Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).- Hace unos meses la noticia de que en Encelado existía la probabilidad de haber un océano salado caliente confirmaba un hecho que cada vez se vuelve más constante, mientras más se investiga el Sistema Solar, más aumentan las posibilidades de encontrar agua. Sin embargo, en el caso de la luna de Saturno se trataba de una posibilidad hasta hace apenas unas horas.
Ahora, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) acaba de confirmar la teoría más reciente acerca de este satélite helado y es un hecho ahora que tiene un océano bajo la superficie que se extiende por todo el globo. La noticia llega apenas un puñado de meses después de que la agencia descubrió evidencia de respiraderos hidrotermales, los cuales, se cree, son parte integral de la formación de la vida en la Tierra.
De acuerdo con The Verge, la confirmación se realizó mediante la investigación de la nave Cassini, la cual que llegó a Saturno en 2004 y ha pasado la última década estudiando el planeta y sus lunas. Los investigadores utilizaron a Cassini para medir la oscilación en la órbita de Encelado alrededor del planeta de los anillos, algo que "sólo puede explicarse si la capa de hielo exterior no está congelado en su interior."
Enceladus es uno de pocos lugares en nuestro Sistema Solar donde se puede ver chorros de líquido en erupción que emergen de su superficie, y no pasó mucho tiempo después de la Cassini llegara antes que la NASA fuera capaz de confirmar que esta luna presentaba agua líquida. Pero, mientras que los estudios anteriores de Encelado habían insinuado un mar subsuperficial, se pensaba que la masa de agua se encontraba en forma de lente y que sólo ocupaba una parte bajo la superficie del satélite natural.
"Este fue un problema difícil que requiere años de observaciones y cálculos con una variada colección de disciplinas, pero confiamos en que finalmente conseguimos hacerlo bien", dijo en un comunicado Peter Thomas, miembro del equipo de imágenes de Cassini en la Universidad de Cornell y autor principal del artículo.
Sin embargo, Encelado es el último de una lista cada vez más creciente. Este año también se dio a conocer que agua líquida se esconde debajo de la superficie de Ganímedes. Todo esto, en conjunto, ha ido cambiando la percepción que antaño se tenía de nuestro sistema solar como un lugar estéril y seco.
Así, cada vez parece que quedan menos lugares en el Sistema Solar que carezcan de cierta cantidad de agua, ya sea líquida o sólida. Incluso mundos en los que antes se creía imposible lo tienen, como Venus en donde se ha observado que se presenta una pequeña cantidad de vapor de agua equivalente a aproximadamente 20 partes por millón.
Sin embargo, dejando de lado lo asombroso que puedan ser estos hallazgos, cada vez que una fuente de agua líquida se encuentra o es sugerida, también llena de esperanza en lo referente a posibilidades de encontrar vida más allá de la atmósfera de la Tierra. Es por eso que la búsqueda de vida extraterrestre ha cambiado de enfoque en los último años, yendo de los sistemas solares distantes hasta nuestro vecindario cósmico.
De momento, poco más de 20 cuerpos celestes (entre satélites, mundos y planetas enanos) han sido identificados como lugares en los que el agua puede tener presencia. Sin duda, eso amplía las posibilidades para cualquier estudio relacionado con el hallazgo de vida extraterrestre y también da esperanzas a la humanidad para la colonización del resto del Sistema Solar.
Hasta ahora y durante años, Europa ha sido el mayor candidato para encontrar vida, con una escarpada corteza helada que insinúa en casi todos los sentidos a un océano debajo de ella. Gracias a la fricción dentro de la luna creada por la fuerza de gravedad del planeta el agua se mantiene líquida y, posiblemente, incluso cálida por debajo de la corteza helada, ayudada por posibles fuentes hidrotermales.
Así mismo, ha habido alguna evidencia de géiseres de hielo en erupción en la superficie de este satélite natural, así como pruebas de que el océano podría tener células de Hadley (agua caliente irradiada desde el ecuador de la luna). Con esto Europa podría ofrecer la posibilidad no sólo de albergar vida, las condiciones eran correctas, incluso la vida compleja.
A Europa y Encelado se suma Ganímedes como uno de los principales candidatos. durante mucho tiempo, la luna más grande de nuestro sistema solar ha sido objeto de sospechas por parte astrónomos que sugieren que debajo de la corteza de hielo superficial de más de 160 kilómetros de espesor se encuentra un océano. el más reciente estudio al respecto fue publicado en marzo de este año y, mediante la actividad de auroras, sugiere que el océano es algo cálido y definitivamente salado.
A diferencia de Europa, todavía no se ha descubierto actividad de géiseres de hielo en Ganimedes. Esto podría ser debido a un efecto de marea reducida en la luna, debido a lo alejado que se encuentra de Júpiter. Así mismo, a diferencia de Europa, este satélite gigante no tiene una helada superficie rayada que muestre actividad geológica consistente. Aún así, las señales que Ganímedes alberga un océano son buenas.