Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).– El pésimo comportamiento de la economía nacional durante el año pasado, las altas tasas de informalidad, creación de empleos mal remunerados, confianza en el consumidor comprimida y reducción de los ingresos fueron los principales factores que provocaron que el crédito bancario, la captación a plazo y el uso de las tarjetas de crédito hayan tenido cifras negativas durante el año pasado.
El Grupo Financiero Banamex dio a conocer ayer su reporte titulado “Situación de la Banca”, en donde reveló que durante 2014 el crédito bancario al sector privado mostró comportamientos mixtos, aunque en su mayoría predomino una tendencia a la baja. Además, la captación tradicional llevada a cabo por las empresas creció a menor ritmo.
No obstante, expuso, durante el presente año dichas condiciones podrían revertirse gracias a que el crecimiento económico en Estados Unidos está teniendo un comportamiento favorable, lo que podría beneficiar al dinamismo de la economía mexicana, además de que el gasto público para 2015 por parte del Gobierno federal será mayor. Sin embargo, se destacó que el efecto de las reformas estructurales aprobadas en los primeros 18 meses del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto no se verá en este año, sino hasta el 2016.
CRECIMIENTO BAJO DEL CRÉDITO
De acuerdo con el economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano Herrera, el crédito bancario mostró comportamientos mixtos durante 2014, aunque predominaron crecimientos muy bajos en la mayoría de algunos meses.
“El crédito obedece a la actividad económica del país. Por cuestiones de demanda, durante el año pasado se tuvo un menor crecimiento y obedece a que el crecimiento de la economía fue menor al que habíamos registrado”, informó.
En 2014, el crédito vigente de la banca comercial creció en promedio 4.2 por ciento. Su punto más alto de crecimiento fue en mayo con una tasa de 5.6 por ciento.
Por su parte, el crédito empresarial mostró movimientos diferenciados, principalmente en el sector servicios ya que éste se desaceleró. Sin embargo, la tendencia a la baja del sector manufactura se revertió en septiembre pasado, mientras que el crédito a la construcción estuvo en terreno negativo todo el año.
“Lo que determina el crédito es la actividad económica del país. En el corto plazo el motor del crédito será de la demanda que obedezca a la actividad económica. A medida que la economía se recupere esto, lo otro se recuperará. Además, la Reforma Fiscal provocó que hubiera incertidumbre y hubiera muchísima liquidez acumulada, factor que incidió que el crédito fuera menos”, aseguró Carlos Serrano.
Por último, el crédito al consumo, que está más ligado a la actividad económica, al empleo y el ingreso tuvo menor dinamismo. El componente que más se redujo fueron los créditos personales, al pasar de una tasa anual real promedio de 3.0 por ciento en el primer semestre, mientras que tuvo una caída de 0.7 por ciento en la segunda mitad.
Asimismo, el crédito a la vivienda que se determina por la capacidad de crédito hipotecario adquirido por medio del empleo formal, presentó un menor dinamismo y menor crédito sobre todo de interés social.
Entre julio y septiembre pasados, su crecimiento se mantuvo en 3.7 por ciento real anual y en octubre y noviembre se registró una recuperación de 4.3 y 4.5 por ciento respectivamente.
“Los empleos creados en el IMSS son los de los que que eran informales y se formalizaron a partir de los programas gubernamentales. El año pasado de todos los empleos el 60 por ciento fueron de este tipo, no son nuevos. Otro factor fue por la oferta de las condiciones del crédito hipotecario. Si repunta el empleo esto mejorara”, agregó el analista de Bancomer.
CAPTACIÓN CONTRAÍDA
La captación bancaria tradicional se caracterizó por una pérdida de dinamismo liderada por la capacitación a plazo. La evolución de este indicador refleja en parte la moderación de la actividad económica en el tercer trimestre de 2014 y el incremento en el ritmo de inversión de las empresas hacia el cierre de año.
“Debido a que las empresas atraviesan por incertidumbre aumentan liquidez, pero si ven mejores condiciones comienza a hacer inversiones y su captación a plazo es menor. Otro factor fue la disminución en las tasas de política monetaria lo que reduce el atractivo a ahorrar a plazo”, informó Carlos Serrano.
En este sentido se presentó una desaceleración económica importante en 2014, especialmente desde agosto.
El segmento empresas reportó la mayor desaceleración: de 9.1 por ciento en abril a 8.5 por ciento en noviembre. Este descenso podría reflejar en parte el aumento en el ritmo de inversión de las empresas y en cuanto a los fondos de inversión de deuda alcanzó 6.2 por ciento.
“El 2015 tiene ante sí un escenario en donde la Fed aumentará la tasas y Banxico podría ajustar la política monetaria en sincronía. Este es un fenómeno que hay que tomar en cuenta, lo que puede significar un crecimiento a la baja y menor saldo en los fondos por el retiro de inversiones en los fondos de deuda”, agregó el experto.
TARJETAS DE CRÉDITO SIN USAR
De acuerdo con el mismo reporte de Bancomer, las tarjetas de crédito han perdido dinamismo debido a la contracción del ingreso disponible de las familias mexicanas.. El ingreso disponible es producto de la ralentización de la economía, lo que se ha traducido en un menor ritmo en la transaccionalidad de las tarjetas de crédito, expuso la institución financiera.
Debido a que las tarjetas de crédito funcionan como un medio para financiar a las familias y otorga un crédito al consumo, el desempeño de variables de ingreso, la baja en la confianza del consumidor, pocas ofertas laborales y un salario mínimo insuficiente provocaron que tanto el saldo crediticio como el número de tarjetas presentaran desaceleración.
“A pesar de que el uso de las tarjetas de crédito incrementó, lo mismo que el acceso al crédito, su uso no se ha extendido. Y la proporción de tarjetas vigentes fue de 63.7 por ciento en septiembre de 2014, el nivel más bajo observado”, informó la analista. Esto significa que del máximo histórico registrado por uso de tarjetas de crédito, que era de 28.9 millones, se cayera a 18.4 millones.
Esto se debe a la contracción en el ingreso disponible, lo que provoca una disminución e impacto en la capacidad de pago a tiempo con los compromisos financieros por parte de los cuentahabientes. “Se ve que la gente aprendió a usar la tarjeta, y esta desaceleración es porque la gente se ha vuelto más prudente en el uso de la línea”, agregó.
LAS REFORMAS NO SE VERÁN HASTA 2016
Carlos Serrano Herrera informó que 2015 no será el año en el que se verán reflejados los efectos de las reformas estructurales, como tiene previsto el Gobierno federal, sino que algunos de los beneficios se verán hasta el próximo año.
“El país tiene un problema para generar empleos bien pagados y no hemos sido capaces de mejorar los niveles de productividad, niveles que se han mantenido en cero o negativo. Los empleos creados en el país no son bien remunerados, alrededor de dos tercios reciben un pago de 1 ó 2 salarios mínimos. Además, el año pasado la Reforma Fiscal dio a las familias un escenario de menores ingresos disponibles”, dijo Carlos Serrano.
“Todavía los efectos de las reformas no se verán este año, sino hasta el 2016. Estos resultados están relacionados con dos fenómenos: con el crecimiento de Estados Unidos y debido a un mayor uso del gasto público por proyectos que impulsará el gobierno. A partir del año que viene, en 2016, esperemos que haya un mayor dinamismo a la economía”, planteó.
Sin embargo, el pasado 8 de enero el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, reconoció que si se mantienen y pronuncian las actuales condiciones económicas habrá un ajuste o reducción del gasto público este mismo año.
No obstante, Carlos Serrano aseguró que México se puede diferenciar del resto de los países a pesar del complicado entorno internacional de hoy en día, en donde Europa y Japón está creciendo a tasas bajas y China presenta una economía contraída, incluyendo los problemas geopolíticos serios y la caída de los precios del petróleo.
“Dentro de todo ese problema hay una luz que brilla más y es la economía de Estados Unidos. Hay cadenas productivas integradas, en especial en la plataforma exportadora. Con esto México puede alcanzar las tasas de crecimiento estimadas, debido a lo que ocurra con Estados Unidos”, concluyó.