Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).- Las opciones de video que existen actualmente en la red le brindan a los cibernautas una amplia variedad de posibilidades que van desde ver el tema más reciente de su artista favorito, hasta observar a cualquier cantidad de perros, gatos o cualquier otro animal realizando acciones hilarantes. Todo sin necesidad de moverse de su lugar. Sin embargo, en este gran abanico de opciones también está la posibilidad de ver un asesinato.
No obstante, lejos de que los eventos violentos en video sean extraños y desagradables para el espectador, lo cierto es que éstos podrían animar a la gente a cometer tales actos con más frecuencia, de acuerdo con un estudio reciente que examinó la incidencia de tiroteos en masa y encontraron que ellos son "contagiosos".
En el trabajo realizado por especialistas de la Universidad Estatal de Arizona y la del Noreste de Illinois, y encabezado por Sherry Towers, se encontró evidencia significativa de que los asesinatos masivos con armas de fuego son incentivados por sucesos similares en el pasado inmediato, publicó PLOS One.
Según el estudio, en promedio, este aumento temporal de probabilidad dura 13 días y cada hecho incita al menos 0.30 nuevos incidentes. Así mismo, se encontró evidencia significativa del mismo fenómeno en un entorno escolar, en donde cada incidente es contagioso por el mismo promedio de días; pero, en este caso, lleva a un promedio de al menos 0.22 nuevos incidentes.
Con estos datos concluyeron que, en promedio, en Estados Unidos los asesinatos masivos con armas de fuego ocurren aproximadamente cada dos semanas, mientras que los tiroteos en las escuelas se producen aproximadamente cada mes.
"Encontramos que el predominio de propiedad de armas de fuego en el estado se asocia significativamente con la incidencia estatal de asesinatos masivos con armas de fuego, tiroteos en las escuelas, y los fusilamientos masivos", escribieron los investigadores al respecto.
El número de muertos en determinado tiroteo no es importante en sí mismo, afirma Towers, es si un tiroteo recibe cobertura de noticias locales o nacionales. "Es la atención, no los números", dice, y piensa que la razón de esto es que un evento reportado en los medios nacionales es capaz de llegar a una población muy limitada que podría potencialmente cometer un delito similar por imitación.
"No hay muchas personas susceptibles a este contagio, tal vez una en un millón", agrega. "Tienes que tener un 'sistema inmunológico' psicológico que sea vulnerable a ser infectado por este tipo de imágenes", dice, de la misma forma en que las personas con sistemas inmunes debilitados contraen la gripe. en este caso, para que aumente el contagio, la historia tiene que volverse de interés nacional.
EL FUROR DE LO VIRAL
La investigación de Towers no distingue entre medios tradicionales y redes sociales. Sin embargo, otros estudios indican cómo las redes sociales pueden dar una historia de alcance nacional, incluso sin la cobertura de los medios oficiales. Por ejemplo, el alcance de Facebook empequeñece al de cualquier canal de comunicación tradicional. Hacer algo viral con 1.49 millones de miembros de Facebook no depende de que una organización nacional de noticias lo considere de interés periodístico.
De acuerdo con New Scientist, este tipo de incidentes no son los únicos que podrían ser "contagiosos", por llamarles de alguna manera. Existe una fuerte evidencia de que el suicidio también lo es, y esto ha llevado a muchos medios de comunicación a censurar voluntariamente su cobertura. "La investigación muestra una clara relación entre la representación de los medios y un incremento de la imitación de suicidios", dice Alex Mesoudi de la Universidad de Exeter, Reino Unido.
En el caso de las redes sociales, se conducen bajo otros criterios. No obstante, incluso aunque se regulen éstos, ¿por qué razón las personas divulgan este tipo de materiales violentos como tiroteos o ejecuciones?
Hay pruebas de que las redes sociales no sólo hacen que sea más fácil difundir información, sino que cambia la dinámica de su propagación. Una pista de por qué esto es así proviene de la investigación sobre la forma en que los cibernautas interactúan con otros en línea. En nuestra vida cotidiana, por lo general, adaptamos nuestro comportamiento en función de las situaciones sociales en las que nos encontramos. Sin embargo, en línea, estos diversos aspectos de nuestra personalidad se funden en una sola cara pública, un fenómeno conocido como colapso del contexto. Entonces, ¿la información en sí puede ser objeto de un aplanamiento similar?
Las entradas de Facebook ya conjuntan chismes, publicidad, entretenimiento, noticias mundiales y juegos en una sola corriente homogeneizada de contenido. Eso podría hacer que sea más fácil compartir contenido sin pensar demasiado en ello, dice Danah Boyd, investigadora de redes sociales en Microsoft Research.
Lo más inquietante de todo esto podría ser que compartimos este tipo de contenido porque quienes lo producen están mejorando su presentación. La investigación ha demostrado que el chisme es el rey de las redes sociales y los anunciantes, publicistas y editores lo han notado y han cambiado la forma en que presentan la información. De acuerdo con Thomas Poell de la Universidad de Amsterdam, esto explica el éxito de títulos como "No vas a creer lo que pasó después", los cuales son tan comunes en la actualidad, incluso en medios de comunicación "serios".
"Nuestra principal conclusión es que las plataformas sociales enfocan fuertemente la atención del público en los aspectos espectaculares, cómicos y violentas de protesta", dice. El problema ahora estriba en que la línea que divide a lo viral del periodismo es cada vez más tenue.