Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– Si bien es cierto que poco o nada diferente hubiera representado que el Presidente Enrique Peña Nieto cancelara su viaje a Francia para dirigir personalmente los trabajos de búsqueda y recaptura de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, sí hubiera sido bueno enviar un mensaje político de que está atento a los problemas más importantes del país, coincidieron senadores de oposición.
Tras el anuncio de la fuga del capo a pesar de la orden presidencial de “vigilarlo noche y día”, y a pesar de la sospecha de una probable colusión de funcionarios públicos para permitir el escape del penal de máxima seguridad, una vez más el Presidente Peña Nieto decidió no cancelar un viaje oficial en medio de un crisis que rebasó el carácter nacional y trascendió a medios internacionales, lo cual le ha generado críticas desde diversos ámbitos sociales.
“[Peña Nieto] debe de dejar de evadirse en ese mundo de fantasía de la vida en rosa en París. Pues le debe implicar por lo menos un remordimiento de consciencia para regresar a México de inmediato, porque El Chapo ha puesto en evidencia, ha desnudando a su gobierno”, dijo el Senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En un mensaje grabado en París, Francia, Peña Nieto rechazó cancelar el viaje oficial por considerar que ésta representa una “visita histórica” para promover la inversión extrajera y la generación de empleos.
Sin embargo, la Senadora Gabriela Cuevas Barrón, del Partido Acción Nacional (PAN), consideró que si bien es importante la participación del mandatario mexicano en el país galo, esto no lo exime de rendir cuentas a su regreso y en lo que resta del sexenio en materia de seguridad pública.
“Entiendo el clamor social y político, por supuesto que debe de rendir cuentas, pero el tiempo para ello va a ser durante los siguientes tres años de mandato en donde cargará con esta enorme piedra en el zapato de haber dejado ir a 'El Chapo'”.
“Poco cambiaría la triste realidad de nuestro país el que Peña hubiera regresado a México, creo que se ha preparado esta visita mucho más allá que lo que tiene que ver con la figura presidencial.
“Entiendo el clamor social y político, por supuesto que debe de rendir cuentas, pero el tiempo para ello va a ser durante los siguientes tres años de mandato en donde cargará con esta enorme piedra en el zapato de haber dejado ir a 'El Chapo'”.
Esta no es la primera vez que a Peña Nieto le estalla un escándalo en un viaje de Estado, hay que recordar que durante su viaje por China y Australia en noviembre del año pasado, se destapó el reportaje sobre la Casa Blanca de su esposa, Angélica Rivera Hurtado.
Cabe recordar que Peña realizó este viaje a pesar de que la oposición le exigió quedarse para atender la demanda ciudadana de resolver la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, ocurrido pocos días atrás.
Sin embargo, el Presidente de México no ha aprendido la lección de mandar el mensaje político correcto en medio de una situación de atención nacional e internacional.
Tal como sucedió durante la tragedia por la explosión de la Torre de Pemex el 31 de enero de 2013, pues un día después, Peña Nieto hizo maletas y se fue vacacionar con toda su familia al centro turístico de Punta Mita, en Nayarit, tras declarar luto nacional por el siniestro.
Solo la intensa crítica en redes sociales hizo que Peña Nieto regresara de sus vacaciones de forma anticipada y se presentara como si nada hubiera ocurrido el sábado por la noche para aparecer en la zona de la tragedia y observar personalmente la labor de rescate de cuerpos.
El Presidente de México ha estado lejos de seguir el ejemplo del Rey Felipe y su esposa la Reina Letizia, quienes suspendieron su primera visita oficial a Francia por la tragedia que representó la caída de un avión en Los Alpes, en marzo de este año.
Los reyes españoles cancelaron la visita oficial por este accidente, a pesar de que la aeronave era de una compañía alemana y el accidente sucedió en territorio francés, pero en el siniestro perecieron 150 personas, entre ellos 45 españoles.
“Al ver que había pasajeros españoles y el avión había salido del aeropuerto de Barcelona, la decisión prudente de los reyes fue la de suspender la visita, probablemente también porque el presidente Hollande tendría que atender también el accidente, pero sentó un precedente para atender una visita oficial entre una tragedia”, recordó la Senadora Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
VIAJE A CHINA EN MEDIO DE RECLAMO POR AYOTZINAPA
A finales de octubre de 2014, el Presidente Peña Nieto anunció que se ausentaría del país de 7 al 17 de noviembre para participar en la Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Eran los tiempos en que en el país sucedían diversas manifestaciones públicas para exigir la aparición con vida de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, desparecidos el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, presuntamente por parte de policías municipales.
La oposición le demandó al mandatario que cancelara la gira que comprendía paradas en los países de China y Australia, en donde atendería algunos compromisos pactados.
Los llamados fueron varios y constantes, le pedían mostrar un poco de sensibilidad ante la crisis que no solo involucraba a un grupo de jóvenes estudiantes guerrerenses, sino que se había convertido en un tema a nivel internacional.
El “levantamiento” de los 43 normalistas fue retomado por los principales diarios en todo el mundo y que incluso mereció la atención del Parlamento Europeo por ser apenas la punta del iceberg en un país en donde existen aproximadamente 22 mil personas en estatus de “desaparecidos”.
Peña Nieto anunció al Senado que aplazaba su viaje de 7 al 17 de noviembre. Sin embargo, poco después anunció que sí asistiría solo que recortaba los días de ausencia y planteó las fechas del 9 al 15 del mismo mes.
En el oficio enviado a la cámara alta, Peña Nieto afirmó que la participación de México en el citado foro internacional era de la “más alta importancia” para consolidar a México como un “actor de responsabilidad social”.
Además de que viaje a China permitiría a México incrementar el comercio bilateral y la inversión asiática, a pesar de que pocos días antes el Presidente Peña se vio obligado a revocar el contrato para construir el Tren de Alta Velocidad México-Querétaro a la empresa estatal China Railways, por un escándalo de corrupción y tráfico de influencias.
Para realizar el proyecto, China Railways se había asociado con varias constructoras, entre ellas, Constructora Teya, empresa filial de Grupo Higa, una de las consentidas de Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México.
ESTALLA CRISIS DE LA CASA BLANCA EN ASIA
Ese viaje a China será recordado por dos situaciones: la primera, que en la comitiva presidencial viajaban no solo funcionarios y empresarios, sino que también se había colado hasta el maquillista personal de la esposa del Presidente, Angélica Rivera Hurtado.
El maquillista Alfonso Waithsman, uno de los preferidos por el mundo de la farándula, había anunciado en su cuenta de Twitter que formaría parte de la comitiva al continente asiático.
Incluso el maquillista se tomó una selfie en el avión presidencial minutos antes del despegue, lo que generó una ola de críticas en las redes sociales, por parte de mexicanos enojados por pagar con sus impuestos el viaje de personas no necesarias para una visita de Estado.
La segunda situación, y más importante, por la que será recordada la gira a China, es que durante el vuelo se difundió el reportaje de la “Casa Blanca”, el cual destapaba que la casa propiedad de Angélica Rivera de Peña, con valor cercano a los siete millones de dólares.
El escándalo por la información revelada por la prensa y después confirmada por el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, se generó no solo por las dudas que generaba el que una actriz de telenovelas pudiera comprar una casa en Las Lomas valuada en cerca de 86 millones de pesos, sino porque la propiedad pertenecía a una empresa filial de Grupo Higa, un grupo muy cercano a Enrique Peña Nieto, desde que era gobernador del Estado de México.
“Este asunto es un ejemplo nítido de opacidad, tráfico de influencias, ilegalidad y corrupción”, afirmó en su momento la Senadora del PRD Dolores Padierna Luna.
Durante los días y meses siguientes la polémica se incrementó al revelarse indicios de un claro ejemplo de tráfico de influencias y corrupción.
La “Casa Blanca” estaba registrada a nombre de una empresa del Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los contratistas preferidos del gobierno del Estado de México, y que continuó sus beneficios desde que Peña llegó a la Presidencia.
Si bien es cierto que el hecho de que el Presidente Peña Nieto regresara a México junto con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no garantizaría encontrar al capo que se fugó por segunda ocasión de un penal de máxima seguridad, si hubiera generado un clima de apremio por encontrar al líder más emblemático de trasiego de drogas.
No obstante, los senadores entrevistados coincidieron que hay tiempo suficiente para que ambos personajes rindan cuentas por la fuga de El Chapo Guzmán, el primero ante la sociedad mexicana y el segundo ante el Congreso, en una comparecencia de la que parece, no podrá escaparse el secretario de Gobernación.