Por Ariadna Ortega y Xanath Lastiri
Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).– Una serie de factores internos y externos están conduciendo a México hacia “la tormenta perfecta”. Varias de las decisiones del Gobierno han sido equivocadas y esto sumado a situaciones coyunturales empujaron a un menor crecimiento, aumento de la pobreza y a una posible desaceleración económica, según señalaron analistas de distintos sectores consultados por SinEmbargo.
A decir del vicepresidente del Comité de Estudios Económicos Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Jonathan Heath, “el Gobierno federal tampoco tiene demasiadas canicas en su bolsa de instrumentos”.
La moneda mexicana ha seguido en un tobogán que la ubica en los niveles más bajos de su historia. Cuando comenzó la administración de Enrique Peña Nieto el dólar tenía una cotización de 12.93 pesos, ahora, ya rebasó primero los 16 y luego los 17 pesos por unidad.
En medio de la volatilidad por el tipo de cambio, se atraviesa la caída de los precios del petróleo, que han provocado que una de las grandes reformas estructurales del Gobierno actual, la Energética, se haya visto mermada. El precio del barril se ubica en los 49 dólares en promedio.
Pero no es la única reforma fallida, la de Telecomunicaciones y la Fiscal también han representado pérdidas más que ganancias desde su implementación.
Las expectativas de crecimiento han venido a la baja en los últimos meses, lo que provocó un crecimiento mínimo de 0.4 por ciento en el primer semestre del año. Apenas ayer, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) redujo por segunda vez su estimación a entre 2 y 2.8 por ciento. Una historia que se ha venido repitiendo en organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco de México (Banxico).
Las explicaciones se basaron en factores externos como la estabilidad económica de Estados Unidos y la posible alza de la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), pero también por la devaluacion de la moneda China y y la crisis económica en Grecia que han impactado en algunos sectores productivos del país.
Los analistas observaron que México atraviesa por un periodo de incertidumbre económica que no ha sido posible solventar para frenar la caída en picada, ni siquiera con la implementación de subastas de dólares por parte de Banxico, pero además enfrenta eventos políticos y sociales que merman la confianza de los inverionistas, como los casos de conflictos de interés, la violencia y corrupción, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la ejecuión de 22 civiles por parte de elementos del Ejército en Tlatlaya.
Miguel Reyes Hernández, director del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana, afirmó que las reformas emprendidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto no han funcionado ya que existen otros problemas de estructura que debieron atenderse antes, pero que desde el gobierno del ex Presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006) han ido en picada.
“La economía mexicana en los últimos tres años tiene un desempeño mucho peor de lo que ha tenido quizá en los últimos 35 años. En las reformas Laboral, Energética y Fiscal se nos había planteado que íbamos a crecer a tasas mucho más elevadas; en la administración de Fox decían que al 7 por ciento, ahora no se atrevieron a decir una cifra”, opinó.
Todos estos factores en su conjunto merman la creencia de que el gobierno realmente tiene la economía del país en las manos.
LAS POLÍTICAS FALLIDAS
Este jueves, el editor para América Latina del rotatito inglés The Financial Times (FT), John Paul Rathbone publicó que: “El gobierno de México calla ante los episodios vergonzosos que ocurren en la administración de Enrique Peña Nieta –marcada por conflictos de interés que involucran a su esposa y el Secretario de Hacienda y una ‘podredumbre institucional’– y muestra una actitud enfática hacia las reformas económicas por encima de los problemas de Estado de Derecho que son la mayor preocupación del país”.
En pocas palabras narró otro de los problemas que mantienen en crisis al gobierno de México, que es el de los eventos sociales que también han tenido efectos en la economía del país.
Según los analistas, la economía mexicana se encuentra en una zona de marcada desaceleración que amenaza con acentuarse en el segundo semestre del año.
El Presidente Enrique Peña Nieto asegura que la economía mexicana refleja un mayor dinamismo porque hay más empleo, se tienen bajos índices de inflación y el consumo interno va a la alza. Pero aun así no quita el dedo del renglón de que las reformas estructurales “darán cada día mayores beneficios a la gente”.
Pero algunos especialistas piensan diferente: por ejemplo, la Reforma Fiscal sigue dando beneficios a las grandes corporaciones y afectando a pequeños comercios. De acuerdo con Miguel Reyes, la Reforma Fiscal le pega más al consumo, porque se le pone la misma tasa a todos los individuos, y no es lo mismo si se le pone el mismo valor a la empresa de Carlos Slim que al resto de los mexicanos, entonces la recaudación de impuestos no es equitativa”.
Sobre la Reforma en Telecomunicaciones, analistas también han expuesto que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los servicios de telecomunicaciones debe ser eliminado pues no cumple con los objetivos establecidos ya que lo pagan los usuarios y es un derecho constitucional.
Pero la mayor preocupación se dio con la Reforma Energética, pues se aprobó cuando los precios del petróleo empezaron a caer. Los primeros efectos se vieron con la primera licitación de la Ronda Uno que fue calificado como un fracaso.
A la espera de que las reformas estructurales surtan efecto, el crecimiento económico en México ha sido lento y la incertidumbre por el entorno global podría empezar a afectar el consumo de los mexicanos.
Iván Martínez Urquijo, Economista Senior de BBVA Bancomer, comentó que existe el riesgo de un incremento en la inflación.
“Es un riesgo mínimo porque no lo hemos visto, de hecho la inflación tocó el mes pasado un mínimo histórico y lo atribuimos a que pesa más sobre los precios la debilidad de la actividad económica y la reducción de los precios de los energéticos y las Telecomunicaciones”.
EL IMPACTO EXTERNO Y LA VOLATILIDAD
Fernando Aportela, subsecretario de la SHCP, anunció la reducción en la expectativa de crecimiento económico 2015, de un rango de entre 2.2 y 3.2 por ciento a uno de entre 2.0 y 2.8 por ciento, “básicamente por factores externos”, dijo.
En conferencia de prensa, aseguró que la economía mexicana está creciendo más que el año anterior y afirmó que se ha diferenciado frente a otras economías emergentes en este entorno complejo.
Ayer justamente, el dólar rebasó la barrera psicológica de los 17 pesos.
El peso mexicano lidera las pérdidas entre las principales monedas mundiales, según la agencia especializada Bloomberg, y se une a la derrota de los mercados emergentes.
“La moneda de México ha seguido en un tobogán en medio del temor de las naciones en desarrollo de una desaceleración económica y mientras el aumento de rendimiento de los bonos a corto plazo en los EU atrae a los inversores internacionales. La administración del Presidente Enrique Peña Nieto también está luchando con la caída de los precios del petróleo y la producción de crudo”, publicó.
Para Jonathan Heath, la situación no es tan grave como en otros años y existe un crecimiento positivo, sin embargo señaló que la Fed debe tomar una decisión lo antes posible para que la incertidumbre e inquietud de los empresarios empiece a desaparecer.
“La volatilidad que se refleja en el tipo de cambio y que tiene muy angustiado al empresario y por eso está dejando de invertir es también cuestión externa”, dijo en entrevista con SinEmbargo.
El eexperto consideró que para que haya una mejoría se necesita que la economía de Estados Unidos empiece a crecer y la Fed tome su decisión para que se pase el momento de incertidumbre.
Sin embargo, la devaluación del peso no es la única problemática que enfrenta la economía mexicana. La producción de petróleo ha continuado bajando este año en medio de recortes presupuestales y una serie de accidentes en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que desafía el pronóstico del gobierno para la empresa petrolera estatal de revertir una caída de 10 años en la producción.
El crudo ligero estadounidense alcanzó un máximo de seis años y medio de duración a la baja, de 40.21 dólares y un precio por debajo de 40 dólares parece posible, por primera vez desde 2009. Esto ha hecho daño a México, cuya exportación más importante es el petróleo crudo.
Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, agregó que “el bajo precio del petróleo pega a la capacidad del gobierno para invertir y no tiene forma de impulsar el crecimiento, sin embargo estamos en un entorno muy complejo porque a nivel internacional se han disminuido las operaciones y esto retrasa las inversiones”.
CRISIS SOCIALES Y POLÍTICAS
Los factores financieros no son los únicos: se suman también el aumento en el número de mexicanos que viven en la pobreza -55.3 millones, reporta el Consejo Nacional de Evaluació de la Política de Desarrollo Social (Coneval)-, la creciente brecha entre ricos y pobres, y el malestar y desconfianza ocasionados por la compra millonaria de la "casa blanca" de la Primera Dama, Angélica Rivera Hurtado, con un precio que rebasa los 85 millones de pesos; el destino de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, hace casi un año, y hasta la segunda fuga de una prisión de máxima seguridad del emblemático narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
El país gasta aproximadamente el 34 por ciento del PIB en atender la corrupción, violencia y pobreza. Es decir, aproximadamente 6 billones 086 mil 939 millones 656 mil 416 pesos de la riqueza nacional.
El conjunto de estos factores ha mermado el crecimiento económico del país, inhibe las inversiones, reduce la productividad del gasto público, distorsiona la asignación de recursos y profundiza la desigualdad social, según los analistas.
México ocupa el lugar 103 en corrupción del Índice de Transparencia Internacional y le ha costado al país el equivalente al 9 por ciento del PIB, es decir, 1 billón 602 mil 986 millones 130 mil pesos.
"Si México tiene Estado de Derecho en la ley, las entradas de inversión extranjera directa podrían elevarse a niveles brasileños -un extra de 13 mil millones de dólares más o menos en un año-. En su nivel más crudo, el Gobierno mexicano sólo tiene que hacer las cuentas”, publica el FT.
Apenas hace unos días, Tony Payán, director del Centro de México en el Instituto Baker de la Universidad Rice, aseguró que hay una “reacción en cadena” en la pérdida del valor del peso. Es una desconfianza que se entreteje con índices de pobreza –en dos años, dos millones de mexicanos se unieron a esa situación–, corrupción, violencia y hasta la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
“Todo esto lastima la erosionada credibilidad del gobierno y la confianza de los consumidores”, dijo.
La principal razón de esta debilidad cambiaria es la “incertidumbre política” que vive México con un gobierno liderado por el priista Enrique Peña Nieto.