La administración anterior determinó que al incrementarse los precios al mayoreo activaban los estímulos para lograr su disminución, pero los precios al público no lo hacían con la misma velocidad; es decir, el beneficio del estímulo no era transmitido en su totalidad a los consumidores finales.
Ciudad de México, 15 de marzo (Economía Hoy/SinEmbargo).- Tras la liberalización de los precios de los combustibles en México la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) implementó un estímulo al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) con el objetivo de “suavizar” las alzas en las gasolinas; sin embargo, esto no se ha visto reflejado directamente en el bolsillo de los consumidores porque ha sido absorbido por los empresarios gasolineros quienes han ampliado su margen de ganancia.
La nueva administración ha decidido cambiar el mecanismo, pero esta situación podría generar prácticas monopólicas, advirtió Alejandro Limón Portillo, especialista en Energía y Finanzas públicas del Centro de Investigación Presupuestaria (CIEP).
“El estímulo estaba siendo absorbido por el empresario, por los gasolineros. Habrá que ver qué mecanismos legales va a utilizar para que las gasolineras no cobren ese diferencial del subsidio y los órganos reguladores van a tener que estar muy atentos para que no se generen prácticas monopólicas”, dijo a EconomíaHoy.mx.
En 2018, la SHCP destinó 67 mil 933 millones de pesos en estímulos para suavizar el alza del precio de la gasolina, pero no logró su objetivo, la Magna ya superó los 21 pesos el litro.
MODIFICAN EQUEMA
Esta situación hizo que Hacienda modificara el mecanismo, con lo que, desde el 11 de marzo el esquema de determinación del estímulo se aplica a los precios al mayoreo en lugar de los precios a los consumidores finales.
“Es una medida que sí atiende la problemática por la que no se estaba canalizando directamente el estímulo fiscal a los ciudadanos. Es buena, pero va tener que venir acompañada de una sólida actuación de la Cofece y de la misma CRE para que monitoreen los precios y que los gasolineros no incurran en acuerdos para fijar los precios”, expuso Limón Portillo.
El especialista indicó que los precios al mayoreo son los que salen de las terminales de almacenamiento y que una vez que sale de ahí compete a las gasolineras asumir los costos extras, es decir, lo que él va a cobrar en su negocio, y dicho precio depende de la oferta y la demanda.
Una de las promesas del Presidente Andrés Manuel López Obrador es que la gasolina no subiría por encima de la inflación. En este sentido, Alejandro Limón dijo que con este nuevo mecanismo técnicamente es viable y cumpliría con esta promesa pero esto significaría seguir sacrificando la recaudación fiscal.
La dependencia realizó un análisis de la evolución de los márgenes y de los precios a los consumidores y descubrió dos patrones, que motivaron el cambio en el esquema. El primero es que los márgenes aumentaron durante la segunda mitad de 2018, sin una explicación de mercado clara.
La administración anterior había determinado que al incrementarse los precios al mayoreo activaban los estímulos para lograr su disminución, pero los precios al público no lo hacían con la misma velocidad ni en la misma proporción; es decir, el beneficio del estímulo no era transmitido en su totalidad a los consumidores finales.
De acuerdo con Hacienda entre el primer bimestre de 2018 y el mismo periodo de 2019, los márgenes estimados crecieron 59.5 por ciento para la gasolina menor a 92 octanos, 110.7 por ciento para la gasolina mayor o igual a 92 octanos y 18.0 por ciento para el diésel.
Con base en el nuevo esquema, los estímulos aplicables los días 12 al 15 de marzo aumentarán de 9.4 a 32 centavos por litro para la gasolina menor a 92 octanos y de 1.030 a 1.404 pesos por litro para el diésel, beneficio que deberá reflejarse en menores precios al mayoreo en el monto del estímulo adicional, en promedio.