Alumnos del Instituto Politécnico Nacional desarrollaron un prototipo de brazo móvil adaptable a paneles solares comerciales que a través de programación de redes neuronales e Inteligencia Artificial adoptará en todo momento la posición que le permita captar el punto máximo de irradiación solar, lo que se traduce en más energía con menos paneles.
Ciudad de México, 15 de marzo (EFE).- Estudiantes mexicanos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un prototipo de brazo móvil con inteligencia artificial adaptable a paneles solares comerciales, que permite optimizar la captación de irradiación solar.
En un comunicado, la casa de estudios indicó hoy que el prototipo incluye sensores de lectura atmosférica con los que se pueden movilizar los paneles en cuatro posiciones diferentes a lo largo del día y así dirigirlos hacia los rayos del sol, "lo que se traduce en más energía con menos paneles".
El sistema, con el paso del tiempo, logra adaptarse por sí solo a las condiciones climatológicas del lugar donde se instala, con lo cual se incrementa la eficiencia energética de los paneles solares.
El proyecto fue creado por los alumnos Alexis Natan García Ramírez, Marilyn Guadalupe Ortiz Martínez y Edgar Mauricio Guzmán Becerril, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA).
La intención de los estudiantes era crear una tecnología que permita migrar hacia el uso de energías sustentables que estén al alcance de la sociedad en general.
El proyecto participa en la etapa semifinal del concurso Hult Prize, que este año tiene como premisa "el aprovechamiento de la energía para cambiar la vida de diez millones de personas".
Dicho certamen está impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y catalogado como el Premio Nobel de los estudiantes de nivel superior.
Además de la invención, los estudiantes de ingeniería geofísica desarrollaron un plan de negocios que pretende vender su proyecto a empresas de diferentes sectores interesadas en colaborar con el desarrollo sustentable.
Los emprendedores pondrán como condición que las empresas instalen en sus espacios el 50 por ciento más de los paneles que ellos requieren, con la finalidad de contar con un excedente energético que posteriormente se pueda vender a otras empresas y destinar ese capital a acondicionar paneles solares en comunidades solares marginadas, sin acceso a energía eléctrica.