Ciudad de México, 15 de agosto (SinEmbargo/The Huffington Post).– No valen los ruiditos, las cosquillas, las muecas... ni siquiera dibujarle una sonrisa con los dedos. Con este bebé no hay método que valga para conseguir que sonría.
No sabrá hablar, pero desde luego sabe bien cómo expresar sus emociones. Ese ceño fruncido, esa mirada fija y esa boca hacia abajo no dejan lugar a dudas de que está MUY pero que MUY enfadado.