El PRI cerró el año pasado no sólo con el anuncio de su reconversión a una fuerza política de centro-izquierda, también lo hizo con el destape de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, para el proceso presidencial de 2024, en el cual busca abanderar al bloque opositor con el PAN y PRD, que él mismo impulsó, y en el cual no lleva la voz de mando.
Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).– “La democracia da oportunidades inmerecidas a personas desleales […] Ni una Embajada, ni los sobornos, ni chantajes bastarán para mirar de frente a la Nación que ha traicionado”.
Con este mensaje rompió Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, con el Diputado Carlos Miguel Aysa Damas por su respaldo a la Reforma Eléctrica, en la más reciente muestra de cómo se ha conducido en la dirigencia del tricolor, donde por delante de los resultados ha priorizado la mano dura dentro de la militancia, como lo demostró con la expulsión de Quirino Ordaz Coppel, luego de que el exgobernador de Sinaloa aceptara la Embajada de México en España.
El respaldo de Carlos Miguel Aysa Dama a la Reforma Eléctrica significó un duro golpe a Alito. El legislador tricolor es hijo de Carlos Miguel Aysa González, quien lo sustituyó en el Gobierno de Campeche cuando llegó a la dirigencia del tricolor y que al igual que Quirino le fue otorgada una Embajada —en este caso en República Dominicana— por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En cada uno de los casos en los que las filas priistas han manifestado su cercanía con el Gobierno federal, Alejandro Moreno Cardenas ha amagado con expulsarlos del partido que dirige y desde ese escaparate se ha destapado para el proceso presidencial de 2024, en el cual busca abanderar a la alianza opositora, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que él mismo impulsó, pero en la cual no lleva la voz de mandó, la cual le ha correspondido al blanquiazul, que a la fecha es la segunda fuerza política en el país.
“Fueron autoridades emanadas del PRI, por lo que su militancia está sujeta a los estatutos del Partido. De aceptar la propuesta del Gobierno de Morena estarían incumpliéndolos, provocando sanciones internas incluida la expulsión”, escribió Alito el pasado 17 de enero, luego de conocerse la nominación de los exgobernadores Carlos Miguel Aysa González y de Claudia Pavlovich a cargos diplomáticos.
Los exgobernadores @ClaudiaPavlovic y @AysaGonzalez fueron autoridades emanadas del PRI, por lo que su militancia está sujeta a los estatutos del Partido. De aceptar la propuesta del Gobierno de Morena estarían incumpliéndolos, provocando sanciones internas incluida la expulsión.
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) January 18, 2022
La construcción de una candidatura desde la dirigencia del partido es una vieja fórmula conocida en el bloque opositor. En el proceso de 2006 fue la ruta que empleó Roberto Madrazo Pintado para contender en la elección presidencial de ese año, en la cual quedó rezagado en el tercer lugar con 9.3 millones de votos. Y en la antesala de 2018, la replicó Ricardo Anaya Cortés para competir por la Presidencia, una contienda que perdió y en la que consiguió 12.6 millones de votos. En ambos casos las aspiraciones personales trajeron ruptura dentro del PRI y del PAN.
Moreno Cárdenas ha enfrentado críticas dentro del priismo por la manera en la que ha manejado al partido. A gobernadores como Alfredo del Mazo Maza (Edomex), Alejandro Murat Cárdenas (Oaxaca) u Omar Fayad Meneses (Hidalgo) se les ha visto más cerca del Presidente López Obrador que de su dirigente de partido.
Murat y Fayad han cuestionado que el PRI insista en una alianza con el PAN y el PRD en los comicios de este año, en los cuales han cedido candidaturas como la de Hidalgo al panismo, y que incluso intente extender la coalición a 2024.
En diciembre del año pasado, Fayad Meneses ya prendía alertas por las decisiones adoptadas en el seno de la dirigencia priista:
“La Comisión Política Permanente del @PRI_Nacional le entregó la candidatura a la gubernatura de mi estado, Hidalgo, al Partido @AccionNacional; en un acto al que no fui convocado, siendo integrante de esta misma comisión”.
La Comisión Política Permanente del @PRI_Nacional le entregó la candidatura a la gubernatura de mi estado, Hidalgo, al Partido @AccionNacional; en un acto al que no fui convocado, siendo integrante de esta misma comisión.
— Omar Fayad (@omarfayad) December 30, 2021
La respuesta del líder tricolor no tardó y se alineó al modo que ha venido delineando desde que tomó las riendas del partido: “En la elección de Hidalgo, el PRI irá en coalición con el PAN y PRD; tendrá una candidatura que represente a los tres partidos, pero especialmente a la ciudadanía. Aquí no hay espacio para imponer candidatos destinados a la derrota, a cambio de impunidad a quienes van de salida”.
En la elección de Hidalgo, el PRI irá en coalición con el PAN y PRD; tendrá una candidatura que represente a los tres partidos, pero especialmente a la ciudadanía. Aquí no hay espacio para imponer candidatos destinados a la derrota, a cambio de impunidad a quienes van de salida.
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) December 30, 2021
En Oaxaca, el Gobernador hizo un reclamo similar, aunque enfocado en el aliado de Alito: el panismo.
“No se trata de sumar colores, se trata de sumar propuestas, no se trata de construir a través del odio, se trata de construir a través de la esperanza. Y si lo que tiene que ofrecer el Partido Acción Nacional sólo son odio y descalificaciones, entonces yo te diría que ese es un enemigo para Oaxaca y un enemigo para México“, comentó Murat el pasado 19 de marzo, en entrevista con Milenio Televisión.
A los reclamos que ha tenido Moreno Cárdenas dentro del partido, se suman los malos resultados electorales. En 2021 perdió ocho entidades en los comicios intermedios: Colima, Campeche, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas y San Luis Potosí. Al priismo ahora sólo le quedan Hidalgo, Oaxaca, Estado de México y Coahuila. En las dos primeras entidades habrá elecciones el próximo 6 de junio y las preferencias no están del lado del tricolor.
De hecho, en el caso de Hidalgo pese a que la candidata es la priista Carolina Viggiano Austria su registro fue a nombre del PAN. En Oaxaca, el morenista Salomón Jara lleva una ventaja de 20 puntos sobre el abanderado del PRI-PRD, Alejandro Avilés.De perder Hidalgo y Oaxaca, a Alito sólo le quedarían Coahuila y Estado de México, que también tendrán elecciones de Gobernador el próximo año.
Pese a este historial a cuestas, Alejandro Moreno Cárdenas ha manifestado su intención de ir por la grande. “Claro que estamos listos, yo tengo 46 años de edad, pero he sido más de tres veces Diputado federal, Senador, Gobernador, presidente nacional del PRI. Al final del camino lo que se necesita es un buen cuadro, un buen liderazgo para enderezar el camino del país”, dijo Alito el pasado 12 de diciembre, luego de participar en la 23 Asamblea Nacional del PRI, en donde un grupo de delegados lo respaldó al grito de “¡Presidente!”.
Su nombre figura en las encuestas rumbo a 2024, pero no aparece en los primeros lugares. En la última medición de la consultora Enkoll, es el peor priista posicionado con un 10 por ciento de la preferencia bruta, detrás del Gobernador mexiquense Alfredo del Mazo Maza (27 por ciento), del Senador Miguel Ángel Osorio Chong (26 por ciento), de Enrique de la Madrid (26 por ciento) y del mandatario oaxaqueño Alejandro Murat (11 por ciento).
En lo que respecta a la medición de C&E Research, figura en el cuarto lugar de siete aspirantes, con un 11 por ciento de las preferencias, detrás de Enrique de la Madrid (26 por ciento), Miguel Ángel Osorio Chong (19 por ciento) y el exdirigente del PRI Manlio Fabio Beltrones (19 por ciento).
No obstante, en la encuesta que realiza Massive Caller, Alito no figura. Ahí los priistas mejor colocados son Osorio Chong (11.9 por ciento) y De la Madrid (11.4 por ciento), quienes son colocados detrás del panista Ricardo Anaya (30.3 por ciento) y de Luis Donaldo Colosio Riojas (23.4 por ciento), hijo del excandidato presidencial priista del mismo nombre asesinado en 1994.
Alito ha señalado que la candidatura “no lo distrae”, pero lo cierto es que los números no le favorecen y por el contrario le sirven al PAN para ser el que, en caso de seguir en la alianza, sea el que ponga al candidato presidencial opositor.