El juicio contra Genaro García Luna se precipitó en los últimos días. El día de ayer cerró con el testimonio de Jesús Reynaldo Zambada García, pero sobre todo con el de Linda Cristina Pereyra, la esposa de García Luna, quien fue la única persona que testificó a favor del exsecretario de Seguridad Pública.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).– El juicio de Genaro García Luna, el Secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón, ha exhibido en las cuatro semanas en las que testificaron criminales, expolicías y agentes de la DEA la franca connivencia de dos flancos del poder en México: el Gobierno y los consorcios del crimen organizado mediante negociaciones que impactaron en la vida de millones de mexicanos.
Los testimonios expuestos en la Corte del Distrito Este de Nueva York han señalado cómo García Luna habría entablado relaciones de complicidad con la delincuencia organizada desde su paso por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), en el Gobierno de Vicente Fox, hasta su gestión como Secretario de Seguridad Pública, una posición en la cual tuvo en sus manos las riendas de la estrategia de la guerra contra el crimen organizado que declaró Felipe Calderón en 2006.
Jesús Reynaldo Zambada García, “El Rey”, uno de los personajes clave para hundir a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, amarró desde el lunes muchos de los hilos de la narrativa construida por los fiscales estadounidenses. El hermano de Ismael “El Mayo” Zambada contó cómo los acercamientos del Cártel de Sinaloa con García Luna se dieron en el Foxismo y se afianzaron en el Calderonismo.
El ”Rey” Zambada dio el punto final a los testimonios que iniciaron con Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, quien aseguró haber visto al entonces Secretario de Seguridad en reuniones con criminales además de acusarlo de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa. “Con la ayuda del Gobierno, el cártel (de Sinaloa) creció en territorio, en la cantidad de droga que movíamos y eliminar a nuestros enemigos”, aseguró.
“El Grande” señalaría que Arturo Beltrán Leyva, quien en 2008 rompería relaciones con el Cártel de Sinaloa a partir de la detención en enero de 2008 de su hermano Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, le habría pagado millones a García Luna a cambio de protección. Esta relación sería señalada por el ”Rey” Zambada, el exagente federal Francisco Cañedo y por un episodio que sería narrado en la Corte: el secuestro de García Luna a manos de Arturo Beltrán precisamente por la captura de “El Mochomo”.
Es decir, los testimonios narraron cómo García Luna jugó del lado de dos organizaciones cuya confrontación causó miles de muertes a lo largo del país, en uno de los episodios más oscuros de la historia reciente.
Incluso el capo Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, contó cómo escuchó a “El Barbas” estallar por la captura de su hermano: “Voy a matar a ese hijo de su puta madre… voy a enviar la cabeza para que vea que conmigo no se juega”, habría dicho Arturo Beltrán Leyva, quien sería abatido por la Marina en diciembre de 2009.
El agente de la DEA Miguel Madrigal aseguró en su turno que ya había reportes en la UE de que García Luna “recibía dinero” del narco, pero no ahondó al respecto. Expuso además que la DEA ya tenía información sobre cómo altos funcionarios recibían sobornos de los carteles en el restaurante Champs-Élysées ubicado en la Ciudad de México, en donde el “Rey Zambada” aseguró que pagó 5 millones de dólares de sobornos a García Luna.
Los señalamientos de los supuestos vínculos del exsecretario de Seguridad han sido un tema recurrente en México, en donde militares, policías y hasta la Iglesia han dicho que alertaron sobre esta situación al Presidente Felipe Calderón, quien fue salpicado en el juicio cuando el exfiscal de Nayarit Édgar Veytia dijo que en una reunión, en la que no estuvo, se le había dicho al exgobernador Ney González, que se debía proteger a Joaquín “El Chapo” Guzmán y a sus socios del Cártel de Sinaloa. Calderón Hinojosa siempre ha negado cualquier vínculo con la delincuencia organizada.
Del otro lado de las acusaciones, García Luna se ha reservado su derecho a testificar, mientras que su esposa Cristina Pereyra, subió al estrado un día antes de que se presenten los alegatos, para señalar cómo compraron todas sus propiedades y vehículos en México con ahorros o préstamos. La Fiscal Erin Reid cuestionó ciertas inconsistencias en las declaraciones patrimoniales de los García Luna, pero Pereyra señaló que hubo ajustes posteriores.
De esta manera, por la Corte del Distrito Este de Nueva York se han revelado historias sobre sobornos, encuentros clandestinos, secuestros y la manera en cómo habrían operado los grupos delincuenciales con la protección de la Secretaría de Seguridad que encabezó el acusado.
Estas son sus historias.
LINDA CRISTINA PEREYRA
Linda Cristina Pereyra, la esposa de García Luna, fue la única persona que testificó a favor del exsecretario de Seguridad Pública, después de que la Fiscalía terminara con su lista de testigos cooperantes. Pereyra subió al estrado este martes para explicar de dónde viene la riqueza de su esposo. Explicó, por ejemplo, que García Luna y ella compraron todas sus propiedades y vehículos en México con ahorros o préstamos.
La defensa cuestionó a Linda Cristina Pereyra sobre bienes entre 1994 y 2008 y ella respondió de manera lógica en cuanto a la compra-venta de casas y negocios. La esposa de García Luna ha estado presente en todas las audiencias del proceso judicial. Ella es propietaria de restaurantes y cafeterías, algo que el matrimonio utilizó para tramitar la ciudadanía estadounidense, explicó El País.
En México, ella es señalada como parte de la red que se benefició del desvío de recursos públicos que asciende a más de 700 millones de pesos, según ha descrito la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
“EL REY” ZAMBADA
El narcotraficante Jesús “El Rey” Zambada García, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa fue el testigo sorpresa que tenían los fiscales como último recurso en contra de Genaro García Luna.
“El Rey”, quien es hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, fue detenido en México en 2008 y extraditado en 2012 a Estados Unidos. Fue el primer personaje en afirmar públicamente que dio millones de dólares directamente a García Luna. Lo hizo durante el juicio de “El Chapo” Guzmán, cuando la defensa del narcotraficante abordaba la corrupción en México.
Zambada García reveló que pagó cinco millones de dólares en sobornos al exsecretario de Seguridad Pública.
Durante su intervención, confirmó que entregó personalmente dos pagos a Genaro García Luna en el restaurante Champs-Élysées, ubicado en la Ciudad de México, a cambio de apoyo. El primero de ellos, detalló, fue de tres millones de dólares, mientras que el segundo fue de dos millones de dólares.
“El Rey” Zambada explicó que los encuentros para hacer los pagos se organizaron a finales de 2006 y que eran coordinados por el abogado Óscar Paredes, quien fungía como enlace entre el Cártel de Sinaloa y García Luna.
Keegan Hamilton, periodista que cubre el juicio para Vice News, reportó que el narcotraficante “describió la jerarquía del Cártel de Sinaloa y cómo funcionaba el negocio de la cocaína”.
Asimismo, relató que “un asociado de Arturo Beltrán-Leyva le dijo que Genaro García Luna estaba recibiendo pagos mensuales de $1.5 millones para ayudar al Cártel de Sinaloa mientras estaba a cargo de AFI [Agencia Federal de Investigación]”.
Jesús Reynaldo Zambada García también contó que los integrantes de la organización criminal “usaban uniformes de la AFI, salían y hacían arrestos, y se involucraban en peleas”.
A lo largo del testimonio, señaló por qué era importante contar con el apoyo del entonces Secretario de Seguridad Pública: “Se podía trabajar mucho, había mucha seguridad, se apoyaba con los combates y los sicarios”, dijo, según las palabras recuperadas por Keegan Hamilton.
Más tarde, “El Rey” Zambada reveló que pagó protección no sólo en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa sino también en el de Vicente Fox Quesada. Puso un ejemplo: sólo por infiltrar a uno de sus hombres en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO, antes SIEDO) soltó 350 mil dólares.
Durante la audiencia de este lunes en la Corte del Este de Nueva York, Zambada ha estado “conectando-cerrando” cada uno de los puntos declarados por otros testigos, como los pagos a García Luna, la guerra entre cárteles o la protección a los mismos desde el Gobierno de Fox (2000 a 2006).
Sobre el pago del infiltrado, Jesús Zambada expuso a las autoridades de EU que fue el caso de Edgar Bayardo, por el cual pagó tres veces 100 mil dólares para obtener promociones dentro de la entonces SIEDO, y el dinero fue para el sobrino de Genaro García Luna, Victor Hugo García.
En el segundo día en el que testificó, “El Rey” Zambada dijo no recordar algunos detalles sobre los sobornos a García Luna porque “la mente es la mente” y no se pueden recordar todos los detalles con precisión.
JOSÉ MORENO
José Moreno, un agente del FBI, fue otro de los testigos en el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, quien detalló como las autoridades de Estados Unidos compartieron información con sus homologas de México para lograr la captura de Joaquín Guzmán Loera. El agente denunció que los elementos de la Policía Federal a cargo de García Luna llegaban tarde a las operaciones, realizaban cateos en domicilios indirectos y los señaló de ser colaboradores “poco confiables”. Moreno ya había cooperado con las autoridades estadounidenses en el juicio contra “El Chapo” Guzmán.
EDGAR VEYTIA
Édgar Veytia se desempeñó en el pasado como Fiscal del estado de Nayarit desde donde brindó apoyo a los cárteles de la droga, según las acusaciones en su contra. El exfuncionario, también conocido como “El Diablo” o “La Bestia”, fue sentenciado en Estados Unidos a 20 años de prisión tras ser encontrado culpable de una conspiración criminal para traficar heroína, cocaína, marihuana y mentanfetamina a cambio de sobornos entregados por Juan Francisco Patrón Sánchez, alias “El H2”, un exlíder del Cártel de los Beltrán Leyva.
El exfiscal fue detenido en 2017 en el puente fronterizo que une a las ciudades de Tijuana, Baja California y San Diego, mientras intentaba cruzar hacia Estados Unidos. Nacido en la ciudad de Tepic, Veytia ocupó diversos cargos públicos como la Dirección de Tránsito, la Secretaría de Seguridad Pública, la Subprocuraduría de Justicia estatal y la Fiscalía.
Tras su captura, comenzaron a surgir las historias de terror en Nayarit como la desaparición de personas, secuestro, extorsión y asesinatos, cuyas víctimas eran comerciantes y dueños de terrenos que fueron obligados a pagar derecho de piso o a vender sus tierras.
Desde el estrado en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Veytia señaló de manera directa al expresidente Felipe Calderón Hinojosa de brindar protección a Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, en medio del conflicto entre grupos delictivos, algo que más tarde negó el exmandatario quien actualmente radica en España.
Édgar Veytia también indicó que Ney González Sánchez, exgobernador de Nayarit, apoyaba a la organización criminal de los Beltrán Leyva, mientras que la extinta Policía Federal (PF), a manos de García Luna, estaba con el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”.
El nuevo testigo cooperante narró que el exgobernador Ney González y su sobrino se habían reunido en la Ciudad de México con el expresidente Calderón y el exsecretario de Seguridad Pública, quienes le habrían indicado que se debía proteger a “El Chapo” y a sus socios del Cártel de Sinaloa.
HÉCTOR VILLARREAL
Héctor Villarreal Hernández , quien se desempeñó como Tesorero del estado de Coahuila durante el Gobierno de Humberto Moreira (2005-2011), fue el testigo 18 en declarar durante el juicio en contra de Genaro García Luna. A lo largo de su intervención el exfuncionario dijo que durante su gestión se cometieron actos de corrupción como el cobro de comisiones a contratistas para la realización de obras y aseguró que el exgobernador estuvo implicado.
Villarreal Hernández afirmó que el dinero obtenido por el cobro de las comisiones, el cual según el declarante ronda en los 200 millones de dólares, fue utilizado para financiar campañas políticas y sobornar medios de comunicación con la finalidad de generar una mejor imagen ante la opinión pública y perjudicar a adversarios políticos.
El dinero, según dijo el cooperante, también fue utilizado para comprar terrenos y propiedades en la Ciudad de México, Cuernavaca y Saltillo, las cuales no aparecen en las declaraciones patrimoniales de Humberto Moreira pues fueron registradas a otros nombres.
En su intervención, el excolaborador de Moreira Valdez también detalló que conoció a García Luna en 2008, “cuando éste quería vender al estado el sistema de espionaje Pegasus”.
En su segunda intervención, Villarreal Hernández detalló que Genaro García Luna, habría pagado 25 millones de pesos mensuales al periódico mexicano El Universal. El exsecretario de seguridad, dijo el cooperante, le pidió a Moreira una reunión con Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño del diario, para que lo ayudara a limpiar su imagen. El exgobernador acordó una reunión entre ambos, a partir de la cual se concretó el acuerdo.
Villarreal-Hernández acompañó a Sergio Montaño, enviado de García Luna, a realizar el primer pago en efectivo a El Universal. Señaló que en una ocasión Montaño pidió “un favor” a Moreira para cubrir un pago pendiente. Fue por 10 millones de pesos.
El testigo también habló de una reunión en la que estuvo con Moreira y García Luna en el lujoso departamento en Santa Fe del exsecretario de Seguridad Pública quien agradeció al priista por el apoyo con la campaña con El Universal, “que todo iba muy bien, que funcionaba correctamente”.
FRANCISCO CAÑEDO
Francisco Cañedo Zavaleta es un expolicía federal que declaró en la Corte cómo en un viaje a Cuernavaca, ocurrido el 19 de octubre de 2008, vio a Genaro García Luna reunido con los narcotraficantes Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”.
El expolicía afirmó que primero le dijo a su compañero de trabajo, Óscar Granados Salero, pero luego fue al Congreso de la Unión, donde se reunió con la entonces Diputada federal Layda Sansores, a quien le entregó un escrito. Agregó que redactó otro documento en la computadora de Sansores, la cual firmó a nombre de su compañero, pero anotó su dirección personal y sus teléfonos de casa y celular.
Layda Sansores sugirió al expolicía –quien dejó su puesto el 10 de diciembre del 2022— llamar a un periodista de Proceso. Tras la denuncia de ese hecho, el expolicía fue acusado de varios delitos, incluido narcotráfico. Fue arraigado durante 80 días, consignado ante un juez penal, pero todos los cargos fueron desestimados.
MIGUEL MADRIGAL
Miguel Madrigal es un agente especial de la DEA que estuvo operando en México de 2008 a 2015, que coinciden con al menos cuatro años en que García Luna era Secretario de Seguridad Pública. El agente estadounidense habló sobre los nexos de la Policía Federal mexicana con líderes de cárteles mexicanos.
Madrigal expuso, por ejemplo, que tenía reportes de que el propio García Luna “recibía dinero”, pero no ahondó al respecto en la primera parte de su testimonio en la Corte del Distrito Este de Nueva York. Recordó, además, que vio un video que mostraba a Édgar Bayardo, quien entonces era comandante de la Policía mexicana, reunirse con Jesús “El Rey” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. De inmediato reportó a sus jefes, pero no ahondó sobre las acciones.
Asimismo dio a conocer que en una ocasión, una de sus fuentes le informó de una reunión de líderes del narco con altos mandos de la Policía Federal mexicana en el restaurante Champs Elysees, que se ubicaba en Paseo de la Reforma, casi frente a la Embajada de Estados Unidos
“EL CONEJO”
Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, llegó a ser considerado por las autoridades antinarcóticos internacionales como uno de los mayores proveedores de cocaína. Vinculado a la organización de Diego León Montoya, alias “Don Diego”, su carrera criminal despuntó cuando se convirtió en el enlace entre el Cártel de Norte del Valle y el Cártel de Sinaloa, en ese entonces liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, reportó el diario La Opinión.
Fue arrestado en México el 2 de febrero de 2011 y permaneció en una cárcel de la Ciudad de México hasta su extradición a Estados Unidos en febrero de 2012. “El Conejo” fue acusado por las autoridades mexicanas de haber introducido 150 toneladas de cocaína a México entre 1998 y 2000 bajo el mando de la organización de Los Beltrán Leyva.
“El Conejo”, reportó el periodista Jesús García, tenía una relación cercana con Arturo Beltrán Leyva, a quien le llamaba “tío”. Era una relación de padre-hijo. En esos años “El Chapo”, Ismael “El Mayo” Zambada y los Beltrán Leyva tenían una relación “maravillosa”, afirmó durante el juicio.
Durante su testimonio relató cómo Arturo Beltrán Leyva estalló con la detención de su hermano “El Mochomo” y mandó a secuestrar a Genaro García Luna.
“Voy a matar a ese hijo de su puta madre… voy a enviar la cabeza para que vea que conmigo no se juega”, habría dicho Arturo Beltrán Leyva.
“El Conejo” afirmó que cuando llegó a casa de Arturo Beltrán Leyva en Morelos, el capo le dijo: “Acaban de levantar al hijo de su puta madre de García Luna”, lo que corrobora lo dicho por “El Grande”.
ISRAEL ÁVILA
Israel Ávila era un agente de bienes raíces que terminó convirtiéndose en el contador del Cártel de Sinaloa. Se unió al grupo de los hermanos Pineda Villa, luego de ofrecerles servicios como agente inmobiliario, con la renta de casas, departamentos y bodegas. Dijo que pensó que eran agentes de la AFI, porque portaban insignias de esa corporación, a veces iban en vehículos que parecían oficiales y portaban identificaciones policiacas y armas.
Israel Ávila reveló más pagos millonarios al exsecretario de Seguridad Pública por parte de miembros del Cártel de Sinaloa, en esta ocasión por los hermanos Pineda Villa, quienes controlaban los estados de Guerrero y Morelos.
Durante la audiencia de García Luna, Israel Ávila confirmó pagos de hasta 3 millones de dólares al exsecretario de Seguridad Pública a quien tenían registrado como “El Tartamudo” y “Metralleta”, por su tartamudeo.
Ávila reveló que García Luna recibía dinero de los grupos criminales a cambio de protección y asegurar las operaciones. El contador dijo que él mismo anotó varias cantidades entregadas al exfuncionario del Gobierno de Felipe Calderón.
RAÚL ARELLANO
Raúl Arellano Aguilera fue un agente de la extinta Policía Federal, quien describió cómo se permitía el tráfico de drogas, dinero y armas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. El exagente se dijo decepcionado por el contubernio de las autoridades con el crimen organizado y aseguró que había un “grupo especial” de policías federales que facilitaba el tráfico de droga en el aeropuerto de Ciudad de México, donde él trabajó durante años, como relató El País.
“Nos daban una extraña orden por radio […]: ¡A partir de este momento por 45 todos en 35!”, relató. Arellano Aguilera explicó a las autoridades estadounidenses que el primer número significaba “por orden superior”, mientras que el segundo quería decir que había que “estar pendientes”.
Según la versión que dio en el estrado, la orden para que se dejaran pasar algunos vuelos sin revisión duraba un par de horas, y que ésta particularmente coincidía con “vuelos que llegaban de Sudamérica u otros que partían hacia Estados Unidos o Europa”.
“EL LOBO”
Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo”, fue uno de los líderes del Cártel del Milenio, la organización criminal que antecedió al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los cárteles de la droga con mayor expansión en los últimos años. “El Lobo” fue detenido en octubre de 2009 por elementos del Ejército Mexicano, en Guadalajara, Jalisco, después de un enfrentamiento armado.
El Gobierno mexicano informó en ese entonces que Valencia era uno de los colaboradores más cercanos de Ignacio Coronel, alias “Nacho Coronel”, uno de los jefes máximos del Cártel de Sinaloa, quien murió el 29 de julio de 2010, en Zapopan, Jalisco, durante un enfrentamiento con el Ejército Mexicano.
Con el rompimiento en 2008, entre las organizaciones de Joaquín Guzmán Loera y los Beltrán Leyva, el Cártel del Milenio permaneció como aliado de “El Chapo” provocando el enfrentamiento con Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, según informó en un comunicado la Sedena cuando fue detenido “El Lobo”.
Nava Valencia y su hermano Juan “El Tigre” eran los encargados de la planeación y el traslado de cargamentos de cocaína, desde países de Centro y Sudamérica, a través de embarques que tienen como punto de destino el Puerto de Manzanillo, Colima, desde donde era transportada y custodiada la frontera con los Estados Unidos. “El Lobo” mantenía como principal centro de operaciones los estados de Jalisco y Colima, extendiendo su presencia en Michoacán y el entonces Distrito Federal. En enero de 2011, fue extraditado a Estados Unidos por los delitos de asociación delictuosa y contra la salud.
En el juicio, aseguró que él pagó personalmente 10 millones de dólares a Genaro García Luna para liberar droga retenida en Manzanillo, Colima, así como para tener protección e información. Este decomiso de más de 20 toneladas de cocaína fue una seria pérdida para los Beltrán Leyva y el Cártel del Milenio, que debían responder a sus socios colombianos que enviaron la droga, pero García Luna les ahorró un pago de 50 millones de dólares, al entregarles un documento, en el que se confirmaba que la droga había sido decomisada en operativos de la Marina, coordinados con autoridades estadounidenses.
“El Lobo” afirmó también que el pago de los 10 millones de dólares en sobornos habría sido “a cambio de protección e información sobre los rivales”. También testificó que ‘El Chapo’ Guzmán le dijo que García Luna trabajaba con el Cártel de Sinaloa. No obstante, la defensa de García Luna logró cuestionarle el que antes de 2020 nunca había mencionado al Secretario de Seguridad en el pago de sobornos como sí lo había hecho con el titular de la Sedena de Felipe Calderón, el General Guillermo Galván Galván a quien señaló de haber recibido pagos del crimen organizado, algo sobre lo cual no se dieron más detalles.
HÉCTOR TOLENTINO
Héctor Tolentino fue líder de los Trinitarios, una peligrosa pandilla de dominicanos en Nueva York que distribuyen droga, vincualada al Cártel de Sinaloa. Tolentino habló sobre la distribución de droga para establecer la tríada de la acusación de conspiración contra Genaro García Luna.
Tolentino actualmente enfrenta una condena en prisión luego de ser arrestado en 2019 en Queens, en Nueva York, por tráfico de drogas y portación de armas. En su testimonio habló de sus conexiones con el Cártel de Sinaloa y cómo compraba droga. Explicó —como relató el periodista de La Opinión, Jesús García, quien cubre el juicio— que conoció a un tal Manuel en prisión, un mexicano que tenía contactos con el Cártel de Sinaloa, a quien se reencontró casualmente luego de arreglar su auto en un taller mecánico, desde entonces conectaron principalmente para “hacer negocios”.
Ese Manuel, de quien no dijo apellido, le presentó a otro Manuel, a quien la asistente del Fiscal Erin Reid le pidió identificar como “Sinaloa Manuel”, para no confundir al jurado, quien era un miembro del Cártel de Sinaloa que afianzó a Tolentino como distribuidor de cocaína en Nueva York, además de otras drogas. Esta relación le permitió mover entre 40 y 50 kilos de cocaína del Cártel de Sinaloa después del 2014, obteniendo el 5 por ciento de las ganancias.
En su relato incluso reveló que en su contacto con “Sinaloa Manuel” pudo conocer a través de una videollamada a Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. “Es el hijo del jefe”, le dijo “Sinaloa Cartel” a Tolentino, como relató en el juicio.
“EL FUTBOLISTA”
Tirso Martínez Sánchez fue el segundo cooperante en declarar en el juicio de García Luna. Es conocido como “El futbolista” debido a que era dueño de cuatro equipos de futbol profesional en México, como los Gallos de Querétaro y los Freseros de Irapuato.
En 2006, la Federación Mexicana de Futbol le pagó 14 millones de dólares para comprarle las franquicias de Querétaro e Irapuato luego de que detectara que Martínez Sánchez tenía nexos con el narcotráfico, según ha consignado la prensa.
“El Mexicano”, como también es conocido, fue parte de grupos del narcotráfico como el Cártel de Sinaloa y el de Ciudad Juárez entre los años de 1995 y 2003. De 2002 a 2003 fue el principal encargado de traficar drogas en tren desde México hacia Estados Unidos.
El Gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por su captura. Fue sentenciado a siete años de prisión acusado de introducir 76 toneladas de cocaína a territorio norteamericano.
A pesar de que no conoció ni habló con García Luna, la Fiscalía lo llamó para explicarle al jurado cómo se realiza el tráfico de drogas a Nueva York, la corrupción entre narcos y autoridades y la violencia generada por los grupos delincuenciales. Tirso Martínez ya había declarado en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“EL GRANDE”
Sergio Villarreal Barragán fue el primer testigo en declarar en el juicio contra Genaro García Luna. Apodado “El Grande”, debido a su altura que supera los dos metros, Villarreal Barragán formó parte de la Policía Ministerial del Estado y de la Procuraduría General de la República (PGR) antes de unirse al crimen organizado.
Durante sus años como policía inició su relación con el Cártel de Reynosa. Posteriormente mantuvo nexos con el Cártel de Juárez, el Cártel del Golfo, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa, a cargo de los Beltrán Leyva.
“El Grande”, llamado también “El Come Niños”, fue aprehendido en 2010 en el estado de Puebla. En 2011, fue internado en el penal de Puente Grande, Jalisco, luego de que la Agencia Federal de Investigación (AFI) cumpliera una orden de detención con fines de extradición a Estados Unidos. Un año más tarde, en 2012, Villarreal Barragán fue extraditado acusado de traficar drogas para el cártel de los Beltrán Leyva, asociación delictuosa contra la salud y lavado de dinero.
Desde entonces, “El Grande” coopera con las autoridades estadounidenses en calidad de testigo protegido en donde ha participado en diversos casos señalando a generales, policías y fiscales por recibir sobornos de parte del crimen organizado.
El 8 de noviembre de 2018 en la Corte de Distrito Norte de Chicago, Illinois, el capo reveló que García Luna y su “compadre” Luis Cárdenas Palomino (extitular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal), colaboraban para el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Pública durante el sexenio de Calderón Hinojosa.
El 23 de enero, Sergio Villarreal Barragán se presentó como el primer testigo en declarar en el juicio de García Luna. Desde la Corte del Distrito Este de Nueva York, acusó al exfuncionario de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa. De acuerdo con su testimonio, “lo vio en varias reuniones” con narcos porque él era el encargado de entregar los sobornos.
En su segunda intervención, reveló que Arturo Beltrán Leyva, su jefe, ordenó el secuestro de García Luna, cuando ya era Secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón, para presionarlo a que siguiera apoyando a su fracción en el Cártel de Sinaloa. El capo detalló que Arturo Beltrán Leyva estaba molesto debido a que las autoridades federales habían detenido a Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, por lo que exigieron cuentas a García Luna, quien seguía recibiendo pagos mensuales a través de Luis Cárdenas Palomino.
-Con información de Alfonso López Dávila