Un grupo de investigadores opina que las medidas para contener la propagación de la COVID-19 también ayudaron a evitar la circulación del virus que, según estimaciones, provoca la mielitis flácida aguda.
Ciudad de México, 15 de marzo (RT).- La pandemia de coronavirus ayudó a evitar en el 2020 el brote de la mielitis flácida aguda (MFA, o AFM, por sus siglas en inglés), una rara enfermedad que afecta al sistema nervioso y puede provocar parálisis, estiman los autores de un estudio que fue publicado esta semana en la revista Science Translational Medicine.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU, la dolencia ataca "en particular el área de la médula espinal llamada 'materia gris', lo cual hace que los músculos y reflejos del cuerpo se debiliten". La mayoría de los casos de mielitis flácida aguda se dan en niños (más del 90 por ciento), indican los CDC, agregando que los casos de esta enfermedad aumentaron en territorio estadounidense en los años 2014, 2016 y 2018.
De momento se desconoce con certeza la causa de la enfermedad, pero numerosos científicos creen que la MFA puede ser causada por un virus y entre los candidatos se encuentra el enterovirus D68 (EV-D68).
Epidemiological dynamics of enterovirus D68 in the United States and implications for acute flaccid myelitis https://t.co/GKjDgfyhmC YIKES!!
— L'Schmoo🥝 (@CrushingDonuts) March 15, 2021
En el marco de su estudio, los especialistas vigilaron el número de casos de EV-D68 entre los años 2014 y 2019, destacando el resurgimiento de infecciones en los años pares —153 casos en el 2016 y 238 casos en el 2018—, presuntamente debido a factores climáticos, recoge ScienceAlert. Según la tendencia, otro brote podría haber ocurrido en el 2020, pero en este año se registraron sólo 31 casos.
"Nuestro análisis preliminar indica que la respuesta a la pandemia de la COVID-19 probablemente afectó la dinámica del brote del EV-D68 en el 2020", indicaron los autores del estudio, liderado por el modelador de enfermedades infecciosas Sang Woo Park, de la Universidad de Princeton (EU).
Sin embargo, los especialistas afirman que el descenso de casos no debe ser motivo de relajación, ya que el 2020 con sólo 31 contagios podrían haber provocado que menos personas fueran inmunes. "Sobre la base del bajo número de casos de EV-D68 en el 2019, esperaríamos que el número de individuos susceptibles hubiera crecido, aumentando la probabilidad de que un gran brote ocurriera", escribieron.