Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo).- La presencia de la tecnología en la vida diaria se ha convertido en un factor determinante para nuestras actividades cotidianas. Sin embargo, algunas de éstas son muy diferentes a las que las personas efectuaban, digamos, hace tres décadas o más. A veces, a fuerza de tanta repetición, estos cambios son imperceptibles, pero lo cierto es que el panorama ha cambiado en los últimos tiempos y ya no sabemos hacer las mismas cosas que hace apenas 15 o 20 años o, bien, lo hemos olvidado. ¿Qué habilidades son las que hemos perdido en todo este tiempo y qué otras hemos adquirido?
Quizás el ejemplo más claro de esta transición es la revisión y respuesta de medios sociales o de lectura, ya sea mensajes de texto, correos electrónicos, noticias o estado del clima al caminar. Se trata de un fenómeno bastante ubicuo y poco a poco comienza a ser tan común que incluso ya no se considera la molestia que una vez fue. Después de todo, ¿quién queda para juzgarlo como una molestia? Cualquiera que sea propietario de un dispositivo móvil puede comprobar en carne propia que hemos sido cautivados por los iconos de notificación en nuestros teléfonos, por lo que prácticamente nadie está prestando atención a dónde van.
Según el blog de Scientific American, una de las razones por las que ya no nos quejamos de la gente que camina mientras envía mensajes de texto es que cada vez son menos torpes. ¿Es esto cierto? Parece que sí.
SUPERVIVENCIA DEL MÁS APTO
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Bath sugiere que estos aficionados a los mensajes de texto han adoptado con el tiempo medidas de protección para minimizar el riesgo de accidentes al caminar. Así, la nueva generación de usuarios de smartphones, por ejemplo, son menos propensos a tropezar porque acortan su longitud de paso, reducen la frecuencia de los mismos, alargan el tiempo durante el cual ambos pies están en contacto con el suelo y aumentan la altura libre de obstáculos.
En conjunto, esto crea una imagen exagerada de lo que normalmente es caminar; pero, al parecer, frena a los peatones lo suficiente para que registren algo de lo que está sucediendo a su alrededor y puedan compensarlo.
El impacto de caminar mientras se envían mensajes de texto es que vuelve a los peatones más lentos. Sin embargo, eso –lejos de afectar el paso de los demás– deja ver que existe una empatía, puesto que tarde o temprano la mayoría de las personas incurren en esta acción.
Caminar y textear también se inscribe en algo fundamental para el ser humano. Desde hace siglos, las personas de distintas épocas han contado con varias habilidades que aprenden con el paso de los años y que han hecho de su vida más fácil. En este caso, enviar un mensaje es una acción de la que dependen muchas cosas en la actualidad y puede considerarse incluso vital para la supervivencia en algunos casos.
APPS CAMBIAN TODO
Sin embargo, así como la tecnología propicia el aprendizaje y dominio de nuevas habilidades, hay otras que, con el paso de los años, están desapareciendo por culpa de la tecnología, dio a conocer un estudio patrocinado por el fabricante de mapas Ordnance Survey.
La investigación determinó que son un total de 20 las habilidades que, actualmente, son cada vez más difíciles de encontrar en el ser humano. Según los expertos de dicha organización, la culpa de esta pérdida de capacidades es la falta de interés de las generaciones más jóvenes a la hora de aprender y, como era de suponerse, las diferentes aplicaciones móviles.
Así, apps como Google Maps aparecen como las principales culpables de que el sentido de la orientación de muchos quedado adormecido. "Hace pocos años, estas habilidades se consideraban esenciales para la vida cotidiana. Sin embargo, si algo ha demostrado la tecnología a lo largo de la historia es que, por muy buena que sea, no es invencible, por lo que es importante tener algunos conocimientos básicos de la misma", publicó el diario español ABC.
Por tal motivo, además de la necesidad de contar con determinadas capacidades como la de leer un mapa, Ordnance Survey señala otras más que, de tan comunes, a veces olvidamos que ya no contamos más con ellas:
- Orientarse con una brújula
- Hacer un nudo determinado
- Remendar calcetines
- Saber cómo buscar un dato en un libro
- Corregir un texto
- Entender las unidades de peso.
- Saber gramática y deletrear
- Poder pasar de una unidad de medida a otra
- Hacer fuego
- Dominar la caligrafía
Sin embargo, no todo son pérdidas. El estudio también menciona 10 habilidades con las que cuentan las nuevas generaciones, pero de las que carecen aquellas personas que se han mostrado renuentes en la adopción de nuevas tecnologías.
Destacan la capacidad de hacer búsquedas en internet, configurar una red Wifi, usar un smartphone, hacer trámites bancarios en la red o saber gestionar la privacidad en línea. Actividades que se les dificultan principalmente a los tecnofóbicos o a personas de mayor edad.