América Latina y el Caribe son el epicentro mundial de la pandemia y los países enfrentan dificultades para acceder a la vacunación por la falta de suministros. Chile, que es uno de los países con mayor tasa de vacunación en la región y con políticas de apoyo para reforzar la situación en el corto plazo, sería el único país de la región que alcance este año una actividad económica mayor a la de 2019, con un crecimiento del Producto Bruto Interno del 6.2 por ciento, y del 3.8 por ciento en 2022, según el FMI.
Por Gisela Salomon
MIAMI (AP) — La persistencia de la crisis sanitaria desencadenada por la pandemia de coronavirus ensombrece las perspectivas económicas de América Latina en el corto plazo, y debido al “grado excepcional de incertidumbre” existente se prevé que la recuperación será lenta e incluso menor a la de otras economías emergentes, dijo el jueves el Fondo Monetario Internacional.
“Tanto las personas como las economías siguen necesitando en el corto plazo de una inyección para salir y continuar recuperándose de la crisis de la COVID-19”, expresó el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. Manifestó asimismo que la situación estructural se ha agravado, y eso “plantea ciertas dificultades a largo plazo”, consideró.
Werner efectuó sus declaraciones en una rueda de prensa virtual desde la sede del organismo en Washington, tras la publicación de un informe de las perspectivas de la región en momentos que América Latina y el Caribe son el epicentro mundial de la pandemia y los países enfrentan dificultades para acceder a la vacunación por la falta de suministros.
Las sombrías perspectivas del FMI coinciden con las del Banco Mundial, que remarcó también la incertidumbre para la región en un informe económico de fines de marzo en el que pronosticó un crecimiento del 4.4 por ciento este año.
De acuerdo con la información del FMI, la desaceleración económica regional en 2020 fue del 7 por ciento, la mayor contracción de su historia, y más profunda aún que la del 3.3 por ciento a nivel mundial.
Para el 2021, prevé que el crecimiento será de un 4.6 por ciento, menor al del 5.8 por ciento estimado para los mercados emergentes, con excepción de China, que crecerá al menos un 8 por ciento, indicó el FMI en el informe. En el 2022, el crecimiento regional del PBI seria del 3.1 por ciento.
De acuerdo con esas previsiones, el ingreso per cápita, no retornará al nivel previo a la pandemia hasta 2024, lo que provocará pérdidas acumuladas del 30 por ciento con respecto a la tendencia que existía antes.
"Muy probablemente después de la pandemia América Latina va a enfrentar situaciones que incluyen mayor deuda, mayor pobreza, problemas educativos que se acumularon durante los meses de la pandemia y también la destrucción de capital operativo a nivel empresarial, que obviamente va a generar problemas a la hora de la recuperación”, explicó Werner, tras recordar que la región ya era la que menos crecía en todo el mundo antes del brote de coronavirus.
La gran mayoría de los países de América Latina y el Caribe se inscribieron en el mecanismo Covax de las Naciones Unidas para acceder a vacunas a un precio más accesible, e incluso en algunos casos —como Honduras, Nicaragua, Haití y El Salvador— de manera gratuita, pero aún no han recibido las dosis necesarias para completar la inmunización del personal sanitario, los ancianos y personas con salud delicada.
Para frenar los contagios, algunos han implementado o evalúan implementar nuevamente medidas de confinamiento, que en 2020 fueron prolongadas y tuvieron un fuerte impacto económico.
Werner dijo que las economías latinoamericanas ya han aprendido de esas experiencias de rígidas cuarentenas y han sabido adaptarse, pero advirtió que aún así enfrentan grandes retos.
Debido al virus y las dificultades de vacunación, las perspectivas están sujetas a una gran incertidumbre y son diferentes para cada país, consideró el FMI.
Chile, que es uno de los países con mayor tasa de vacunación en la región y con políticas de apoyo para reforzar la situación en el corto plazo, sería el único país de la región que alcance este año una actividad económica mayor a la de 2019, con un crecimiento del Producto Bruto Interno del 6.2 por ciento, y del 3.8 por ciento en 2022.
En Perú, cuyo retroceso fue de más del 11 por ciento en 2020, el crecimiento económico llegaría al 8.5 por ciento en 2021, y 5.2 por ciento en 2022 ; y en Argentina, que cayó un 10 por ciento en 2020, sería de 5.8 por ciento este año y 2,5 por ciento en 2022.
Brasil, el país de la región con más enfermos y muertos por la COVID-19 y cuya actividad económica se contrajo un 4.1 por ciento en 2020, retomaría el crecimiento a una tasa del 3.7 por ciento este año, y del 2.6 por ciento en 2022; mientras que México, que retrocedió un 8.2 por ciento en 2020, tendría un crecimiento del 5 por ciento en 2021 y del 3 por ciento el año próximo.
Para los países centroamericanos, el repunte sería en 2022, impulsado sobre todo por el plan de rescate de Estados Unidos, que impactaría el comercio y las remesas con ellos.
Ante este panorama, “lo más urgente sigue siendo controlar la pandemia” asegurando que los sistemas sanitarios tengan recursos y que la población acceda a las vacunas, indicó el FMI. La recuperación a largo plazo “será difícil y obligará a acelerar las reformas estructurales, mejorar el acceso a la educación y salud" y mejorar el clima empresarial, entre otras cosas.