Es un texto de política, de amor en medio de la barbarie. Es un libro de resistencia, asegura la autora catalana en entrevista con el departamento de prensa con la Secretaría de Cultura
Ciudad de México,15 de abril (SinEmbargo).- En el sanatorio nadie puede salir, a sus habitantes se les inocula en su voluntad la inacción y la aceptación de los males que asuelan al Estado. Los callados, liderados por un grupo de pensadores inconformistas, deciden luchar contra la masa manipulada que encarga la homogeneización de las ideas, masa en la que impera el miedo a rebelarse y se denuncia al discrepante.ç
Esta es la trama del libro El Sanatorio de la escritora Nuria Amat y publicado por EDLibros. La obra es una alegoría de una civilización enferma, derrotada, amedrentada por el dominio de poderes que han hecho de la acusación al otro su razón de ser. En esta utopía negativa se coloca un espejo frente al lector quien reconocerá de inmediato los males que aquejan al mundo.
En entrevista con la Secretaría de Cultura, Amat, considerada una de las grandes narradoras en lengua española, platicó del proceso creativo de su texto, de la importancia de la literatura en su vida y de sus escritores favoritos.
–¿Qué encontrará el lector en las páginas de El Sanatorio?
–El libro es una metáfora, una alegoría del mundo actual. Es una novela muy especial. Han sido dos años y medio de trabajo. Es un texto de política, de amor en medio de la barbarie, pero no sólo eso, sino de ideas que invitan a pensar. Es un libro de resistencia. Soy catalana, también colombiana y bastante mexicana. Soy antinacionalismos, de toda la vida. En mi libro hay algo que puede verse como una denuncia, que es lo que me motiva a escribir
–La mayoría de sus libros hablan del amor, la pasión, el dolor, la naturaleza, la locura y la muerte, ¿En este libro qué temas le interesaron abordar?
–El Sanatorio es un grupo de personas, un país que puede ser Cataluña, México, Venezuela, Escocia, Francia. Es un texto contra el populismo. Habla de un país en donde viven enfermos y los callados, que son los que tienen miedo a hablar. El Sanatorio es un grupo, pueden ser seis o treinta millones de personas que viven en un país enfermo donde está un virus que es el populismo, llámale nacionalismo, separatismo, bolivarismo, trumpismo, ya que tiene muchos sinónimos. Ahí hay voces, unas cuantas, que llamo de pensadores inconformistas, de lectores, de ciudadanos, que no pueden resistirlo y hablan. Es un país donde no se puede hablar, porque la gente tiene miedo ya que si lo hacen se les castiga, mata o excluye. Lo que muestro es que lo que hace el populismo es dividir, excluir, buscar enemigos.
–¿Cómo surgió este libro?
–Te diré un pequeño secreto, la verdad fue una sorpresa ya que muchos editores no lo querían publicar porque es un texto muy duro, conflictivo, que habla del dolor, la furia y la denuncia, cosas que estamos sufriendo todos en estos momentos. Me llegó por iluminación, yo estaba escribiendo otra cosa.
–¿Qué papel juega la literatura en su vida?
–Para mí es un arte, una forma de vida que permite que el escritor trascienda, que quede en la historia como un representante de lo que fue su momento. La literatura que a mí me interesa es la que está comprometida con la época en la que vive, detrás y delante.
–¿Qué escritores le gustan o han influido en su vida y trabajo?
Hay demasiados, los más importantes son Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Virginia Woolf, León Tolstói, Franz Kafka, Roland Barthes y Emily Dickinson que es mi diosa. Me gusta la literatura que tiene un lenguaje que hace que releas porque con una vez que lo hagas no te basta, es decir, los libros que tienen voz y que te hacen pensar. Por desgracia soy un animal literario.
–Escribe ensayo, poesía, novela, periodismo y teatro, ¿Qué genero le gusta más?
–Tal vez la novela porque es más confortable, va más con la vida que llevo. La poesía es cerrada y el artículo es demasiado rápido, aunque creo que en mis libros están todos los géneros.
