LA OPINIÓN

Cómo evitar que a tu hijo le siga sangrando la nariz

24/07/2015 - 12:03 am

Por Patricia Prieto

Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo/LaOpinión).- A muchos niños de repente les sangra la nariz sin haber sufrido un golpe o estar enfermos. ¿Por qué se produce esto, cómo parar la hemorragia nasal y cuándo requiere atención médica?

“El sangrado de la nariz en la niñez es común”, dijo el doctor Sandeep Dave, del Nicklaus Children's Hospital en Miami, Florida.

“Por lo regular se origina en la mucosa de la parte anterior del tabique nasal [que divide a las dos cavidades nasales], una región muy rica en vascularización [el conjunto y riego de pequeños vasos sanguíneos y linfáticos]”.

Las hemorragias repentinas, conocidas médicamente como epistaxis, son causadas regularmente por la rotura de un vaso sanguíneo.

Y, como explica el otorrinolaringólogo pediátrico, son causadas por alguno (o la combinación) de estos factores:

RESEQUEDAD

Foto: Shutterstock
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Esto se da particularmente por las altas temperaturas en los días de verano o por el calor de la calefacción en la temporada de invierno. Asimismo, algunos medicamentos como los antihistamínicos suelen tener el mismo efecto, por lo que antes de usar estos productos, al igual que el aerosol nasal se deben consultar un médico.

HURGARSE LA NARIZ

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“El área anterior del tabique de la nariz, donde está ubicado el plexo arterial conocido como plexo de Kiesselbach, presenta venas o capilares muy superficiales que cuando son tocados con los dedos se revientan con facilidad”, explicó el galeno.

CALOR EXTREMO

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Las altas temperaturas del clima y el calentamiento interno del cuerpo cuando se hace alguna actividad física o deportiva secundan la dilatación de los vasos sanguíneos.

Esto puede causar un ligero goteo de sangre. Sin embargo, los padres no deben de preocuparse, la mayor parte de veces cesa en 10 minutos o menos.

AFECCIONES RESPIRATORIAS

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Alergias, resfriados o gripes que provocan muchos estornudos y el deseo de hurgar con mayor frecuencia la nariz. Asimismo, la formación de muchos mocos que no se limpian y se secan en las paredes internas de la nariz y al momento de retirarlos provocan la hemorragia al romper los vasos sanguíneos.

¿CÓMO PARAR LA HEMORRAGIA?

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Los niños, en especial los más chicos, se asustan al ver la sangre, así que lo primero que hay que hacer es tranquilizar al menor.

Luego, explica el doctor Dave, hay que poner su cabeza en posición recta o normal y apretar con los dedos índices y pulgar la parte frontal de la nariz por unos 10 minutos o hasta que pare el sangrado.

“No es aconsejable echar la cabeza del menor hacia atrás para parar la hemorragia como se hacía antes. Esto hace que el menor se trague la sangre o se aumente la presión de la sangre, algo que retrasa la formación del coágulo que trancará la hemorragia”, acentúa el galeno.

Tampoco se recomienda taponar la nariz con un algodón o gasa, ya que al retirarlos se puede romper el coágulo que se ha formado y volverá a darse la hemorragia.

ATENCIÓN MÉDICA

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El doctor Dave dice que la frecuencia e intensidad del sangrado determinan el momento cuando el menor deba ser evaluado por un médico para determinar qué está causando el sangrado.

“Cuando el menor sufre una o más hemorragias nasales durante la semana y la sangre es muy intensa hay que visitar a un pediatra o especialista”, alerta el otorrinolaringólogo.

Se estima que menos del 10 por ciento de los casos del sangrado nasal durante la infancia proviene de una alteración de la coagulación de la sangre o de un incremento de la tensión arterial. Sin embargo, siempre es importante que el menor que sufre de hemorragias nasales continuas sea evaluado médicamente.

PREVENCIÓN

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Para evitar las hemorragias nasales comunes en la infancia, el doctor Sandeep Dave recomienda usar durante las noches de verano e invierno un humidificador de aire en la habitación del menor. Aplicar vaselina en las fosas nasales secas del niño o la niña.

Y también, usar las gotas nasales de agua salina que usualmente se prescriben y se venden sin necesidad de receta médica.
Explicarle al niño o niña que no debe hurgarse la nariz porque con el roce de sus dedos se rompen los vasos sanguíneos y se da el sangrado.

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