México, 27 Ago (Notimex).- El ronquido es un aviso del cuerpo de que existe un problema respiratorio que en caso de no atenderse puede provocar infartos o enfermedad cerebro vascular, advirtió el director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño, Reyes Haro Valencia.
Los ronquidos son una vibración que se produce en los tejidos que conforman la garganta, de manera específica en la zona de la orofaringe y son el resultado de la relajación que todos tenemos al dormir, explicó en un comunicado Haro Valencia.
Al perder tono muscular, añadió, estos tejidos obstruyen el paso del aire por lo que este pasa con dificultad y se genera un sonido estridente, debido a que ocurre en una parte acústica del cuerpo en donde se genera la voz.
Los ronquidos se originan por un problema anatómico, es decir las personas que roncan lo hacen porque tienen crecidos alguno o varios tejidos de esa zona: la úvula o campanilla, las amígdalas también conocidas como anginas y el velo del paladar (los arcos que están alrededor de ambas estructuras), así como los pilares posteriores.
También la lengua puede estar crecida (macroglosia) y contribuir a la presencia del ronquido; con menor frecuencia el ronquido se origina por un problema anatómico en la nariz, puntualizó Haro Valencia.
No se ronca cuando las personas están despiertas porque dichas estructuras necesitan estar relajadas para que al paso del aire vibren. “Es por eso que roncamos sólo al dormir”, dijo el especialista.
Añadió que un indicador de que el problema evolucionó es el tiempo que dura la persona roncando, además de su intensidad.
“Al principio puede ser sólo un ronquido leve que paulatinamente aumenta en intensidad o frecuencia, hasta llegar a molestar a la pareja o a otros miembros de la familia, debido al sonido intenso que llegan a alcanzar los ronquidos”, mencionó.
Dijo que si se deja avanzar el problema del ronquido, se puede desarrollar una enfermedad del sueño conocida como Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).
Apnea, significa dejar de respirar; Obstructiva, porque se obstruye el paso del aire; y del Sueño, debido a que sólo pasa cuando la gente está dormida. En casos severos, una persona puede dejar de respirar más de 500 veces en una noche, detalló.
Algunos indicadores diurnos de que una persona ronca y tiene SAOS son: cansancio durante el día, sensación de falta de descanso al despertar, problemas de atención, de memoria, quedarse dormido en cualquier situación durante el día, disminución de la libido o problemas con el desempeño sexual, entre otros.
Sin embargo, el doctor Reyes Harfo dijo que hay una estrategia como poner un dispositivo de avance mandibular que reduce el ronquido en casos leves o moderados.
Este dispositivo, que lo coloca un odontólogo en las clínicas de trastorno del sueño, se usa para dormir y abre un espacio que evita el choque con los tejidos que favorecen el ronquido.
"Si es moderado significa que se deja de respirar hasta 25 veces por cada hora que la persona está dormida y en esos casos, el tratamiento quirúrgico puede corregir el problema”, dijo.
“Esta técnica se conoce como uvulopalatofaringoplastia (UPFP), y lo que se hace es reducir el volumen de las estructuras para evitar el colapso y por ende, el ronquido", mencionó Haro Valencia.
Añadió que en los casos severos en donde el paciente presenta más de 30 pausas respiratorias por cada hora que duerme, debe utilizarse un equipo generador de presión positiva de aire conocido como CPAP.
El problema lo puede tratar el médico familiar, pero si ya hay síntomas claros como fatiga, somnolencia, se quedan dormidos en el trabajo y parecen desinteresados, afectación de su productividad y de su vida sexual, son indicadores de que el problema es más severo, por lo que el paciente debe acudir a una clínica de trastornos de sueño.
El especialista dijo que roncar es un aviso del cuerpo de que hay una falla respiratoria al dormir, la cual debe atenderse de manera oportuna debido a que lleva al desarrollo del SAOS el cual afecta la calidad de vida de las personas y sus familiares.
Subrayó que los infartos y la enfermedad cerebro vascular son frecuentes en pacientes con SAOS severo no atendido.