Corral aprovecha el debate para dar en la cabeza, y Anaya le reclama su rebeldía

31/07/2015 - 12:00 am
Javier Corral luego del debate realizado el día de ayer. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Javier Corral luego del debate realizado el día de ayer. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).- Javier Corral Jurado sabía que tenía una sola oportunidad para asestar un golpe contundente a Ricardo Anaya Cortés y aprovechó el momento del que podría ser el único debate entre los dos candidatos a presidir el Partido Acción Nacional (PAN). Corral señaló que Anaya incurrió en el delito de peculado al utilizar 20 millones de pesos del presupuesto de la Cámara de Diputados para sondear su nivel de aprobación entre panistas durante los meses de abril y mayo de este año.

El político chihuahuense aseguró que Anaya debe aclarar si utilizó esos recursos y decir cuándo planea reintegrar el dinero a las arcas de la Cámara de Diputados.

“Ha dispuesto de 20 millones de pesos de la Cámara de Diputados para financiar una estructura electoral que funciona desde abril y mayo, donde se repartieron mil 200 tabletas en todo el país, para hacer una encuesta de simpatizantes y detectar militantes del PAN para su campaña”, dijo.

En el debate en donde alrededor de 470 mil de panistas pudieron contrastar ambos proyectos para dirigir al partido Blanquiazul, no faltaron propuestas como tampoco las declaraciones cargadas de jiribilla o las abiertas descalificaciones.

Llamó la atención el uso de figuras por parte de ambos de líderes de izquierda como Andrés Manuel López Obrador y Fidel Castro para descalificar al adversario, en una muestra de que siguen vivas las fobias panistas hacia todo aquello que esté fuera de la derecha política.

En su primer debate público transmitido a nivel nacional para contender por un cargo, el queretano Ricardo Anaya lució impecable en su imagen personal, se notaba que había estudiado a su contrincante y preparó su discurso para lanzar golpes contundentes.

Le espetó a Corral haber pasado prácticamente el último cuarto de siglo ocupando una curul o un escaño del Congreso sin contender en las urnas, con escasos resultados positivos para Acción Nacional y para el país en general.

“Javier vienes a decirnos aquí que quieres la ‘rebelión de las bases’, a la que no perteneces […], porque no llamas a la rebelión de los pluris a los que sí representas”, dijo.

La actitud ofensiva de Anaya sorprendió al equipo de Corral, quienes esperaban que la inexperiencia del queretano jugara en su contra, se mantuviera alejado de la confrontación e intentara dar la vuelta a los cuestionamientos más severos.

Sin embargo, Anaya tomó la ofensiva desde el principio.

“No voy a permitir que sigas insultado la inteligencia, agrediendo a los miles de militantes que me apoyan a la dirigencia, con un discurso de ángeles y demonios, en donde los buenos son los que están contigo”, sostuvo.

Por su parte, Corral no se alejó de su propia estrategia de insinuar que Anaya es el candidato del consorcio formado por los grupos políticos de Gustavo Madero y del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

“No debemos permitirle, mucho menos a los miembros del consorcio, esta casta que se asume por encima de todos nosotros, que le demos a la izquierda la titularidad exclusiva de la defensa de los pobres”.

En constantes ocasiones, el Senador con licencia intentó señalar la juventud de Anaya como un pasivo al asemejarlo a la inexperiencia, al referirse a él como “el joven Anaya”.

El debate panista duró 57 minutos y en términos generales se desarrolló en un ambiente cordial entre ambos contendientes.

EL PREVIO AL DEBATE

La sede nacional del PAN vivió un ambiente cargado de cordialidad en los minutos previos al debate entre los dos candidatos a dirigir al partido, durante los próximos tres años.

En el vestíbulo principal platicaban amenamente entre sí los integrantes de las dos planillas en lucha. A diferencia de otros procesos internos, no se notaba en el ambiente una confrontación personal entre los bandos en contienda.

En un primer círculo los cercanos a Ricardo Anaya: el senador poblano Javier Lozano Alarcón, quien abiertamente ha dado a conocer su afinidad con el gobernador Rafael Moreno Valle, junto con los jóvenes diputados federales Fernando Rodríguez Doval y Juan Pablo Adame Alemán, hijo del ex gobernador de Morelos, Marco Adame Castillo.

Adame confió en el triunfo de Anaya, a pesar de la demostrada experiencia en oratoria su oponente. “Los buenos boxeadores se muestran en el ring, y Anaya demostrará que está preparado”, dijo entusiasta.

Un poco alejado del círculo principal, Ernesto Ruffo Appel, ex gobernador de Baja California, e integrante de la planilla de Ricardo Anaya se mostró más mesurado. “Será un buen debate”, dijo.

En otro grupo se encontraba charlando los compañeros de planilla de Javier Corral: su posible secretario general José Luis Luege Tamargo, ex titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el sexenio de Felipe Calderón, el Senador Juan Carlos Romero Hicks, ex gobernador de Guanajuato y Fernando Canales Clariond, ex mandatario de Nuevo León.

Un segundo círculo estaba formado por cercanos al ex jefe delegacional de Benito Juárez, Jorge Romero, quien alegremente hablaba de futbol y de su expectativa para que Anaya ganara el debate.

Cerca de las siete de la noche, hora fijada para realizar el debate, Javier Corral ingresó al vestíbulo principal en medio de aplausos de sus simpatizantes. El senador con licencia se acercó a sus invitados y saludó de mano y con un efusivo abrazo a Luege, Romero Hicks, Canales Clarion y al Senador Víctor Hermosillo, que se encontraban cerca de la puerta.

Corral posó para los camarógrafos y fotógrafos de los medios de comunicación, luego entró con sus invitados al Auditorio Manuel Gómez Morín.

Ricardo Anaya prefirió rodear el vestíbulo principal y evitar a los medios de comunicación presentes, por lo que tomó el pasaje que comunica el elevador central con el Auditorio donde se desarrollaría el debate.

En la lista de invitados que tenían posibilidad de acceder al Auditorio se observó que Corral invitó a su esposa Cinthia Chavira de Corral y a su hermana Leticia Corral.

Además, Corral ingresó a José Luis Juege, Ana Teresa Aranda, Juan Carlos Romero Hicks, Víctor Hermosillo, José Luis Durán Reveles, Adriana Fuentes, Gustavo González, así como a Manuel Ovalle, su coordinador de asesores.

Por su parte, Anaya prefirió dar acceso a integrantes de su planilla y miembros de su equipo cercano, como Damián Zepeda, su posible secretario general, Santiago Creel, Sonia Mendoza, Ernesto Ruffo, Fernando Rodríguez Doval, Marko Cortés, Jorge Romero y los poblanos Javier Lozano y Genoveva Huerta.

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