Actualmente, Félix Gallardo también cumple una condena de 37 años de cárcel por el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique Camarena Salazar, y el piloto mexicano Alfredo Zavala, en 1985.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).- Un tribunal federal resolvió no amparar a Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del Cártel de Guadalajara y conocido como “El Padrino”, y mantener la condena de 40 años de prisión en su contra por acopio de armas de fuego e introducir de manera ilegal cocaína a México para enviarla a Estados Unidos.
El Segundo Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México negó el amparo solicitado el excapo, contra la sentencia impuesta por delitos contra la salud, acopio de armas y cohecho, pues señaló que en el proceso se cumplieron todos los requisitos legales y por tanto se trata de “cosa juzgada”.
Y añadió que “no existe ámbito de acción para verificar si son correctos los 11 años correspondientes por ambas modalidades, ya que existe pronunciamiento previo en torno a una”.
Además, el tribunal determinó que las pruebas de los delitos contra la salud y acopio de armas, se consideraron, en ese momento, demostradas por las instancias judiciales.
Félix Gallardo también reclamó la devolución de bienes decomisados, bajo el argumento de que fueron adquiridos antes de los hechos por los que se le acusan, sin embargo, el tribunal no le dio respuesta.
No obstante, el juzgado solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) iniciar una investigación por las presuntas torturas alegadas por el narcotraficante, cuando fue detenido en 1989.
Actualmente, el excapo también cumple una condena de 37 años de cárcel por el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique Camarena Salazar, y el piloto mexicano Alfredo Zavala, en 1985.
“El Padrino”, preso entonces en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, en Ayala, Morelos, fue señalado como el autor intelectual de los asesinatos y fue detenido el 8 de abril de 1989, en Guadalajara.
El Cártel de Guadalajara, a cargo de Miguel Ángel Félix Gallardo, controlaba el narcotráfico en la mayor parte de México en los años 80 durante la Presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado. En esta organización también operaban Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”.
El auge del Cártel de Guadalajara hizo que la organización formara vínculos con sus pares en Colombia y traficara cocaína hacia los Estados Unidos. Sin embargo, la prosperidad dio un vuelco de 180 grados con el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en febrero de 1985.
El asesinato del agente de la DEA provocó que Estados Unidos presionara a México para capturar a Caro Quintero y a varios líderes del Cártel de Guadalajara. En esa época, “El Güero” Palma y Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, alias, eran lugarteniente de Félix Gallardo, alias ”El Padrino”.
Luego de las detenciones de Caro Quintero y Félix Gallardo, el Cártel de Guadalajara se dividió, dejando el control de rutas de la siguiente manera: la de Tijuana (Cártel de Tijuana) en manos de sus sobrinos, los hermanos Arellano Félix; la Costa del Pacífico (Cártel de Sinaloa) en manos de “El Güero” Palma y “El Chapo” Guzmán; la de Ciudad Juárez (Cártel de Juárez) para Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, y el corredor de Matamoros (Cártel del Golfo) para Juan García Ábrego.