México

Los costos del oro verde

El aguacate es cotizado en el mundo. En México lo marca la deforestación y violencia

15/03/2024 - 1:00 pm

Además de los problemas de deforestación y de destrucción de biodiversidad en Michoacán, la producción de aguacate también ha sido infiltrada rápidamente por el crimen organizado, que no busca controlarlo de forma total, sino apenas sacar beneficio de una industria que es potencia mundial sin paralelo.

Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).– En las irregulares y disparejas tierras de Michoacán, el aguacate ha consolidado no sólo un imperio, sino también una economía próspera y, cada vez más, conflictiva.

Conocido como el “oro verde” de México, este estado se ha erigido como el epicentro mundial de la producción de la fruta, desencadenando una serie de fenómenos que han transformado la región: desde las tierras hasta la biodiversidad, pasando por las comunidades, las dinámicas comerciales y la influencia de los grupos criminales que, en su diversificación, han encontrado una oportunidad para inmiscuirse en este preciado flujo.

A principios de este año, la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional realizó un reporte sobre este caso, “Violento y próspero: El auge del aguacate en México y su relación con el crimen organizado”.

A través de un enfoque de economía política que combina trabajo de campo, entrevistas y análisis cuantitativos y espaciales, el informe sostiene que las actividades y los actores ilegales “no son un fenómeno parasitario, sino realidades profundamente arraigadas en la evolución de las economías locales y regionales de México”.

“Aunque es difícil documentar vínculos directos entre las inversiones de los traficantes y el auge de la producción de aguacate, varios entrevistados mencionaron que el lavado de dinero del narcotráfico fue un factor central en el rápido desarrollo de la industria aguacatera”, concluye.

Un hombre trabaja en un huerto de aguacates en Santa Ana Zirosto, estado de Michoacán, el jueves 26 de enero de 2023. Foto: Armando Solís, AP.

“Este informe presenta cómo la demanda internacional, el capitalismo y el crimen organizado han configurado el funcionamiento de una industria multimillonaria en la que las relaciones político-criminales desempeñan un papel crucial”, resalta.

Sin embargo, “a pesar de las graves violaciones de los derechos humanos, el uso de la violencia armada para apoyar y ampliar la producción y la extorsión generalizada en toda la cadena de valor, los responsables públicos y privados parecen incapaces de cambiar de rumbo”.

El informe muestra que el TLCAN –Tratado de Libre Comercio de Norte América–, ahora TMEC –Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá–,y el Acuerdo Global de la Unión Europea con México “no han tenido un impacto significativo y positivo en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción y en la promoción de los derechos humanos y la rendición de cuentas en general, a diferencia de lo que ambos textos habían prometido”.

UN IMPERIO MUNDIAL

Y es que, en las últimas décadas, el crecimiento exponencial del mercado mexicano del aguacate ha ido acompañado de crecientes niveles de violencia.

Entre 1994, el primer año en que se firmó el TLCAN, y 2021, la producción de aguacate aumentó un 213 por ciento y su valor un  7 mil 071 por ciento en un mercado que incluía a la Unión Europea desde 2000, cuando entró en vigor el primer Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación UE-México (Acuerdo Global).

En tanto, entre 2005 y 2015, los homicidios fluctuaron entre 17 y 24 por cada 100 mil habitantes al año en Michoacán. Luego, entre 2016 y 2021, al dispararse el valor de la producción de aguacate, los homicidios también aumentaron, llegando a 54 homicidios por cada 100 mil personas (2 mil 628 en total).

Se trata de uno de las economías donde México tiene un poderío sin parangón. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal de México (Conafor), entre 2001 y 2018, la deforestación bruta ocurrió en 269 mil 676 hectáreas (ha) en Michoacán (14 mil 982 ha por año), de las cuales 70.69 por ciento se transformaron en pastizales y 28.16 por ciento en tierras de cultivo, de acuerdo con el reporte.

“Estamos en alrededor de 178 mil hectáreas de cultivo de aguacate en el estado, Michoacán es el primer productor nacional, con el 75 por ciento del aguacate total del país, y al corte de 2022, México produjo cerca de la tercera parte del aguacate del mundo. Pero estaba exportando el 45 por ciento de todo el volumen de aguacate que se movió a nivel internacional”, explica en entrevista con SinEmbargo el doctor Alberto Gómez-Tagle Chávez, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

“Hablamos de que tiene casi la mitad de volumen de exportación del mundo: es un tema de derrama económica impresionante y una de las principales fuentes económicas del estado”, completó.

Además, destacó otro detalle: “En los últimos 20 años, no ha habido solicitudes o permisos para efectuar cambios de uso de suelo para huertas de aguacates. No quiere decir que el aguacate provenga todo de zonas deforestadas, pero en nuestro trabajo académico, y en eso coinciden otros colegas, el incremento del precio del aguacate en los últimos años hizo que muchas de las tierras de cultivos dedicados a milpas o al durazno, por ejemplo, fueran migrando y fueran su plantados por el aguacate”, explicó.

Eso pasó a partir de mediados de los años 90 y hasta el periodo 2010-2012. Luego, vino otro cambio más fuerte aún.

LA DEFORESTACIÓN DE LOS BOSQUES MICHOACANOS

El “oro verde” es una de las principales fuentes económicas de Michoacán. Foto: Juan José Estrada Serafín, Cuartoscuro.

A partir de 2012, más o menos, mucha de la tierra disponible para cultivo de aguacate se fue agotando, pero los precios subieron demasiado. Entonces “comenzó un proceso de deforestación importante importante”, explica el experto a este medio.

El mismo reporte cita además fuentes oficiales que afirman que “el 80 por ciento de las huertas de aguacate en Michoacán se establecieron ilegalmente, inicialmente a través de usos de suelo no autorizados que luego se convirtieron en parcelas legales gracias a la corrupción de las autoridades públicas”.

El aumento de la demanda internacional provocó una expansión de las tierras dedicadas a la producción de aguacate, en detrimento de la cobertura forestal, lo que resultó en deforestación y la consecuente degradación del suelo, el agua y la biodiversidad.

La sustitución de bosques por huertas también está asociada a una reducción de especies de fauna, mientras que los estudios encontraron rastros de pesticidas químicos en el acuífero, lo que resulta en agua contaminada para consumo humano y problemas de salud asociados.

“Si bien mucho del aguacate producido en terrenos agrícolas –o que lo habían sido durante muchísimo tiempo–, una cantiad considerable, pero volátil, sí se ha establecido sobre tierras que eran previamente de bosque. Esto conlleva una pérdida de la biodiversidad en el sentido amplio: hay perdida de hábitat para venados, pumas, coyotes y tejones, pero además para especies de plantas y aves endémicas, que solamente se encuentran en esta zona. También han afectado a muchos polinizadores y han reducido la diversidad genética de las especies de los bosques naturales”, detalló Gómez-Tagle Chávez.

¿UN TEMA DE CAMPAÑA PARA EU?

Productores de aguacate en Michoacán. Foto: Juan José Estrada Serafín, Cuartoscuro.

Ya en noviembre del año pasado, la organización Climate Rights International documentó evidencias de que los aguacates cultivados para su exportación a Estados Unidos, Canadá y otros mercados importantes están agravando la deforestación ilegal generalizada, la escasez de agua y otros abusos en Michoacán y Jalisco (el segundo productor mexicano). El informe también documenta “la impunidad casi absoluta” relacionada con esa “destrucción ambiental”.

A partir de este informe de 250 páginas las respuestas de las autoridades y legisladores estadounidenses no se hicieron esperar. A principios de 2024, el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), un organismo internacional establecido por Estados Unidos, México y Canadá, ha recomendado que se inicie una investigación sobre lo señalado en la petición.

“A las autoridades y empresas estadounidenses también les cabe una responsabilidad significativa por la deforestación en México”, señaló Climate Rights International. “Es común que los funcionarios estadounidenses certifiquen para la exportación a EU huertas mexicanas que contienen tierras deforestadas ilegalmente, las cuales a su vez proveen a los principales importadores y supermercados estadounidenses, que básicamente hacen caso omiso del problema”, resaltó.

“Dado que hay un nexo directo entre Estados Unidos y los daños ambientales que se causan con impunidad en Michoacán, resulta especialmente urgente y necesario que el gobierno de Estados Unidos actúe para abordar el problema”, señala la carta enviada por Climate Rights International a funcionarios ambientales estadounidenses, canadienses y mexicanos.

Pero el tema podría ser usado también en las elecciones de este año –ambos países, México y EU, eligen presidentes y renuevan sus congresos–, ya que en febrero, un grupo de senadores de ambos partidos, el demócrata y el republicano, expresaron su consternación por “las consecuencias devastadoras del comercio de aguacates entre EU y México”, usando como evidencia el reporte de CRI y un reportaje publicado en The New York Times a partir de este documento.

La carta, dirigida al Secretario de Estado de EU, Antony Blinken; al Secretario de Agricultura estadounidense, Thomas Vilsack; y a la representante comercial de EU, Katherine Tai; el Senador demócrata Peter Welch y cinco de sus colegas en el Senado pidieron a la administración del Presidente Joe Bide “trabajar para evitar que los aguacates mexicanos producidos en tierras deforestadas ilegalmente lleguen a los mercados estadounidenses”.

“La Administración debería considerar ampliar el requisito de certificación para incluir una revisión de los impactos de la deforestación, negando la certificación a huertos instalados en tierras recientemente deforestadas ilegalmente, un cambio que, según se informa, altos funcionarios mexicanos han expresado interés en realizar”, pidieron los legisladores.

UN TERRENO COMPLICADO

Las dos principales fuentes de ingresos de los grupos delictivos michoacanos era la minería y la segunda eran las cuotas de los aguacateros. Foto: Juan José Estrada Serafín, Cuartoscuro.

El reporte de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional concluye que la producción de aguacate en México “es uno de los muchos ejemplos mundiales de actividades económicas prósperas que coexisten con la depredación criminal y la prevalencia de las fuerzas del mercado en detrimento de la seguridad pública, los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el crimen organizado”.

“Las conexiones de tipo mafioso entre las autoridades públicas, las élites locales y el crimen organizado son fundamentales para la expansión del mercado. Lejos de ser un comportamiento criminal aislado, la deforestación por parte de organizaciones criminales está profundamente relacionada con actores privados legítimos. Como afirmaron varios entrevistados, los jefes criminales no están necesariamente interesados en gestionar huertas de aguacates. Más bien, extraen ingresos de la extorsión y del cobro de piso a largo plazo”, subraya.

Y las expectativas no son del todo positivas. “Incluso si las medidas de seguridad pública fueran eficaces, que no es el caso, no se puede hacer frente a la deforestación ilegal sin abordar la corrupción sistémica, la inacción y la incapacidad de los organismos estatales responsables de proteger el medioambiente y supervisar la agricultura para llevar a cabo sus misiones con seriedad y transparencia”, finaliza el trabajo.

Sin embargo, Gómez-Tagle Chávez ve avances, ya que México trabaja para completar un programa de certificación de aguacates que ya se encuentra en proceso y la Iniciativa Guardián Forestal, para combatir la deforestación.

“En febrero ya se entregaron a Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente] alrededor de 300 denuncias formales con ubicaciones, sitios, coordenadas, polígonos y demás. Ya está funcionando. La parte de certificación no está completamente lista, pero la vigilancia a nivel del estado ya funciona, ya hay denuncias que están en proceso de judicialización”, reconoció.

Manuel Gonzalez
Ciudad de México | 1993. Estudió periodismo. Actualmente trabaja como Editor en la redacción de SinEmbargo MX. Antes, fue corresponsal para Infobae México, la Agencia Alemana de Prensa (dpa) y El País América. Tiene un blog (Apuntes en la ciudad), un newsletter (Apuntes subrayados) y un podcast (Al otro lado del sueño) personales.
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