Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea le agradeció al Fumio Kishida, Primer Ministro japonés, por el envió de gas natural a Europa en caso de que Rusia, su principal proveedor, cortara el suministro ante las tensiones políticas con Ucrania y el apoyo que este último ha recibido por la mayoría de las naciones europeas.
Tokio, 15 feb (EFE).- La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, agradeció este martes a Japón el desvío de parte de sus reservas de gas natural licuado (GNL) a la región en previsión de una posible interrupción del suministro por la crisis de Ucrania.
Von der Leyen “expresó profundamente su agradecimiento por el desvío” en una conversación telefónica con el Primer Ministro nipón, Fumio Kishida, en la que los dignatarios “compartieron su visión de fortalecer y promover la cooperación” bilateral, según un comunicado difundido horas después por el Ministerio de Exteriores de Japón.
Japón anunció su decisión la semana pasada ante el recrudecimiento de la tensión entre Ucrania y Rusia, de donde Europa recibe la mayor parte de sus suministros de gas, y el temor a una interrupción de la distribución por parte de Moscú en respuesta a las sanciones que diversos países han amenazado con imponerle en caso de una invasión rusa a Ucrania.
Kishida dijo a Von der Leyen que decidió compartir el excedente de GNL destinado a sus empresas privadas con Europa “para mostrar solidaridad con aliados y socios afines”, y aseguró que el país asiático seguirá cooperando para garantizar estabilidad energética.
En su coloquio de unos 20 minutos, ambos líderes compartieron su “gran preocupación” por la situación en torno a Ucrania, y prometieron respaldar la integridad territorial y la soberanía de ese país, mientras vigilan la evolución de la situación.
Japón es uno de los mayores importadores de GNL del mundo por sus particularidades geográficas y carencia de recursos propios, con unas importaciones de 74.5 millones de toneladas en 2020 que procedieron principalmente de Australia, Malasia y Catar (el 65 por ciento), mientras que apenas un 6 por ciento se obtuvo de Rusia y Estados Unidos.
El archipiélago tiene un depósito de 1.67 millones de toneladas destinadas para la generación de energía para empresas privadas, según cifras recogidas por el diario Nikkei, de donde se extraen los envíos a través de acuerdos entre compañías energéticas privadas para sortear obstáculos comerciales a nivel público.
Ni Japón ni Europa han hecho pública la cantidad de gas desviado.