está en cuarentena. “En los centros de evacuación, hay más desafíos”.

En una de esas salas, que antes podía dar cabida a unas 40 familias, ahora hay apenas cuatro para evitar infecciones, y los ocupantes tienen que conocerse entre ellos y reportar si hay alguien enfermo, añadió Yucot.

Según la guardia costera, más de 600 conductores de camión y trabajadores quedaron varados por la suspensión de los viajes. Todos debían llevar mascarilla y no podían relacionarse entre ellos.

El tifón llegó en un momento en que Filipinas trata de frenar sus brotes de coronavirus, principalmente con una cuarentena en Luzon que se aliviará este fin de semana, salvo en el área metropolitana de la capital, Manila, y en otras dos zonas de alto riesgo. El resto del país pasará a estar bajo una cuarentena menos restrictiva y los negocios esenciales podrán reabrir parcialmente a partir de la próxima semana.

Filipinas reportó más de 11 mil 600 infecciones de coronavirus y 772 fallecidos, y es una de las naciones más afectadas del sudeste asiático.

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