La ausencia de los 43 y la violencia agudizan aún más la crisis económica de Guerrero

27/09/2015 - 12:02 am

La violencia pasó factura en el deterioro económico de Guerrero tras el caso Ayotzinapa. Los empresarios estiman daños millonarios y un retroceso que, dicen, no se superará en décadas. 

Foto: Cuartoscuro
Las cámaras empresariales aseguran que no tienen cifras exactas del daño económico en Guerrero, pero reconocen que se ha registrado una disminución en la inversión, que  negocios han cerrado y que la situación es muy crítica. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– Guerrero sufría desde antes del 26 de septiembre de 2014 un estancamiento económico marcado por los altos índices de inseguridad y violencia en la entidad. De 2011 a 2013 el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) fue de apenas 0.5 por ciento. Después vino el caso de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y el deterioro fue peor.

Aunque las cámaras empresariales aseguran que no tienen cifras exactas del daño económico en el estado, sí reconocen que se ha registrado una disminución en la inversión, que miles de negocios han tenido que cerrar y que la situación es muy crítica en el tema financiero.

Jaime Nava Romero, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de Chilpancingo, mencionó que justo a un año están cerrando con un panorama muy complicado.

“Antes fue por el tema de la inseguridad y luego del 26 de septiembre de 2014 el tema de inseguridad pasó a un segundo plano, sin que esto signifique que dejara de existir, pero los actos vandálicos y las manifestaciones empezaron a duplicarse en otros sectores”, dijo.

El representante de los empresarios detalló que del total de comercios afectados en la zona centro y norte de Guerrero, 100 migraron a las ciudades de Querétaro, Puebla y Morelos mientras que otros 100 tuvieron que cambiar de giro o de estrategia comercial debido al clima de inseguridad y la baja de sus ventas.

El sector más afectado es el turístico, afirmó el delegado de la Secretaría de Economía en el estado Álvaro Burgos Barrera.

“Hay proyectos que no se han logrado concretar en municipios como Acapulco, Chilpancingo y Arcelia”, dijo el pasado 24 de septiembre al termino de una conferencia de prensa de la Coparmex.

Nueve meses después de que se detonara la crisis por el caso, la empresa Fomento Económico Mexicana SAB de CV (Femsa) anunció que cerró su tercer centro de operación en Guerrero. En mayo había suspendido un centro de distribución en Arcelia y antes había terminado actividades en Chilpancingo e Iguala, el lugar donde los jóvenes fueron desaparecidos.

Nava Romero aseguró que empresas grandes como Coca Cola, Bimbo, tiendas departamentales como Liverpool y centros de depósito tuvieron perdidas importantes de capital y con ello dejaron de producir empleos; expuso que “en un año no ha habido una sola empresa trasnacional que haya abierto una sucursal o ningún empresario que haya querido ‘fanquiciar’ su negocio”.

El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) en Iguala, Zacarías Rodríguez Cabrera, coincidió en que los grandes corporativos como Coca-cola, Pepsi, almacenes, agencias de autos y negocios donde trabajaban hasta cientos de personas cerraron sus puertas por la falta de ventas, empleo y de circulante, pero que los comercios pequeños también han sufrido pérdidas económicas.

Respecto a la inseguridad que se vive en Guerrero, Zacarías Rodríguez comentó que “es una realidad, pero no hay que promoverla tanto y cuando la gente se entera de esto deja de venir”.

CHILPANCINGO, ACAPULCO E IGUALA

El 7 de noviembre del 2014, manifestantes saquearon camiones de Coca-Cola en Chilpancingo. Foto: Cuartoscuro
El 7 de noviembre del 2014, manifestantes saquearon camiones de Coca-Cola en Chilpancingo. Foto: Cuartoscuro

Los principales sectores económicos de Guerrero son el comercio y el turismo, mismos que han sufrido las mayores perdidas a raíz de la desaparición de los normalistas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al mes de julio de 2015, Acapulco e Iguala registraron una tasa de inflación anual de 2.15 y 4.29 por ciento, respectivamente, mientras que la inflación a nivel nacional fue de 2.74 por ciento.

A mediados de diciembre, miembros de los sectores de comercio, servicios y turismo en Guerrero estimaron una pérdida de 500 millones de pesos, a raíz de los actos violentos desatados luego de la desaparición de los 43 normalistas.

El balance que hace el presidente de la Coparmex Chilpancingo a un año de los hechos es parecido.  Comentó que la inseguridad que se desató luego de la desaparición, los bloqueos y las manifestaciones dejó un saldo de 500 comercios desaparecidos, 250 unidades de transporte de mercancías dañadas por robo o vandalismo y además de una inversión de 5 millones de pesos para equipo de seguridad porque se registraron cerca de 200 asaltos a comercios.

“Las cámaras de seguridad ya son de uso común, ya no sabemos de dónde viene la inseguridad […] creemos que es un caos, el Estado de Derecho ha quedado obsoleto, rebasado. Los empresarios sinceramente estamos con los ánimos por los suelos, pero no hemos bajado la guardia”, dijo.

Por su parte, el presidente de la Concanaco-Servytur en Iguala dijo que el comercio ha sufrido bajas en el último año debido a que en esta zona convergen municipios que se abastecen del comercio del municipio.

“La situación comercial está mal y no tenemos turismo en Iguala a partir de este problema [la desaparición de los normalistas], todo lo que ocurre alrededor como en  los municipios de Tixtla o Chilpancingo se refleja aquí”, afirmó.

Para los representantes empresariales, la situación económica no es la más óptima en muchos sentidos, por lo que externaron su preocupación por  los actos de manifestación político y social.

Nava Romero explicó que se han perdido millones de pesos por el saboteo a eventos de la Coparmex, pero con el evento empresarial que se llevará a cabo los días 7,8 y 9 de octubre buscan darle un “respiro al comercio” porque –dijo– “de verdad estamos preocupados porque estos actos nos está poniendo entre la espada y la pared”.

En el mismo tenor se expresó Zacarías Rodríguez  y destacó que “ante esta situación, nosotros los comerciantes pedimos al Gobierno federal  su apoyo retomar la actividad económica”.

EL BALANCE A UN AÑO

PROMO_IGUALA

A finales del 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico) afirmaron que la desaparición de los normalistas amenazaba la economía del país.

El titular de la SHCP, Luis Videgaray Caso, dijo que los hechos le habían dado la vuelta al mundo y que “sería una ingenuidad decir que no tendrá un efecto en la economía”. Por su parte, el banco central consideró en su minuta de la reunión de política monetaria de la quincena de noviembre que el caso como era un riesgo: “Podrían deteriorar los niveles de confianza de los agentes económicos, locales y extranjeros, con su consecuente efecto adverso sobre la inversión”.

Después de esos comentarios poco o nada volvieron a hablar al respecto y el tema de la caída de los precios del petróleo a nivel mundial, la crisis internacional y la política monetaria de Estados Unidos se convirtieron en los principales riesgos de la economía nacional dejando a un lado la tragedia de Ayotzinapa.

No pasó lo mismo en Guerrero. Ahí las afectaciones se siguieron manifestando a lo largo de todo el año, lo que ocasionó perdidas en inversiones, cierre de negocios y desempleo.

La Secretaría de Economía (SE) refiere en un reporte que el PIB de la entidad representa el 1.5 por ciento con respecto al total nacional. De acuerdo a su indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAEE) registró un aumento de 3.6 por ciento en los primeros meses de 2015 con respecto al mismo periodo del año anterior.

Por grupo de actividad económica, las actividades primarias, secundarias y terciarias, registraron una variación anual de 25.4, -0.1 y 3.6 por ciento respectivamente.

Sin embargo, el Semáforo Económico de la organización México ¿Cómo Vamos?, dice lo contrario: Ocho de los diez principales indicadores económicos que toman en cuenta para medir el crecimiento de la entidad están en número rojos.

Es decir que si tenía una meta de crecimiento económico de 6 por ciento anual, al primer trimestre de 2015 había alcanzado apenas la mitad; que si esperaba generar 2 mil 700 empleos formales por trimestre, el saldo fue negativo al tener 4 mil 414 empleos menos en el primer semestre del año.

Lo mismo pasó con otros índices que miden como la productividad, la pobreza laboral, el fomento a las exportaciones, la informalidad, diversidad laboral y Estado de Derecho.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas